Es la nota de humor en un asunto tan serio. Piolín, tan acostumbrado a huir del gato Silvestre, quiere también ahora escaparse de la polémica y dejar de ser el hazmerreir involuntario del 1-O. A la poco adecuada y afortunada forma de alojar a los policías y guardias civiles que están en Barcelona para evitar disturbios en torno al referéndum ilegal se le ha sumado la polémica y la guasa por la imagen de los tres 'héroes' Looney Tunes: Piolín, Silvestre y el Demonio de Tasmania. Si ya de por sí la imagen de ver a las Fuerzas de Seguridad del Estado alojadas en un crucero de dibujos animados, la decisión de tapar con lonas a los tres personajes de Warner Bros. desató un sinfín de memes y montajes que llenaron las redes de burlas y convirtieron al pájaro amarillo de la multinacional estadounidense en el icono de la protesta secesionista. Pues bien, todo este jaleo llevó a Warner Bros. a solicitar al Ministerio de Interior que tapase la imagen de sus protagonistas animados para preservar su imagen pública, tal y como informa La Vanguardia. Craso error.
Las lonas con las que se pretendió esconder una imagen que se ya se había hecho viral lograron el efecto contrario. Todavía se compartieron las fotografía de Piolín miles de veces más y además se provocó el cachondeo general, incluido el de los policías alojados en el barco. Las telas, como era de esperar a nada que alguien hubiese pensado dos minutos, se mostraron poco efectivas y han tenido que ser retiradas. Piolín es 'libre' de nuevo... y lo casi único que produce risa de todo el 'procés' ya ha pasado a un segundo plano.