Anuncio noventero con adolescentes bebiendo Pepsi y con un joven guaperas y un tanto chuleta que pasea mirando a cámara mientras unos rótulos indican que la camiseta con el logo de la bebida que lleva ha costado 75 puntos de Pepsi, la chaqueta de cuero 1450, y las gafas de sol 150. El remate del anuncio llega tras un torbellino generado por el aterrizaje de un caza Harrier del que se baja el orgulloso joven sobre el rótulo: “Caza Harrier: 7.000.000 de puntos”, para terminar con el lema “Bebe Pepsi, consigue cosas”.
Eran los años de las campañas agresivas de Pepsi compitiendo con su eterna rival y líder del mercado Coca Cola. Fichaban a las mejores estrellas del deporte, hacían anuncios con ellos que parecían películas y como en este caso lanzaban programas de fidelización por puntos en el que su cara visible fue la modelo Cindy Crawford. Por unas decenas o centenares de puntos, las marcas daban gorras, bolis o botellas con el logo de la compañía.
Era evidente que Pepsi no pretendía galardonar con un avión de combate a reacción a sus consumidores, sin embargo, en la campaña televisiva no aparecía ninguna de las frases ilegibles corriendo a toda velocidad por la pantalla que aclaran el sistema del programa de puntos. Así que un chaval vio negocio y decidió reunir los siete millones de puntos.
El documental Pepsi, ¿dónde está mi avión? analiza el sistema que ideó el protagonista para conseguir la ingente cantidad de puntos y el revuelo mediático y jurídico que desató cuando pidió oficialmente su caza a cambio de los puntos. Tres capítulos de menos de una hora que cuentan esta increíble historia y que actualmente se puede ver en Netflix.
Good night Oppy (Prime)
¿Se puede llorar por la desconexión de un robot que está a miles de kilómetros de la Tierra? Se puede. Los creadores de Good Night Oppy (Prime Video) consiguieron crear una entrañable historia sobre los dos robots de la Nasa Opportunity y Spirit que durante años exploraron el planeta rojo.
Opportunity, ‘Oppy’ que recorrió y fotografió el suelo marciano es el protagonista del metraje. En un origen, la misión tenía previsto que el robot funcionara en Marte durante “90 soles”, pero el rover circuló 14 años por la rojiza arena marciana, enviando miles de fotografías a la Tierra.
El documental es entretenido, didáctico y sensible, tanto que llega a crear un vínculo entre el espectador y los dos rover, aunque hay partes en la que la personificación de las máquinas se acerca al ridículo.
Myanmar Diaries, (Filmin)
El año 2021 se estrenó con una escena surrealista que presentó su candidatura para alzarse con el galardón de meme del año. Una profesora de aerobic realizaba sus ejercicios ante la cámara delante la Asamblea del Pueblo de Myanmar, el parlamento del país, en la capital Naypidó, cuando vehículos militares abordaban la entrada al complejo del poder legislativo. Quedaba así registrado una de las acciones del golpe de Estado del ejército que se hizo con el poder en la antigua Birmania, encarcelando a varios miembros del Gobierno, incluida la líder del partido más votado, Aung San Suu Kyi.
A través de un mensaje en la televisión, los jefes militares declararon el estado de emergencia por un año y comunicaron que el comandante en jefe Min Aung Hlaing quedaba al mando del país. Comenzó una dictadura que ha reprimido duramente a la población y que protagoniza Myanmar Diaries. Este documental, ganador en la Berlinale, fue realizado por un colectivo de cineastas anónimos birmano que grabó de forma clandestina los abusos del régimen.
Una desgarradora narración de vídeos grabados con el móvil que registran desde el asesinato de una joven a una dolorosa secuencia de varios minutos en la que un niño suplica a las fuerzas de seguridad que no se lleven a su madre de su casa.
The Inventor: Out for Blood in Silicon Valley (HBO Max)
“Elizabeth Holmes ha sido condenada este viernes a 11 años y tres meses de prisión, con otros tres años de libertad vigilada, por defraudar a inversores mientras estaba al frente de la compañía de análisis de sangre a bajo coste, Theranos”. Este era el primer párrafo con el que las agencias informaban de uno de los juicios más llamativos del año en Estados Unidos. Que ningún lector se queje del spoiler porque cuando se dispone a ver The Inventor: Out for Blood in Silicon Valley sabe que esta ante la historia de una gigantesca estafa.
Un país ávido de genios e inventos revolucionarios es también terreno fértil para alumbrar colosales vendehumos. Holmes no solo tenía una idea revolucionaria que iba a reportar miles de millones a sus inversores, además parecía un collage de los últimos “genios empresariales". Una mezcla de Steve Jobs, fundador de Apple y Mark Zuckerberg, creador de Facebook, con la importante ventaja de una gran belleza física. En el 2003 fue la favorita de Sillicon Valley y las empresas de inversión se peleaban por meter dinero en Theranos, que llegó a alcanzar una valoración cercana a los 8.000 euros.
Además, su idea de negocio no era sacar beneficios con un modelo de móvil anual o con la venta de nuestros datos privados, ella garantizaba una vida mejor para la humanidad. Uno de sus inventos, con todas las acepciones de la palabra, era un aparato portátil capaz de realizar un diagnóstico médico completo con una sola gota de sangre. El documental es una gran lección para recordar que detrás de cada CEO con buena cara, traje y discurso se puede esconder un auténtico chapuzas.
Searching for Sugar Man (Movistar +)
En la era de internet, estamos comenzando a olvidar el misterio y magia que suponía no tener todos los datos biográficos de alguien a quien seguimos. ¿Cómo será el locutor de radio de la voz profunda? ¿Qué habrá sido de aquel famoso que hacía de niño en la serie de los veranos?
Esta fascinación por lo desconocido de una estrella es el fundamento del documental Searching for Sugar Man, que cuenta la historia del curioso estrellato del cantante Sixto Rodríguez en la Sudáfrica del apartheid. Rodríguez, cantante de Detroit, había publicado dos discos Cold Fact (1970) y Coming from Reality (1971), sin mucha repercusión en Estados Unidos. Sin embargo, en Sudáfrica tuvo un enorme éxito y su figura pasó a la historia como la de un cantante de culto sin que él mismo lo supiera.
La censura del régimen sudafricano agravó el misterio por el que fans y profesionales de la música se volvieron locos por encontrar datos sobre el cantante de Detroit. ¿Había muerto? ¿Se había retirado? La cinta narra el empeño de varios seguidores por descubrir qué había sido de Sixto. Una fascinante historia, con alguna interesada omisión que no desvelaremos para no dañar la trama, que logró el Oscar al mejor documental y que ayudó a resucitar la carrera del músico con conciertos internacionales. Dos años después de haber conseguido la estatuilla dorada, el director de la cinta, el sueco Malik Bendjelloul se suicidó a los 36 años.
Ciudadanomedio
La última frase sobra. No aporta nada a la historia, y lo que no es necesario está de más.