El Greco, Richard Hamilton, George Braque, El Lissitzky, Cartier-Breson… El verano es una de las épocas donde los museos sacan pecho. Las visitas turísticas aumentan y toca competir por ser el más visitado. Este año, la competencia será feroz, de ahí que se reúnan en una misma fecha tantos y tan potentes nombres.
Comienza el recorrido con El Greco y la pintura Moderna, la exposición que el Museo del Prado dedica al artista cretense. Desde Manet hasta Bacon, pasando por Picasso, Cézanne, Modigliani o Pollock, el Greco ha sido el pintor que más ha influido, y durante más tiempo, en los artistas de las vanguardias y que puede apreciarse a través de este montaje en el que se exhiben 106 obras, de las cuales 26 son del maestro cretense. La exhibición ha tenido muy buena acogida entre la crítica, incluso entre los más exigentes como Fernando Castro, del ABC, quien ha resaltado la calidad de la muestra. También se puede observar la vigencia del Greco en la exposición en la que el Museo Nacional de Escultura de Valladolid explora la influencia del pintor en el arte de hoy, con obras, entre otros, de Jose Manuel Broto, Pierre Gonnord, Darío Villalba o Cristina Iglesias.
Intentando repetir el lleno total del verano pasado, el Museo Reina Sofía presenta hasta el 13 de octubre una exhibición dedicada al británico Richard Halmilton, uno de los fundadores del arte pop. Sesenta años de trabajo contenidos en 270 piezas. El público podrá contemplar las obras más emblemáticas, como la carátula del White Album, el doble disco de los Beatles, o la serie Swingeing London 67, en la que Hamilton pintó a Mick Jagger y el marchante de arte Robert Fraser esposados tras una redada antidrogas. También sus series de My Marilyn, Interior, o The Solomon R. Guggenheim. Conectada temáticamente con esta exposición, el Museo Thyssen-Bornemisza acoge Mitos del Pop, una retrospectiva dedicada a este movimiento artístico que reúne más de 70 obras de los principales artistas contenidos en esta corriente: desde Andy Warhol, con 24 obras, hasta Roy Lichtenstein, con 10, además de figuras como Hamilton, Kitaj, Blake o Hockney. Considerada por algunos críticos como Javier Maderduelo como una exhibición que busca más atraer al público de turistas veraniegos que reflexionar sobre el Pop, lo que sí es cierto es que el Thyssen ha procurado reunir los nombres más vistosos y las obras más llamativas.
En Bilbao, el Museo Guggenheim presenta una retrospectiva del artista George Braque . Esta muestra coincide con el cincuenta aniversario de la muerte del artista francés, una de las figuras más destacadas de la vanguardia de principios del siglo XX, y en ella se exhiben 250 obras que descubren nuevas facetas del creador, junto con Picasso, del cubismo. Una sección de esta retrospectiva –organizada de manera conjunta con la Réunion des Musées Nationaux - Grand Palais- muestra la faceta de escenógrafo que el artista desarrolló en los años veinte, que podrá apreciarse a través de un montaje único y exclusivo diseñado para el edificio de Frank Gehry. También organizada en colaboración con instituciones francesas, esta vez el centro Pompidpu, hay que destacar la retrospectiva que la Fundación Mapfre dedica a Henri Cartier-Bresson, la primera desde su muerte hace diez años. Formada con préstamos de las principales instituciones que poseen obra del fotógrafo, se reúnen más de 300 fotografías, alrededor de 100 documentos junto a dibujos, cuadros, y películas.
En este recorrido por las exposiciones de verano hay que destacar también la amplia muestra que la Sala Kubo de San Sebastián dedica a Eduardo Chillida, con 130 obras, así como la que el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza ha montado sobre Joan Miró, centrándose en las décadas de 1960 y 1970, con algunas obras que se exhiben por primera vez. Asimismo, CaixaForum Madrid dedica una exhibición a Le Corbusier, al padre de la arquitectura moderna, del que también muestra sus grandes proyectos y sus múltiples facetas artísticas. El Museo Picasso de Málaga dedica una exposición al creador ruso El Lissitzky . Pintor, fotógrafo, arquitecto, diseñador, tipógrafo, escenógrafo, educador y ensayista, el museo muestra más de 130 piezas realizadas en un momento en el que el arte se interesaba por la innovación y el culto por lo nuevo.
Pero no todo son artes visuales, también hay historia y arqueología. Con sedes en el Museo Naval y en el Museo Arqueológico Nacional, la exposición El último viaje de la Fragata Mercedes propone un relato del ataque en 1804 de la armada inglesa al buque español Mercedes, el cual fue hundido de un cañonazo en tiempos de paz. Alrededor de 30.000 monedas, así como balas de munición, eslabones, piezas del buque, objetos de la tripulación o instrumental de navegación son algunos de los elementos que se encontraron en la fragata de las Mercedes y que ahora se exponen en esta muestra, que podrá visitarse hasta el 30 de noviembre.