El productor y los guionistas de la exitosa saga de Las aventuras de Tadeo Jones, Atrapa la bandera y Momias llegan a los cines con una nueva propuesta: Buffalo kids, un viaje por el lejano oeste americano ambientado a principios del siglo XIX. Sus protagonistas: tres niños en busca de un nuevo hogar y amor que, sin embargo, serán familiares para quienes hayan visto el cortometraje Cuerdas. Pedro Solís, su director, y Juan Jesús Galocha "Galo", director de la taquillera Momias.

En pleno auge de la animación española que, sin ir más lejos, optó al Oscar de animación en la pasada edición de estos premios con Robot Dreams, de Pablo Berger, y que consiguió la estatuilla en 2022 con el cortometraje animado El limpiaparabrisas, llega a las salas de cine otro futuro éxito destinado a divertir a los pequeños y también a los mayores. En Vozpópuli hemos hablado con sus directores:

Pregunta: Esta es una película emotiva, llena de aventuras y con mucho gancho para pequeños y mayores. ¿Cómo la describís vosotros?

Respuesta: Galo: Es una película familiar de aventuras pero con un plus de sentimiento y corazón que hará que la gente la recuerde durante mucho tiempo. 

Pedro Solís: Tiene todas las aventuras de nuestra anterior película, Momias, y toda la emotividad que tenía el cortometraje 'Cuerdas'. 

P: La idea parte del cortometraje Cuerdas pero no tiene relación con esta película. ¿Cuál es el origen?

R. Pedro Solís: Es otro momento histórico y otro país. La relación que tiene con 'Cuerdas' es la protagonista, María (Mery en Buffalo kids) y Nico (Nick), y esa amistad tan profunda que se produce entre ellos. Eso es lo que tiene de unión. Es otra historia y otra aventura. Mery conoce a un niño muy especial, que es Nick, y juntos viven grandes aventuras, con forajidos y viajes en tren. 

P. Los protagonistas están basados en dos niños reales.

Pedro Solís: Mis hijos inspiraron los personajes. Mi hija Alejandra, cuando nació mi hijo Nico, con parálisis cerebral, desde el principio jugó con él de cualquier manera: le pintaba la cara, le movía las manos, las piernas o le ponía rulos. Los médicos decían que ella era su mayor estímulo. Fue lo que inspiró el corto Cuerdas y es la base de esta historia. 

"El western es un género que tira de la nostalgia de los padres y de los abuelos"Juan Jesús Galocha "Galo", director

P. Hay algo muy creíble, muy real en esa mirada cuando se encuentran. 

Pedro Solís: Es lo que por suerte he vivido, tanto fuera como dentro de casa. Nunca han faltado sonrisas a mi hijo, nunca han faltado niños que se acerquen. Los niños son así, es maravilloso y es lo que valía la pena llevar a un largometraje que está lleno de aventuras, de acción, pero también con esta parte especial. 

Buffalo Kids y la animación española

P. Es un western cargado de aventuras. ¿Por qué elegisteis este género?

R. Galo: le dimos muchas vueltas. Teníamos claro que queríamos un largometraje de Cuerdas pero no teníamos claro ni la época ni en qué sitio hacerlo. Después de dar muchas vueltas, vimos que el western es un género que tira de la nostalgia de los padres y de los abuelos. Vimos que, como siempre consideramos el cine una experiencia familiar, el hecho de que a los niños les descubra ese nuevo universo no conocido por ellos y que al salir los padres le puedan ampliar esa información nos pareció muy bonito. 

Pedro Solís: Hay otra parte que nos rompió la cabeza. Es una historia real: en el siglo XIX y hasta principios del siglo XX existían los llamados trenes de los huérfanos. En Nueva York se quedaban muchos niños sin padres. Les montaban en trenes y les llevaban al oeste americano para que los adoptaran los pioneros de la conquista del oeste. Cuando nos enteramos de eso, nos dimos cuenta de que era una premisa super potente para juntar en ese tren a Mery y su hermano Tom con Nick, que es uno de esos niños huérfanos. Aparte, también nos parecía un plus de dificultad que, si hoy en día es complicadísimo ir en silla de ruedas, en el oeste americano tenía que ser mucho más. Como nos gusta ponernos retos, todo cuadró para que fuera el oeste americano.

P. ¿Es complicado enganchar a un adulto con una película de animación?

R. Pedro Solís: Ese es el reto que nos gusta. Nosotros decimos que no hacemos cine infantil para niños, ni cine de adultos, sino cine familiar, y eso implica que cuando vayas con tus hijos al cine disfrutes tanto como ellos, que no sea llevar a los niños y desconectar durante hora y media. Queremos que los padres y los abuelos disfruten tanto como los niños, y para eso tenemos que dirigir películas que sean entendibles a varios niveles. Queremos que cuando pasen unos días sigan hablando de la película, y eso tiene una complejidad, pero es uno de los retos que más nos gusta. Los que somos padres lo vemos desde el otro lado, queremos ver películas con las que disfruten todos.

Galo: Es nuestra marca como estudio de animación. Nuestras películas siempre van a intentar ser una experiencia conjunta, no algo específico para niños o adultos.

"Somos uno de los pocos países donde se puede hacer películas de animación de calidad con unos presupuestos bajos pero decentes"Pedro Solís, director

P. La animación española está a un nivel superior. ¿Tiene el reconocimiento que se merece?

R. Pedro Solís: En España tenemos claro que hay un nivel de animación altísimo y con propuestas muy diversas, desde cine adulto hasta cine muy infantil, y están triunfando tanto unas propuestas como otras. A nivel institucional no pido nada. Los presupuestos que hay en Estados Unidos o Reino Unido no son los que hay en España, pero si se mira el panorama a nivel global, vemos que somos uno de los pocos países donde se puede hacer películas de animación de calidad con unos presupuestos bajos pero decentes. Es que no somos de quejarnos, nosotros disfrutamos el camino. Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando duro para conseguir historias que lleguen al público.

Galo: Comparativamente con otros mercados, el presupuesto es bastante inferior, pero con lo que tenemos se intenta sacar lo mejor posible. España, otra cosa no, pero talento tiene muchísimo y, de hecho, exporta talento al resto del mundo. Por desgracia, por presupuesto muchas veces las ofertas son más jugosas fuera y se van al extranjero. Es algo con lo que tenemos que lidiar, pero a nivel global nos podemos dar con un canto en los dientes.

P. ¿Con qué presupuesto habéis contado y cuánto tiempo os ha llevado levantarla?

R. Solo para imagen hemos estado por debajo de los diez millones de euros, y hemos tardado tres años, más o menos.

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