Luis Pacheco, presidente de la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (COCEM), considera que la medida puede ser positiva para algunos comercios y negativa para otro, “pero lo que criticamos es que el ayuntamiento haya tomado una iniciativa que repercute en muchísimos comerciantes sin consultar nuestra opinión ante una medida de tal envergadura como es cerrar al tráfico rodado las calles Gran Vía, Mayor y Atocha, que ha afectado a todo el perímetro en torno a las mismas”. Una opinión que comparte José Luis de Lucio, gerente de la Asociación de Comerciantes de Preciados, Carmen y Arenal (APRECA), para quien ha faltado “planificación y el consenso de los colectivos afectados, principalmente los comerciantes, además de que se ha adoptado sin información suficiente tanto a la ciudadanía como a los servicios públicos afectados, agentes de movilidad y policía municipal. Ha habido una falta de coordinación absoluta y total, y prueba de ello ha sido el desastre de este fin de semana en el centro de Madrid”.
Florencio Domínguez, presidente de la Asociación de Empresarios de la Gran Vía: no es ni imprescindible ni necesario cortar al tráfico el centro de la ciudad
Para Florencio Domínguez, presidente de la Asociación de Empresarios de la Gran Vía, el hecho de que haya algunos empresarios a los que les vaya bien y a otros mal “es una mala señal. La Gran Vía es en estas fechas, los festivos del 6 y el 8 de diciembre, un foco fenomenal de ventas, de hecho, para nosotros estos puentes son el pistoletazo de salida para las ventas del mes de diciembre, y el hecho de que el efecto esté siendo tan irregular es síntoma de que algo no está funcionando como otros años. Hay casos concretos, como los aparcamientos, que dicen que están teniendo pérdidas, y en el caso de los autobuses discrecionales que hacen las rutas turísticas por el centro de Madrid están decididos a demandar judicialmente al Ayuntamiento de Madrid.
Luis Pacheco sostiene que antes de adoptar una medida de este tipo el ayuntamiento debería “haberse dejado asesorar por los comerciantes, pero esto parece el mundo al revés y de un día para otro nos encontramos con calles cortadas sin avisar ni a comerciantes ni a viandantes”, y se cuestiona que más allá de la prohibición de transitar por la almendra central de la ciudad no se haya previsto nada respecto a la carga y descarga o el reparto a domicilio. “¿Qué ocurre con los empresarios que tienen un aparcamiento en la zona afectada por el corte de tráfico?”, se pregunta Pacheco. “Hay mucha gente implicada por esta medida y los comerciantes nos sentimos muy perjudicados”.
José Luis de Lucio, gerente de la Asociación de Comerciantes de Preciados, Carmen y Arenal: Ha habido una falta de coordinación absoluta
José Luis de Lucio, por su parte, asegura que su asociación es partidaria de que cualquier medida de este tipo “se acuerde, se coordine y se estudien los efectos que produce. La Policía Municipal tiene un decreto muy escueto que no recoge muchas de las situaciones que se están generando y se limita a prohibirte pasar, pero ¿qué ocurre cuando hay que entregar un paquete urgente o hacer un servicio domiciliario y no te dejan pasar? No se trata de ser partidario o no de cortar el tráfico en el centro de la ciudad, sino de que las cosas se hagan bien. Muchísima gente que esta semana de los puentes viene a Madrid de provincias limítrofes y cercanas para pasar el día y comprar pues ya me dirá como lo hacen en transporte público. Muchos hoteles han visto canceladas sus reservas porque la gente se ha retraído de venir al centro”.
Para la asociación de Florencio Delgado, “nos parece que ni es imprescindible ni es necesario llegar a cortar el centro de la ciudad. Muchas de las zonas de peatonalización especial no se están utilizando, la gente emplea las aceras. Muchos de los colapsos que se producían otros años eran porque los aparcamientos estaban llenos y había coches que se quedaban esperando a que saliera alguno de los vehículos que estaban estacionados. Entonces la Policía cortaba el tráfico en la plaza de España y en la calle Alcalá mientras los aparcamientos se descongestionaban y una vez que empezaban a funcionar normalmente se habría de nuevo el tráfico y no había ningún problema. El cierre de la Gran Vía ha sido muy precipitado y no suficientemente estudiado. Lo que hay que tomar con el centro de Madrid es una decisión que se lleva demorando mucho tiempo. Recuerdo que ya en la época de Alberto Ruiz Gallardón en la alcaldía hubo reuniones en los que se llegó a la conclusión de que eran necesarios aparcamientos disuasorios en la periferia para dejar en ellos los coches y utilizar un transporte público que sea competente y suficiente para traer a la gente al centro de Madrid, pero hasta que esto ocurra nos parece que hay que tomar decisiones más tranquilas y no tan precipitadas.