Ahora, volvemos a lo mismo. Tras la época Christian Bale, Batman necesita un nuevo rostro y parece que va a ser el de Ben Affleck. Con la noticia llegaron los dramas twitteros, las peticiones de change.org y los clásicos -y cansinos- análisis de mano de los fanáticos del caballero oscuro. Que si no dará la talla, que si qué hace un ganador de un Oscar protagonizando un blockbuster, que si solo entra en la saga por dinero, todo muy absurdo y muy propio de la era de las redes sociales y su opinar por opinar. Sea Ben Affleck o no lo sea, hay que tener en cuenta una cosa: aquí lo que nos importa es quién será la chica de la película, así que dejémonos de cortinas de humo.
Mujeres atractivas, elegantes, preferiblemente rubias y que son una combinación letal de amor y peligro
A lo largo de los años, las chicas Batman han consolidado una categoría tradicionalmente reservada a las protagonistas femeninas de las películas de James Bond. Se trata de mujeres atractivas, elegantes, preferiblemente rubias y que son una combinación letal de amor y peligro. Batman las adora pero a la vez se convierten en sus principales quebraderos de cabeza. Como no podía ser de otra forma, la saga empezó fuerte.
Kim Basinger, icono sexual de finales de los ochenta, venía de rodar Mi novia es un extraterrestre y no dudó en convertirse en la Ursula Andress de Gotham City, aunque con vestido largo y melena suelta -la misma melena que le valió un Oscar años más tarde-. Tras el sex symbol de los ochenta, llegó una Nicole Kidman, post-pecas y pelo rizado y pre-botox y rellenos de colágeno, para hacerle compañía al nuevo Batman, un Val Kilmer venido arriba que únicamente duraría una película. Pero Nicole no era solo una chica guapa, era psicóloga y estaba obsesionada con Batman. El papel de alocada y, suponemos, chica mona, se lo reservó Drew Barrymore en una aparición secundaria y bastante olvidable, como el resto de la película. Los noventa no sentaron bien ni a Bruce Wayne.
Mezcla de inocente colegiala y rebelde motera, Batgirl tonteó con Batman pero acabó centrándose en Robin
Dos años más tarde, Joel Schumacher decidió que no habíamos tenido bastante y se sacó de la manga Batman y Robin, con George Clooney como Batman y Chris O'donnell como Robin, en un intento de dotar de músculos a la película. El papel de la chica recayó en Alicia Silverstone, estrella absoluta del momento, que además de poseer la reglamentaria melena rubia y larga, se convertiría en Batgirl. Mezcla de inocente colegiala y rebelde motera, Batgirl tonteó con Batman pero acabó centrándose en Robin. El problema es que ni la estética de cartón piedra, ni el argumento de la película, terminaron de cuajar. Batman volvía al ostracismo y desapareció de las pantallas prácticamente durante una década. Entonces, Chris Nolan decidió retomar la saga y volver a la oscuridad del personaje, esta vez con la ayuda de Christian Bale.
Con el cambio, no solo se reformaron los escenarios -desde la mansión Wayne hasta el polémico Batmóvil-, sino también los protagonistas. La nueva etapa ya no contemplaba mujeres rubias y sensuales, dispuestas a lucir largos vestidos e insinuantes escotes. Ahora, la chica de la película debía ser menos voluptuosa, culta y, desde luego, morena. Las encargadas de cumplir con este nuevo prototipo fueron Katie Holmes, flamante esposa de Tom Cruise en aquel momento, Maggie Gyllenhaal, llamada a sustituir a Katie cuando ésta decidió dejar la saga por motivos supuestamente profesionales, y Marion Cotillard, la última chica Batman que, como su protagonista, se debate entre el bien y el mal. Pero no crean que aquí acaba todo.
Las ‘femme fatale’ de Batman
Si hay tres mujeres que destacan a lo largo de la filmografía de Batman son, desde luego, las villanas. Los ojos del público siempre se dejan seducir antes por una femme fatale, y cada una de las etapas de Batman tiene la suya propia. En Batman vuelve, segunda entrega de la saga, nos encontramos a la mujer más icónica de la serie, la villana más popular de la historia, una mujer vestida de cuero y tacón de aguja. Michelle Pfeiffer consiguió el papel de Catwoman de rebote, cuando Annette Benning se quedó embarazada -y nosotros damos gracias por ello-.
Uma interpreta a Poison Ivy, con su melena pelirroja, sus plantas venenosas y un encanto capaz de someter a todos los hombres
Años más tarde, Anne Hathaway volvió a enfundarse el traje de cuero, reinterpretando su propia versión en El caballero oscuro: la leyenda renace. Si bien, esta vez, nos encontramos con una villana/heroína, con orejas de gato y moto, mezcla de Catwoman y Batgirl. Hay veces que, sin ser malo el resultado, centrarse habría sido una buena opción... Por último, el tercer lugar del podium lo ocupa Uma Thurman. Las premisas parecían perfectas. Uma iba a ser Poison Ivy, con su melena pelirroja, sus plantas venenosas y un encanto capaz de someter a todos los hombres que se pusieran por delante, incluso a Batman. Para ello rescató el famoso baile saliendo de un disfraz de gorila que Marlene Dietrich hizo para La venus rubia. Lástima que el resto de la película no la acompañara.
Y ahora, ¿qué nos deparará el futuro? ¿Quién le robará los planos a Ben Affleck? ¿Será la propia Lois Lane? ¿Tendrá su chica de la película? ¿El destino afilará su crueldad y veremos a Jennifer López compartiendo plano con Batman? Tendremos que esperar para verlo.