Los promotores de la Fiesta del Cine han confirmado este lunes las fechas para la sexta edición de esta iniciativa, que se celebrará del 31 de marzo al 2 de abril. Durante estos tres días, como ya sucedió el pasado mes de octubre, las salas rebajarán el precio de las entradas a 2,90 euros, esperando repetir el éxito.
La última convocatoria registró más de un millón y medio de espectadores durante tres días, lo que supuso multiplicar por seis la asistencia respecto a una semana normal y un 98% más que en la edición de 2012. Ese éxito conjunto propiciado por un acuerdo entre productores (Fapae), distribuidores (Fedicine) y exhibidores (Fece) animó a grupos como Cinesa o Yelmo a lanzar un mes después sus propias promociones con precios rebajados.
En enero de este año, todo el sector volvió a ponerse de acuerdo para lanzar los miércoles al cine, una nueva iniciativa que permite ir al cine en más de 350 salas a partir de 3,90 euros por sesión. Según la federación de exhibidores, el impacto de esta última promoción, que en principio durará hasta el 15 de abril, ha sido positivo, ya que se está doblando la asistencia con respecto a un miércoles normal.
Además de los miércoles al cine, el sector anunció que la Fiesta del Cine comenzaría a celebrarse con carácter semestral, en lugar de anual. En 2013 los cines españoles recaudaron un 16% menos en taquilla frente a 2012, al pasar de 606 millones de euros a 508 millones de euros, según cifras de la consultora Rentrak.
El sector busca alternativas
El aumento del Iva del 8% al 21% en las entradas -el más alto de la eurozona-, la caída de especatdores y el aparente estancamiento de la Comisión con representantes de los ministerios de Cultura, Hacienda, Industria y Economía, además de miembros de la Vicepresidencia y Presidencia del Gobierno, con el objetivo de sentar las bases para el estudio de un nuevo modelo de financiación del cine castigaron al cine durante 2013.
Buscando abrir espacios, exhibidores y distribuidores ensayan una bajada de precios. Lo han hecho en varis ocasiones, la más reciente en octubre. Consiguieron un efecto masivo. ¿Dónde está el acertijo en el precio de la entrada? ¿En la dramática pérdida de poder adquisitivo de la ciudadanía? ¿Puede financiarse un sector con entradas a precios más bajos?
Ya lo dijo Enrique González Macho, el presidente de la Academia de Cine: "El precio medio en España de una entrada de cine es de 6,7 euros. Es posible que se pueda ajustar, pero no puede ser nada espectacular, porque si se rebaja un 10 por ciento hablamos de 60 céntimos, sin olvidar que el 25 por ciento son impuestos".
Situación del cine en España
Se rueda menos, se recauda menos y el número de espectadores sigue cayendo en picado. Las políticas gubernamentales -subida del IVA y recorte de subvenciones- han hundido aún más a un sector convulsionado por la piratería y las dificultades para adaptarse a los cambios tecnológicos. El cierre de Alta Films en mayo, la productora, distribuidora y exhibidora de Enrique González Macho, que llegó a tener más de 200 salas de proyección en todo el país y que apostaba por el mejor cine de autor, se ha convertido en un digno también en un síntoma de decadencia y una oportunidad de revisión.
Se rueda menos, se recauda menos y el número de espectadores sigue cayendo en picado.
A falta del oxígeno que en 2012 logró Lo imposible, de J.A. Bayona, que recaudó 40 millones de euros, casi un tercio del total de la taquilla española, las perspectivas para este año son más sombrías. La recaudación de las tres películas españolas más taquilleras de 2013, con datos hasta mediados de diciembre de Box Office Mojo -Zipi y Zape y el club de la canica (4,9 millones de euros), Los amantes pasajeros (4,7 millones) y Las brujas de Zugarramurdi (4,7 millones)-, no suma ni la mitad de aquel récord.
La Asociación Española de Cinematografía (AEC) prevé una caída global de la facturación en taquilla del 20 % y no pintan mejor las cosas en la producción, con una disminución del número de rodajes del 28 % y de los estrenos de un 24 %, según datosùblicados hasta septiembre. Con unas subvenciones públicas de 49 millones de euros incluidas en los presupuestos de 2013 -un 35 % menos que el año anterior-, el año comenzó con las esperanzas de la industria puestas en un nuevo modelo de financiación que compensara el descalabro con mayores incentivos fiscales, entre otras medidas.
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El número de rodajes ha caído un 28 % y el de los estrenos de un 24 %. Se espera que la taquilla se desplome 20% más.
El éxito de la Fiesta del Cine -tres días de octubre en los que 1,5 millones de personas compraron entradas a un precio especial de 2,90 euros- animó el debate sobre la conveniencia y la rentabilidad de una rebaja de precios, más allá de esa "fiesta" que anualmente organizan de forma conjunta productores (Fapae), exhibidores (FECE) y distribuidores (Fedicine). De hecho, sólo unas semanas después, grupos como Cinesa y Yelmo lanzaron por su cuenta promociones similares -tres días a un precio especial de 3,50 euros- que sembraron expectativas sobre una posible guerra de precios. ¿Perspectivas? El sector se replantea y busca respuestas: revisión del precio de la entrada está entre los escenarios.