“El actual sistema de subvenciones ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar”, declaró este jueves el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, durante el III Encuentro Anual de Productores Audiovisuales Españoles. Ese mismo día, el Boletín Oficial del Estado publicaba la concesión de ayudas para la participación de películas españolas en festivales durante el año 2011, de las que se han beneficiado 74 largometrajes.
El entramado de ayudas al cine, un elemento polémico del sector audiovisual español, centró buena parte del discurso de Wert en el encuentro del jueves. El objetivo de Cultura no es otro que la reducción de las subvenciones a la producción cinematográfica. La alternativa que presenta el departamento de Wert a los productores es un aumento de los incentivos a la participación privada, que todavía no se ha concretado.
Actualmente, la ley contempla una desgravación del 18% para la inversión cinematográfica, si bien el titular de la cartera de Cultura ha apuntado a un incremento de este porcentaje en la Ley de Mecenazgo que irá “mucho más allá” de ese 18% actual, sin entrar en más detalles sobre cuál será la cifra definitiva o, al menos, aproximada.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Pedro Pérez, sugirió, minutos antes de la intervención del ministro, un incentivo fiscal del 40%. "Creemos que, si hay una ayuda fiscal del 40%, acudirá mucho dinero que no está en este momento en el mundo audiovisual. Sería una manera de que ese dinero viniera a invertir en el audiovisual", explicó Pérez.
Reparto de subvenciones
Actualmente, el Ministerio de Cultura mantiene 11 líneas de subvenciones a la producción cinematográfica. El jueves 1 de marzo, el BOE publicó la tanda más reciente: las ayudas a participación de películas españolas en festivales durante el año 2011. En total, 74 películas se repartieron cerca de 600.000 euros, a una media de unos 8.000 euros por película.
Las grandes beneficiadas fueron La piel que habito, dirigida por Pedro Almodóvar y producida por El Deseo, con 40.000 euros para asistir a Cannes; La voz dormida, dirigida por Benito Zambrano y producida por Maestranza Films y Mirada Sur, que se llevó 20.000 euros para asistir al Festival de San Sebastián; Cinco metros cuadrados, producida por Aliwood Mediterráneo Producciones, a la que han sido concedidos 19.751,17 euros para acudir al Festival des Films du Monde de Montreal, en Canadá; y la triunfadora de los Premios Goya, No habrá paz para los malvados, dirigida por Enrique Urbizu y producida por Lazona Films, Telecinco Cinema y Manto Films, que ha recibido 19.712,41 euros para su asistencia al Festival de San Sebastián.
En dos semanas, se entregarán las ayudas a la amortización de películas, las más cuantiosas que concede el Estado. Estas asignaciones se otorgan a largometrajes ya estrenados, en función de la recaudación que hayan conseguido en taquilla. La directora general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Susana de la Sierra, afirmó el jueves que el Estado cumplirá con los compromisos vigentes en cuanto a ayudas a la producción se refiere, si bien el próximo año el número de líneas de subvenciones se verá reducido. "El año pasado hubo 11 líneas de ayudas. Este año no podrá haberlas", declaró.
Transición hacia un sistema mixto
Tanto las palabras de Wert y De la Sierra, como las declaraciones del secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, a El País, apuntan hacia una transición en el sistema de financiación de la producción cinematográfica. El mismo jueves Lasalle explicó en una entrevista concedida a la edición impresa del diario que "estamos en un proceso de transformación de los cauces de financiación del cine".
Reforzando las palabras de Wert ante los productores, Lasalle afirma en las páginas del periódico que, en estos momentos, hay que hacer "una mayor apuesta por la desgravación" pero que un 18% "no hace lo suficientemente atractiva esa vía como para poder explotarla de manera eficiente". La desgravación sería el primer paso para "llevar a cabo un proceso de transformación que mezcle el modelo público y el privado".
En cuanto a la reducción de las subvenciones, Lasalle justifica que "no podemos poner sobre la mesa todos los años 400 millones de euros para apoyar al cine, como hace Francia", y augura "un presente muy complicado" para el cine español.