La concejala Antonia Morillas, de Izquierda Unida en Málaga, ha denunciado “las irregularidades administrativas” a su juicio cometidas en el Museo Carmen Thyssen incluso desde antes de que éste abriera sus puertas. Insiste ahora la edil en que el contrato que sostiene el Ayuntamiento con la institución debe incluir una cláusula que contemple la indemnización, en el caso de que la baronesa Carmen Thyssen pretenda recuperar sus cuadros antes de los 15 años de préstamo previstos.
La propuesta vino motivada por lo que, a juicio de Morillas, ha sido una administración caracterizada por “la falta de transparencia” tanto en la contratación y despido de personal, así como en la gestión de servicios. Ésta no ha sido, sin embargo, la única batalla de Izquierda Unida contra Carmen Cervera, tampoco el primer tropiezo del museo que lleva su nombre en esa ciudad.
Desde su inauguración, el Museo Carmen Thyssen de Málaga ha estado marcado por los traspiés. Tan sólo tres semanas antes de su apertura, su directora María López Fernández, y Tomás Llorens, miembro del Patronato y experto en arte cercano durante 15 años a Carmen Cervera, presentaron la dimisión de sus cargos ante el Ayuntamiento de Málaga, que actúa como patrono de la institución a través de la Fundación Palacio de Villalón.
En una carta que se hizo pública entonces, Llorens cargó, en sus propias palabras, contra las prácticas “poco rigurosas” en la gestión de los nombramientos, según él sometidos a intereses políticos, como fue el cambio de la estructura al crear a un director gerente cuya designación dejaba mucho que desear con respecto a los códigos de Buenas Prácticas adoptados por el Ministerio de Cultura en enero de 2007. El asunto quedó zanjado con la renuncia de María López Fernández y de Llorens, pero algo más quedaba por detrás.
Justo en los días cercanos a la inauguración, Izquierda Unida había advertido que el Museo no había formalizado el contrato de préstamo que permitía la exhibición de una colección permanente, algo indispensable para cumplir la normativa de museos y que sin embargo no pudo ser demostrado. El Museo había abierto sus puertas, según manifestó en aquel entonces el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Pedro Moreno, a partir de un acuerdo entre la baronesa y el Ayuntamiento. Una vez en funcionamiento, la colección fue dada en comodato a la Fundación Palacio de Villalón a través de la cesión gratuita de las piezas, y es precisamente ése el asunto que hoy salta nuevamente a la palestra pública con la petición de la concejala Antonia Morillas.
Despidos sin consultas y al margen del patronato
Otra de las denuncias realizadas por Antonia Morillas tiene que ver con el supuesto poco peso que tiene el Patronato al momento de tomar decisiones en lo que a la gestión de personal se refiere, tal y como ocurrió recientemente con el despido de los jefes de Comunicación y Seguridad, los cuales fueron dados a conocer dos días después de la reunión del patronato y no durante la celebración de la misma.
“Esto demuestra una falta de confianza manifiesta en el mayor órgano de dirección del museo, apostando una y otra vez por tomar todas las decisiones posibles fuera de los órganos donde está representada la oposición”, dijo la edil.
La Fundación Palacio de Villalón, que tiene por objeto la gestión tanto de la Colección Carmen Thyssen Bornemisza como del museo que la alberga, está constituida por el Ayuntamiento de Málaga. Su patronato, integrado por un máximo de nueve miembros, está conformado por dos miembros designados por el prestador, entre ellos Carmen Thyssen, que es la presidenta vitalicia. A ella sigue el Alcalde de Málaga como Vicepresidente; tres patronos designados por el Ayuntamiento en representación de los grupos políticos municipales y otros tres por el pleno municipal a propuesta del Alcalde.
Al momento de contactar con el Departamento de Comunicación del Museo Carmen Thyssen de Málaga para obtener la versión oficial ante las declaraciones de Morillas, la respuesta aportada por la institución fue la no existencia, de momento, de un departamento dedicado a tal fin.