El Real Madrid se ha proclamado este miércoles campeón de Liga, la 32º de su historia, tras vencer (0-3) al Athletic Club en un partido que únicamente tuvo protagonismo merengue y que se decidió bien pronto, en apenas 20 minutos, con goles de Higuaín y Ozil, lo que culmina una notable temporada blanca.
El tercero del encuentro lo firmó Cristiano Ronaldo, de cabeza, en una segunda parte en la que los vascos pegaron un travesaño en botas de De Marcos y en la que Javi Martínez acabó expulsado. De esta forma, el Real Madrid aventaja en siete puntos al Barcelona a falta de seis por jugarse.
El conjunto de José Mourinho pone así punto y final al reinado del Barcelona, que se había llevado las últimas cuatro Ligas. Los merengues, que no han conseguido acceder a la final de la 'Champions', consiguen su segundo entorchado (con la Copa de 2011) desde que el portugués se hiciera cargo del banquillo en el verano de 2010.
Objetivo cumplido
Tras dos años, Mourinho ha conseguido aquello para lo que fue contratado por Florentino Pérez, acabar con la hegemonía de un Barcelona acostumbrado a ganar en casi todas las competiciones en las que participaba y conducir al Real Madrid al campeonato en la Liga BBVA.
En mayo de 2010, Florentino Pérez anunciaba la contratación de Mourinho con la intención de hacer un equipo competitivo capaz de derrocar a un equipo como el blaugrana, recién proclamado campeón de la competición domestica pero eliminado de la 'Champions League' por el Inter del entrenador portugués.
Empezó la campaña 2010-2011 con muchas caras nuevas como las de Özil, Di María, Khedira o Carvalho. Y comenzó ganando prácticamente todo lo que jugaba hasta su primer duelo en el Camp Nou. El lunes 29 de noviembre el Barcelona venció al equipo blanco por cinco goles a cero, en la que, según comentó el preparador de Setubal, ha sido su peor derrota.
Ahora todo queda atrás y Mourinho puede presumir de haber cumplido su objetivo.