Las autoridades portuguesas han encontrado hoy los restos mortales de un hombre desaparecido en el centro del país el pasado jueves durante las tormentas provocadas por la borrasca Elsa, que ha causado otras dos muertes en v.
El cuerpo del hombre, un maquinista de 55 años, ha sido hallado en el río Paiva, a unos cinco kilómetros del punto en el que se vio por última vez, la zona de Castro Daire, en el distrito de Viseu (centro), han informado los servicios de socorro de la región.
La tesis de las autoridades es que las fuertes lluvias y vientos que trajo Elsa provocaron que la retroexcavadora que manejaba, y con la que intentaba despejar la carretera, cayese al agua.
Tres víctimas mortales por la borrasca
Con este hallazgo ascienden a tres las víctimas mortales que deja la borrasca en Portugal, además de más de 10.000 incidentes registrados, la mayoría caídas de árboles e inundaciones.
La situación ha sido especialmente grave en el centro del país y sobre todo en los márgenes del río Mondego, en el distrito de Coimbra, que durante los últimos tres días ha amenazado con desbordarse.
Las autoridades evacuaron en los últimos cuatro días a 144 personas -algunas de las cuales ya han retornado a sus viviendas- y llegaron a lanzar una alerta sobre los habitantes de nueve localidades situadas en el borde del Mondego para que se preparan para abandonar sus casas en caso de emergencia.
Este martes el caudal empieza a descender y con ello regresa en parte la tranquilidad a la zona, donde 400 efectivos, entre policía, Guardia Nacional Republicana (GNR) y personal de Cruz Roja han estado listos para actuar durante todo el fin de semana.
También vuelve la calma a las conexiones ferroviarias desde Lisboa hacia el norte de Portugal, que llegaron a interrumpirse el sábado por tener varios tramos sumergidos, y que ya operan con restricciones de velocidad en algunos de los puntos más afectados por las fuertes lluvias causadas por Elsa, y desde el sábado por Fabien.