Según la versión oficial ni está pasando ni pasará nada. Algunas fuentes del sector insisten en defender una versión inofensiva de los hechos. Que la nueva situación de Bankia con la salida de Rodrigo Rato y la inminente intervención del Gobierno con José Ignacio Goirigolzarri al frente de la entidad no tiene porqué afectar a la Fundación Caja Madrid ni a la Obra Social. “Son totalmente independientes, y lo que pase en una no afecta en absoluto a la otra”, dicen desde la Fundación Caja Madrid.
Sin embargo, si bien es cierto que la obra social de Caja Madrid, en lo legal y monetario, permaneció ajena al proceso de fusión de las siete cajas que dieron origen a Bankia, eso no quiere decir que los cambios políticos que se generan en el interior de la entidad no le afecten directamente. En otras palabras. Si la cabeza de Rato rueda. Otras en el interior no tendrían porqué mantenerse en su sitio.
Según fuentes del sector consultadas por Vozpópuli, la politización de Caja Madrid aumentó de manera alarmante en los últimos años. En 2009, luego del enfrentamiento entre Gallardón y Esperanza Aguirre, y tras la negociación del nombramiento de Rodrigo Rato en sustitución de Miguel Blesa, la discrecionalidad en nombramientos, salarios y retribuciones generó pactos, alianzas y grupos internos ligados a Rato que hoy podrían ver su desaparición.
Estos grupos, ligados al Consejo de Caja Madrid, el Consejo de Bankia así como el de Cibeles Corporación Financiera, acogieron entre sus miembros a fichajes de Rodrigo Rato que esta misma semana podrían ser removidos y que forman parte importante del Patronato de la Fundación Caja Madrid.
Si la cabeza de Rato rueda. Otras en el interior no tendrían porqué mantenerse en su sitio.
Alrededor de una cuarta parte del Patronato de la Fundación Caja Madrid está conformado por consejeros designados por Rato, entre ellos: Enedina Álvarez Gayol, histórica del PSOE que fue elegida como consejera de Caja Madrid a finales de 2009 junto con José Ricardo Martínez y María del Carmen Cafranga, empresaria ligada al PP y esposa de Ignacio González.
En la lista de los consejeros de Rato dentro del patronato de la Fundación de Caja Madrid figuran también Pedro Bedia, representante del Sindicato Comisiones Obreras, fichado como miembro del Comité Ejecutivo de Cibeles Corporación Financiera, así como José Antonio Moral Santín, representante de Izquierda Unida, y Francisco Baquero Noriega, de CCOO, ambos consejeros en Cibeles Corporación Financiera y en BFA (Banco Financiera y de Ahorro).
De darse cambios esta semana en el plan destinado para Bankia, estos podrían ser algunos de los nombres que saldrían de sus puestos. Un cambio numérica y cualitativamente sensible en una fundación que este año intenta mantener a flote sus proyectos insignia en un año cada vez más amenazado por los recortes.
La Obra Social de Caja Madrid, otra pata coja
“Caja Madrid ha manejado sus reservas con mucha habilidad y mucha prudencia para no dejar de hacer obra social. Con la crisis de beneficios que ha habido han tenido que recortar justamente por ese compromiso, que es centenario . Y sin embargo, pese a la gran caída de los beneficios se ha manejado con mucha prudencia”, comenta a Vozpópuli una fuente del sector.
Porque ése sería otro flanco sensible de cara a una intervención: la obra social. Aunque la mayoría insiste en afirmar que la obra social es independiente de la entidad. No lo es la base económica de la que parte esa obra. Sin dividendo no hay obra social, eso es seguro.
En ese sentido, ante una posible intervención del Estado en Bankia, cambiaría la composición del accionariado de las cajas, por lo que además de disminuir el porcentaje de éstas la, caería también la cuantía de la Obra Social aún más de lo que ya lo ha hecho.
La caída de los beneficios y la necesidad de reforzar su solvencia provocó que los consejos de Caja Madrid y Bancaja, en proceso de integración junto a las otras cinco cajas, decidieran en 2011 dar un fuerte tijeretazo a su dotación de fondos para obra social con cargo a los resultados de 2010.
Caja Madrid redujo la dotación a obra social de los 80 millones del año anterior hasta 40,6 millones. Fue la más baja al menos desde 1992, el año más antiguo del que hay datos disponibles en la página web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Ése fue , además, el tercer recorte consecutivo. La dotación a la obra social se ha reducido un 84% en solo tres años desde el máximo de 252,6 millones que se destinó a ese fin con cargo a los beneficios del año 2007.
Frente a ese panorama, las variaciones que aún podría experimentar la Obra Social podría ser, de cara a este panorama, mucho más sensible.