"El cielo sería para mí una plaza de toros con dos entradas vitalicias y un río de truchas al lado" dijo en una ocasión, mientras veía torear a su idolatrado Antonio Ordóñez, al que siguió hasta 1959, dos años antes de quitarse la vida disparándose dos balas de un rifle de caza. Exagerado, dramático, excesivo, brutal y melancólico, Ernest Hemingway descubrió los toros mientras trabajaba como corresponsal para el Toronto Star, en la década de los años veinte.
A ese Hemingway total y expansivo, el que escribiría Muerte en la tarde y Verano peligroso, amante del tono borgoña del vino y de la sangre que tiñe el ruedo, a ése está dedicada en buena parte la Feria taurina de San Isidro de este año, que será la más larga hasta ahora celebrada en Madrid. Hasta el 2 de junio se darán cita en Las Ventas toros, toreros, cantantes, escritores, periodistas y políticos y no sólo apostados en los tendidos sino también en conferencias, exposiciones y conciertos.
La gran novedad de este año en la Feria de San Isidro es la programación paralela que tendrá lugar en el Espacio Arte y Cultura, una carpa de 800 metros cuadrados aledaña al coso madrileño que albergará coloquios, exposiciones, música en vivo y gastronomía.
Este nuevo espacio fue inaugurado el pasado lunes por el ministro de Cultura, José Ignacio Wert; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; la alcaldesa de la capital, Ana Botella; y con un coloquio entre el Nobel Mario Vargas Llosa y Fernando Sánchez Dragó.
Por allí han pasado también Fernando Arrabal y Fernando Savater. El próximo martes, Fernando Sánchez Dragó moderará un coloquio con Enrique Múgica y Eduardo Zaplana; el miércoles, con Federico Jiménez Losantos y Luis Herrero; y el jueves 17, con el escritor Luis Racionero y el dramaturgo y director de escena Albert Boadella.
El martes, día de San Isidro, también tendrá lugar un homenaje al recientemente fallecido Antonio Chenel "Antoñete", presentado por Manolo Molés, director de Canal + Toros. Bajo el título La cultura del toro, se celebrarán sendos coloquios el martes 22 y el jueves 24 de mayo, con la participación de importantes ganaderos y el músico Andrés Calamaro. La cantante Estrella Morente será la encargada de clausurar el Espacio Arte y Cultura, el día 9 de junio.
Ernest Hemingway y la tauromaquia
A propósito del 50 aniversario de su muerte, la Feria taurina estará dedicada al escritor estadounidense Ernest Hemingway, apasionado de la tauromaquia. El cartel oficial, obra del artista Eduardo Arroyo, está dedicado al escritor.
La actividad literaria de la Feria contará con la presentación del Premio Hemingway de Literatura de relato corto, que será convocado el 7 de junio. A lo largo de la Feria, durante los 33 días en que permanecerá abierto el Espacio Arte y Cultura, se programarán tres exposiciones de fotografía y pintura, una de ellas es Hemingway. Tinta, sangre y vino, donde se muestran imágenes inéditas que nos acercan al Hemingway bebedor, vividor, aficionado a los toros y apasionado por España que se codeaba con Lauren Bacall, Pío Baroja o Fidel Castro; un creador genial atraído por las emociones fuertes, las situaciones límite y la muerte cuya biografía se convirtió en la inspiración de su obra.
En una feria en el que los cabezas de cartel son Morante, Manzanares y Talavante, y los grandes ausentes, El Juli, Enrique Ponce y José Tomás, esta Feria de San Isidro avanza envuelta en el espíritu de uno de los escritores que más disfrutó del espíritu artístico y trágico de la tauromaquia.
En las crónicas que durante los años veinte –década en la que publicó su primera novela, Fiesta (1926)- envió al Toronto Star, describía ya con auténtica fascinación la fiesta de los toros, a la que define como una tragedia inevitable y masculina, donde los hombres se muestran “muy hombres” y la muerte encandila a los espectadores con su brillo de traje de luces.
Es entonces cuando Hemingway descubre España como un gran yacimiento novelístico sin explotar. También en estos años es cuando empieza a decir y a escribir cosas tales como que "nadie vive por completo su vida, salvo los toreros". Para muchos, su trabajo Muerte en la tarde está considerado como la biblia de la tauromaquia escrita en inglés.
Después de la Guerra Civil española, que cubrió como corresponsal y de la que quedan como testimonio la novela Por quién doblan las campanas (1940), Hemingway se instala en Cuba. Sin embargo, España siguió siendo su escenario predilecto y, pese al franquismo, que odiaba, regresó en 1953, año en el que se encontró por primera vez con su idolatrado Antonio Ordóñez, cuya admiración le hizo volver en 1954, 1956, 1959 y 1960 para la preparación del reportaje Un verano peligroso (1960), encargado por la revista Life.
El motivo por el cual la prestigiosa revista norteamericana le encarga la serie de reportajes fue, justamente, para que el escritor siguiera y plasmara el mano a mano taurino entre Antonio Ordóñez y su cuñado Luis Miguel Dominguín.
Corría el año 1959 cuando Hemingway asistía al que sería el último de sus sanfermines. La primera vez había sido 34 años antes, en 1925 cuando era un joven e inexperto corresponsal que recién descubría la tauromaquia y España. Tres décadas después, allí, en Pamplona, escribió buena parte del reportaje para Life de los encuentros entre Ordóñez y Dominguín, su último texto sobre esa tragedia al que correspondió en ímpetu con su exagerado y brutal genio.