Cultura

Blanca Portillo interpreta a santa Teresa, "una mujer valiente contra un mundo feroz"

Paula Ortiz dirige 'Teresa', la adaptación cinematográfica de la obra teatral de Juan Mayorga 'La lengua en pedazos'

Para muchos, este es el papel de su carrera. Blanca Portillo protagoniza Teresa, la adaptación al cine que dirige la cineasta Paula Ortiz de la obra teatral de Juan Mayorga La lengua en pedazos, que tras estrenarse en la reciente edición de la Seminci llega este viernes a los cines para mostrar el combate interior, las dudas, las contradicciones y la angustia de santa Teresa. 

La actriz niega que se trate del personaje más importante de su carrera, porque cree que eso significaría un punto y final, pero admite que ha sido un trabajo "arriesgado, difícil y complejo" con el que le brotaron "sarpullidos por el cuerpo por el nivel de estrés emocional". "Fue intenso, como lo es la película, llegando a grados de calentamiento global. El final de cada jornada fue muy devastador", ha reconocido en una entrevista a Vozpópuli con motivo del estreno de este filme, el tercero en la carrera de Paula Ortiz, tras La novia (2017) y la reciente Al otro lado del río y entre los árboles (2022).

Greta Fernández, Asier Etxeandia y Luis Bermejo completan el reparto de esta película, en la que Teresa, cuyas acciones han sido puestas en duda, aguarda la llegada del inquisidor para ser juzgada, un encuentro en el que de sus palabras dependerá su futuro.

"Ahora me ha dejado lo más bonito, he viajado de la mano de un alma que merece la pena, que me hace bien, pero el tránsito fue complicado", ha reconocido la actriz, que para preparar este papel visitó un convento con el fin de saber en qué consiste aquello de "la clausura y la libertad" y "entender a las monjas carmelitas, las seguidoras de santa Teresa, que viven pendientes de cuidar al mundo constantemente" y con quienes tuvo "conversaciones maravillosas".

"Yo no soy creyente y lo único que podía equiparar a lo que ella verbaliza sobre su amor es el amor por mi profesión. Yo me elevo un palmo, esto me lleva a lugares. Sé que parece que estoy loca, pero sé que me habitan seres que no soy yo, que me convierto en una especie de canal y vivo experiencias que no son normales. Siento que es una labor social, pretendo hacer bien a la humanidad de alguna manera, intentar hacer el mundo un poco mejor, ser empática. Las monjas me decían que era un sacerdocio también, una forma de entregar la vida que tenía que ver con lo que les ocurre a ellas", cuenta la actriz.

"Hablamos poco de lo espiritual, nos hemos convertido en gente muy pragmática, muy a ras de suelo. Lo transgresor de Teresa es que vivía en un estado espiritual sin dejar de estar pegada a la tierra, a sus cebollas, a su carne y a su cocina"Blanca Portillo, actriz

Blanca Portillo afirma haber descubierto en santa Teresa a "una mujer valiente contra un mundo que era feroz, en el que las mujeres no podían existir prácticamente y no tenían lugar en el mundo". "Teresa era una mujer con una convicción y a la vez capaz de dudar, me parece el colmo de la inteligencia. Tiene fe, lo tiene claro, pero por otro lado dice que duda. Es una feminista hiper moderna, valiente y respetuosa, con esa sensación de que alguien te lleva por dentro, de seguridad de que no te hace falta gritar o imponer. Es una mujer digna de admiración, a la que deberíamos aspirar cualquier persona", ha señalado. 

Blanca Portillo en la piel de una mujer "punk"

También ve en esta santa a una mujer con cualidades muy "punk", que es al mismo tiempo transgresora y conmovedora, lo que la convierte en un icono moderno. "Hablamos poco de lo espiritual, nos hemos convertido en gente muy pragmática, muy a ras de suelo. Lo transgresor de Teresa es que vivía en un estado espiritual sin dejar de estar pegada a la tierra, a sus cebollas, a su carne y a su cocina. Esa búsqueda de belleza de algo más allá de la piel, de la piel del alma, es muy transgresor e interesante. Al hablar de espiritualidad parece que uno queda algo blando, pero me parece algo poderosísimo y que nos distingue de otros bichitos sobre la tierra", opina.

Blanca Portillo está convencida de que si viviera hoy en día, con "vaqueros" y en "castellano moderno", sería "una líder capaz de arrastrar un Me Too", porque hace "una defensa de la mujer que hay pocas iguales", con unos "argumentos irrefutables" y una "valentía de ir contracorriente" que cree que paralizaría el parlamento.

A pesar de ser considerada una fuente inagotable que se puede contar desde mil lugares, la obra de Paco Bezerra Muero porque no muero no llegó a estrenarse finalmente en los Teatros del Canal, lo que para Blanca Portillo fue un caso de "censura". "Son personajes sobre los que siempre se podrán hacer lecturas nuevas y distintas, tiene millones de facetas a partir de las cuales mirarla. Son esos grandes personajes que han cambiado el mundo. ¿Cómo no van a resonar ahora?", concluye la actriz.

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