La dolce vita no fue solo una película, fue un estilo de vida, una forma de vestir, un tipo de música y una forma de hacer periodismo que se desarrolló en una dorada Roma convertida en como un Hollywood europeo, así lo demuestra la exposición organizada en la Sala Canal de Isabel II.
A través de la mirada de importantes fotógrafos como Arturo Zavattini, Marcello Geppetti y Tazio Secchiaroli, Los años de la dolce vita, recrea los años 50 y 60, en los que el cine tuvo una importancia fundamental al coincidir con la era de oro de los estudios Cinecittà.
Fundados por Mussolini, los legendarios estudios de cine romanos atrajeron a destacados directores norteamericanos y a consagrados artistas que hicieron de Roma el centro cinematográfico más importante, ya que consigueron trasladar la meca del cine a Europa.
Los legendarios estudios de cine romanos atrajeron a destacados directores norteamericanos y a consagrados artistas.
Brigitte Bardot saliendo de un restaurante, Jacqueline Kennedy paseando con su hija Carolina, John Wayne bebiendo de una botella en la calle, Audrey Hepburn haciendo la compra o paseando a su perro, Richard Burton y Liz Taylor besándose, o Ava Gardner en el ascensor del Hotel Excelsior, se convirtieron en escenas habituales de una ciudad en ebullición.
Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de la exposición, considera que Fellini elevó la dolce vita "a la categoría de mito, y lo hizo a través de su película, en la que refleja esa época de esplendor presente en la muestra".
Toda Europa miraba hacia Roma, convertida en el Hollywood europeo, "y todos los directores norteamericanos querían ir a rodar allí", comentó la comisaria, que ha querido tratar también en el recorrido de la exposición otros aspectos, además del cine, que rodean ese esplendor.
Entre estos destaca el "made in Italia". Un nuevo estilo y una nueva elegancia, liberados de las reglas ultraconvencionales, lleno de imaginación, color y osadía "cuyos grandes intérpretes fueron las firmas de lujo Brioni y Bulgari.
Además de dos creaciones masculinas creadas por Brioni, la muestra exhibe fotografías de Rock Hudson, Clark Gable o Anna Magnani probándose un traje en la tienda Brioni o a Robert Wagner, Tyrone Power, Cary Grant o Gary Cooper luciendo creaciones de esta firma.
Grandes dibujos de joyas creadas por Bulgari se muestran junto a imágenes de las actrices que las lucieron, como Elizabeth Taylor, Ingrid Bergman o Anita Ekberg. La moda femenina está representada por un vestido de Valentino y otro diseñado por Cristóbal Balenciaga, que han sido cedidos por el Museo del Traje de Madrid.
Fellini elevó la Dolce Vita a la categoría de mito. Todos los directores querían rodar en Roma. Era la época de esplendor.
"En la exposición no hemos querido mostrar grandes fotos del rodaje de "La dolce vita" sino de la propia Roma, de lo que ocurría en vía Véneto. Roma estaba en plena efervescencia, era el centro cosmopolita al que se fueron a vivir los grandes", que fueron retratados por importantes fotógrafos.
Entre estos se encuentra Tazio Secchiaroli, cuya vida inspiró al personaje de Paparazzo en la mítica película de Fellini y con el que se definió a partir de entonces a los "paparazzi", fotógrafos que persiguen a las celebridades.
El recorrido por esta "dolce vita", en la que no faltan las imágenes más emblemáticas de la película de Fellini, finaliza con el documental inédito en España "Hollywood sobre el Tíber" realizado por el periodista, crítico y director de cine Marco Spagnoli, uno de los mayores especialistas en esta época. Las más de cien imágenes exhibidas además de las otra piezas que se muestran forman un conjunto que reproduce el contexto cinematográfico y cultural de aquel entonces.