Cultura

Boicot a Eurovisión: la batalla pop que implica a Madonna, Roger Waters y al grupo español La Pegatina

Una campaña internacional contra la ocupación de Palestina se centra en pedir el cese de actividades culturales en Israel

En septiembre de 2018, cuando se anunció que Tel Aviv sería la ciudad anfitriona de Eurovisión 2019, se puso en marcha la campaña de boicot al festival. Se trata de continuar la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) como protesta por el control político  y militar de los territorios palestinos. Esta iniciativa activista comenzó en verano de 2005 y cuenta con celebridades entusiastas que las respaldan, entre ellas Roger Waters (Pink Floyd), Alice Walker (autora de la celebre novela ‘El color púrpura’), la ensayista Naomi Klein, la académica Judith Butler y el cineasta Kean Loach, entre otros.  el También la secundó el religioso Desmond Tutu, clave en la lucha contra el 'apartheid' durante los años ochenta.

“Uno de los principales éxitos del movimiento BDS a nivel global ha sido poner el concepto de ‘apartheid’ encima de la mesa. Cumple con todos los criterios consignados en el derecho internacional como constitutivos de apartheid. Hay un informe de Richard Falk y Virginia Miley que se hizo público en 2009, donde se explica con detalle, desde el punto de vista jurídico. Lo que recomiendan los autores de esa investigación es tomar medidas de boicot, desinversiones y sanciones”, explica Ana Sánchez, activista de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop). Falk fue Relator Especial para los territorios palestinos ocupados del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Esta vez el conflicto implica a Adriá Sala, del grupo español La Pegatina. Provenientes de la provincia de Barcelona, se enmarca dentro de la escena de mestizaje popular. Su canción ‘La venda’ es un himno eufórico que invita a enfrentarse a las imposiciones sociales. Representará a España en Eurovisión a mediados de mayo, cantada por Miki Nuñez. La linea inicial de la letra, “te compran porque te vendes”, invita a pensar que estamos ante un autor sensible a conflictos de integridad artística. Al cierre de este reportaje, no podemos recoger sus declaraciones, ya que se encontraba de vacaciones fuera de España. En todo caso, la activista Ana Sánchez nos confirma que Sala ha accedido a reunirse con compañeras del movimiento BDS en Barcelona para escuchar en persona los motivos por los que se le pide sumarse al boicot. Su respuesta, receptiva o no, mantendrá viva la polémica.

¿Suelen ser exitosas este tipo de sesiones informativas? “Es complicado cambiar la postura de alguien en conflictos así. Además, cuando se llega a este punto, ya suele haber contratos firmados, dinero que ha cambiado de manos y trabajo de mucha gente invertido. Intentamos un trabajo digamos pedagógico para que la mayoría de artistas se comprometan previamente a no actuar en Israel. Es mucho más sencillo que cuando el concierto está anunciado”, explica. Lo intentaron con Serrat y Sabina en 2015 y la cosa no terminó de funcionar. “Con ellos tuvimos una mala experiencia. Se movilizó un gran campaña intentando explicarles los motivos y la respuesta de Sabina fue… bastante mejorable. Serrat sí accedió a la reunión, pero nos dijo que quería ver el país con sus propios ojos”, recuerda. Otras veces sí funciona, por ejemplo cuando Lana del Rey decidió cancelar su concierto el pasado verano. Era la segunda vez que respondía las presiones, aunque expresó su deseo de cantar en el país cuando pudiera hacerlo en Israel y Palestina. Entre los artistas españoles que se han sumado al boicot destacan los nombres del cantautor Lluís Llach, el rapero Kase O y el músico y director de documentales Fermin Muguruza

"Insto a todos los concursantes, de hecho a toda la gente joven, de hecho a toda la gente y mayor, lo cual incluye a Madonna, a que se lean la Declaración de los Derechos Humanos", pide Roger Waters

Contra las masacres en Gaza

En julio de 2014, Santiago Auserón (Juan Perro, ex Radio Futura) colgó un texto de apoyo en su página de Facebook: "El Estado de Israel ocupa territorios, incumple los acuerdos internacionales y masacra inocentes impunemente porque goza del beneplácito de las finanzas internacionales, del veto de los Estados Unidos en la ONU y del consentimiento en cadena de sus aliados. Las amenazas de Hamas se acabarían de inmediato con el reconocimiento del Estado Palestino y el respeto de los acuerdos. Israel fuerza las normas más allá de toda razón porque el propósito de sus dirigentes no es la convivencia, sino la anexión de territorios, la sumisión del enemigo o su exterminio”, decía uno de los párrafos.

Los activistas pro boicot celebran que Roger Waters esté tan implicado que haya escrito estos días una carta abierta a Madonna para pedirle que no actúe en Eurovisión. Se trata de un triunfo mediático importante. “La aceptación de Madonna de actuar en el festival de Eurovisión en Tel Aviv en mayo plantea, de nuevo, cuestiones de ética y política fundamentalmente importantes para cada uno de nosotros que debemos contemplar", señala al comienzo de la carta. “Actuar en Israel es lucrativo, pero sirve para normalizar la ocupación, el ‘apartheid’, la limpieza étnica, la encarcelación de niños y el asesinato de manifestantes no armados”, añade. “Insto a todos los concursantes, de hecho a toda la gente joven, de hecho a toda la gente y mayor, lo cual incluye a Madonna, a que se lean la Declaración de los Derechos Humanos. Se ha traducido a quinientas lenguas por lo que cualquiera puede informarse de sus treinta artículos. Si todos los respetamos quizá podamos salvar nuestro hermoso planeta de una destrucción inminente”, remata.

Su mensaje está en total sintonía con la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones. “Lo que denunciamos es que Israel utiliza el arte y la cultura como lavado de cara de sus crímenes militares en Palestina. Lo hace con el festival de Eurovisión y con el Orgullo Gay de Tel Aviv. Este último es lo que llamamos ‘pinkwashing’, una estrategia que consiste en identificar la capital como el paraíso gay de la zona. Fomentan un turismo para hombres blancos de clase media para venderse como oasis de tolerancia, al tiempo que machacan a la población palestina, lo cual es una hipocresía”, denuncia Sánchez.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli