Cultura

Alemania rinde un homenaje al escultor Eduardo Chillida

Berlín dedica una muestra a la obra del artista español. Titulada Eduardo Chillida en Alemania y comisariada por su hijo mayor, Ignacio Chillida, la muestra aborda la obra del escultor en ese país, así como su amistad con el filósofo alemán Martin Heidegger, con quien coincidió por primera vez en 1968

La capital alemana recordó este viernes a Eduardo Chillida en un cálido acto celebrado en los jardines de la Cancillería Federal ante su obra Berlín, y luego en la inauguración de una muestra que aborda la estrecha relación del escultor vasco con Alemania. "Nos ha emocionado mucho la presencia de tantas autoridades y que en Alemania admiren tanto a mi padre", dijo en declaraciones a la prensa Guiomar Chillida, una de las hijas del artista donostiarra, durante una posterior recepción en la Embajada de España con motivo del homenaje al escultor en el décimo aniversario de su muerte.

La ceremonia celebrada en el patio de honor de la Cancillería, donde habitualmente son recibidos con honores militares los jefes de Estado y Gobierno en visita oficial en Alemania, estuvo presidida por el ministro de la Cancillería, Ronald Pofalla, y tuvo carácter íntimo. En el acto ante la obra Berlín, erigida en 2002 en el patio de honor de la nueva Cancillería, participaron además de la familia de Chillida, el Embajador de España en Alemania, Pablo García-Berdoy, y otros invitados.

La hija del artista expresó su deseo de que esta obra, realizada para recordar la caída del Muro y la reunificación de Berlín, sirva "para que se unan todos los pueblos", que es lo que quería su padre, aseguró. Subrayó que en Alemania siempre ha existido un "feeling" con la obra de su padre quien, recordó, "fue siempre un gran admirador de la cultura alemana". Muestra de ello es la exposición inaugurada en la sede de la Academia de las Artes de Berlín -en la céntrica Pariser Platz y junto a la Puerta de Brandeburgo-, que propone un recorrido principalmente fotográfico por los trabajos de Chillida y analiza su relación con Alemania.

Centran esta presentación, titulada Eduardo Chillida en Alemania y comisariada por su hijo mayor, Ignacio Chillida, las esculturas del artista en espacios abiertos en Alemania y su amistad con el filósofo alemán Martin Heidegger, con quien coincidió por primera vez en 1968. La exposición pretende llamar al mismo tiempo al atención sobre el "lamentable cierre" al público del Museo Chillida-Leku el pasado 1 de enero de 2011, "centro destacado para el arte en el País Vasco", subraya la academia.

La exposición, realizada en cooperación con la Fundación Chillida-Belzunce, está dividida en cuatro partes o momentos clave en la vida del escultor. El primer apartado repasa la relación del escultor con Heidegger, que se plasma en el libro Die Kunst und der Raum (El arte y el espacio), realizado conjuntamente en 1969 con texto del filósofo alemán y siete litocollages de Chillida. El segundo capítulo, que podrá verse hasta el próximo 25 de noviembre, ofrece una aproximación a los diez monumentos del artista ubicados en espacios abiertos, repartidos entre Berlín, Bonn, Múnich, Düsseldorf, Fráncfort, Münster, Tréveris, Neuss y Bad Homburg.

El Museo Chillida-Leku está presente también en esta muestra, con una selección de fotografías para que los visitantes puedan conocer la historia de este excepcional espacio abierto al público en el año 2000.Cierra esta muestra la proyección de dos documentales firmados por Susana Chillida, hija del artista, y que ofrecen una aproximación a diferentes aspectos de la vida del escultor, desde su forma de trabajar hasta su obra y su pensamiento.

A la presentación en la academia, de la que el artista fue miembro desde 1991 y hasta su muerte en 2002, seguirán los próximos días 25 y 26 en la Universidad de las Artes de Berlín un simposio público, titulado El formato de las ideas, conducido por Ana María Rabe. La presencia de la obra de Chillida en Alemania arranca en 1959, con la participación del artista en la segunda edición de la muestra de arte vanguardista dOCUMENTA, en la que estuvo presente en otras tres ocasiones (1964, 1968 y 1977). Su primer reconocimiento en Alemania llega en 1966 al ser el primer artista en recibir el premio que lleva el nombre del escultor alemán Wilhelm Lehmbruck y que desde esa fecha otorga cada cinco años la ciudad de Duisburg. Desde entonces, más de ochenta exposiciones individuales de Chillida han sido presentadas en museos y galerías de Alemania.

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