Los técnicos del Ayuntamiento de Madrid han señalado que no hay ningún "daño estructural" en el edificio de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando "que se pueda achacar a las obras" que se desarrollan en la vecina plaza de Canalejas. A este argumento se suma el de la sociedad Centro Canalejas Madrid, la cual asegura que no existe ningún informe técnico que confirme su responsabilidad en los daños en una escultura de la institución. Participada al 50 por ciento por OHL y Mohari Hospitality, se desmarca así de los señalamientos hechos por los responsables del museo de la Real Academia.
La alarma saltó cuando el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando comunicó que se había visto obligado a cerrar las salas 19, 20 y 21 -aquellas que dan directamente a la calle Alcalá- por motivos de conservación de las obras. Según sus responsables, estas han sufrido las consecuencias del movimiento de escombros y las vibraciones producidas por la maquinaria que adelanta las obras en Canaletas algunas obras, motivo por el cual se ha decidido su cierre.
La cuenta oficial de Twitter de la Academia de Bellas Artes informó de que por este motivo habían sido clausuradas tres salas que dan a la calle Alcalá de Madrid; concretamente, las número 19, 20 y 21, que acogen piezas de Francisco de Goya, Giuseppe Arcimboldo, Pedro Pablo Rubens y Anton Van Dyck. Varias obras se encuentran actualmente en ejecución en las cercanías del museo, vinculadas al proyecto para unir seis edificios protegidos de la calle Alcalá y de la plaza de Canalejas en una única manzana, y construir un hotel y un centro comercial junto a la Puerta del Sol.
Tras evaluar la envergadura de los daños, los técnicos del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid descartaron que hubiesen estado provocados por las obras de la plaza de Canalejas. Las gritas obedecían, según los funcionarios, a los problemas se han generado por una zanja de las obras vinculadas a la mejora de la línea 2 de Metro.