La actriz, guionista y directora española Abril Zamora no se siente una pionera, pero lo cierto es que con su serie Todo lo otro, que se estrena el próximo 26 de octubre, ha roto barreras en la ficción española al situar como protagonista a una mujer trans. Con buenas dosis de humor y bastante desparpajo, huye de la etiqueta "generacional" para contar una historia coral en la que se mezclan ambiciones, problemas laborales y crisis existenciales.
La protagonista de la historia que escribe, dirige y protagoniza es una mujer que se acerca a los 40 y que, al igual que su compañero de piso y sus amigos, tiene una vida muy alejada del futuro que siempre imaginó. Los trabajos precarios y aburridos son el entorno en el que se mueven tanto ella como el resto de protagonistas, que observan que el tiempo transcurre a la misma velocidad a la que se alejan sus sueños.
"No es una serie generacional. Son personajes treintañeros, pero también de otras edades, y sus conflictos no son los de toda una generación", ha defendido Abril Zamora en conversación con Vozpópuli con motivo del estreno de su serie, un peldaño más en una fructífera carrera como actriz y como creadora que, hasta ahora, le ha dado buenos frutos. Puede presumir de haber trabajado junto a Sophia Loren en la película La vida por delante y es, junto a Carlos del Hoyo, responsable de la serie Señoras del (h)AMPA.
"La etiqueta generacional convierte a esta serie en nicho, pero aborda temas universales que pueden afectar a personas de 25, de 30 o de 50", ha señalado Zamora, quien ha confesado que esta serie tiene más de "autobiográfico" de lo que le gustaría, con temas como "la ansiedad, la frustración o la necesidad de querer encajar en algún sitio".
Las secuencias de sexo las hemos abordado de un modo muy concreto y los conflictos de los personajes están un poco alejados de estereotipos, lo que hace que todo sea un poco diferente a las series que hemos visto anteriormente", señala Abril
A pesar de romper una barrera al situar como protagonista a una mujer trans, no se siente precursora de nada, aunque reconoce que la serie tiene "un tono particular" y un "tempo" que, o bien la ficción española no se ha permitido en muchas ocasiones o ha sido vencida por el "miedo" a la hora de tomar "riesgos". "Las secuencias de sexo las hemos abordado de un modo muy concreto y los conflictos de los personajes están un poco alejados de los estereotipos, lo que hace que todo sea un poco diferente a las series que hemos visto anteriormente", ha destacado Abril Zamora.
En Todo lo otro hay una lectura política y social, ya que está muy presente la precariedad de los jóvenes y también de los adultos, una situación que en las series generacionales de hace dos décadas afectaba a los veinteañeros y que ahora se ha retrasado al menos una década, de forma que a la insatisfacción laboral (ni casa ni ahorros) se suma la crisis existencial de los 30 y los 40, cuando parece que la sociedad exige tener cierta estabilidad y unos objetivos vitales cumplidos.
"Es importante mostrar ese Madrid, que no es muy aspiracional, de gente que cobra en 'b', que tiene que hacer de todo para llegar a final de mes. No estamos muy acostumbrados a ver ese tipo de cosas y me apetecía mucho contar esa cara dentro de la ciudad. Es fácil empatizar con eso tengas la edad que tengas", ha afirmado la actriz y directora. Para ella, era importante ser "realista" y reflejar además asuntos como "el amor unilateral, la frustración y los objetivos que nunca se cumplen", en comparación con generaciones anteriores o con la de uno mismo.
Abril Zamora, feminismo y mujer trans
Abril Zamora considera que "la ficción es educación" y, aunque asegura que nunca se plantea transmitir ideas ni generar debates, siempre tiene en su cabeza "la inclusión de personajes LGTB" o de "personajes femeninos alejados e estereotipos". En esta ocasión, su serie rezuma mucho feminismo y, por ello, es inevitable preguntarle por una de las cuestiones que más debates ha suscitado en el ámbito político sobre los límites de las reivindicaciones feministas y su opinión de quienes no se sienten cómodas con la presencia de las mujeres trans en el movimiento.
Una mujer que no incluye a todas las mujeres en el feminismo no es una mujer sino una patata o una persona con muy poco sentido común", defiende Abril Zamora
"Una mujer que no incluye a todas las mujeres en el feminismo no es una mujer sino una patata o una persona con muy poco sentido común. Creo que no hay que darle ninguna importancia porque son cuatro las que defienden esa postura, y no tienen argumentos muy sólidos, y si lo tienen no hay que darle ninguna credibilidad. Es un disparate, es como decir que solo las mujeres blancas pueden ser feministas", ha recalcado la actriz. Por ello, su misión en el cine, delante y detrás de las cámaras es enseñar "las realidades de las mujeres". "Son muchas y no son solo las que nos han intentado vender", concluye.