El Festival de San Sebastián atesora verdaderas joyas en su sección Zabaltegi-Tabakalera, en la que no hay ni limitaciones ni normas de estilo, género o duración. Una de las maravillas que descubre el certamen en su 69ª edición es el documental Retour à Reims, la adaptación libre que realiza el documentalista Jean-Gabriel Périot de la novela homónima de Didier Eribon, con un potente material audiovisual de archivo de la clase obrera francesa desde los años 50 hasta nuestros días.
En esta ocasión, la voz de una mujer -la de la actriz Adéle Haenel- sustituye a la de Eribon y narra las fatigas y los esfuerzos de su familia humilde a lo largo de su vida. Un día, su madre le confiesa que ha votado al Frente Nacional. "¿Cómo es posible que les votes, si están en contra del aborto?", le rebate, a lo que ella responde: "Es un mal menor".
Para Périot, que ya presentó en el Festival de San Sebastián Nuestras derrotas (2019), lo más brillante de la obra de Eribon es que "en pocas líneas explica de forma clara lo que les ocurrió a algunos trabajadores que cambiaron del partido comunista a la derecha o al Frente Nacional" y, aunque no cree que existan elementos nuevos en sus páginas, considera que su virtud reside en la manera "clara y fácil" de explicarlo a los jóvenes. "Es es uno de los motivos por los que quise compartir una parte de la historia de la clase trabajadora", ha señalado en declaraciones a Vozpópuli.
Las personas necesitan sentirse representadas y notar que pertenecen a un grupo, y cuando una parte de esa clase obrera no se ha sentido representada, no tenía espacio para expresarse, y entonces se han sentido un poco alojados en el nacionalismo", ha señalado el director
Périot, que se siente "desencantado" con la política, afirma que en el caso de su familia, que ha militado en la izquierda, no hubo un cambio de voto, sino que simplemente "fueron hacia la abstención, hacia el desinterés político", como le ha ocurrido a tantas personas. Sin embargo, advierte que "una parte de los votantes del Partido Comunista Francés han migrado al Frente Nacional".
"Las personas necesitan sentirse representadas y notar que pertenecen a un grupo, y cuando una parte de esa clase obrera no se ha sentido representada, no tenía espacio para expresarse, y entonces se han sentido un poco amparados en el nacionalismo", apunta. Entonces, si las estructuras "ya no representan o desaparecen, el sentimiento de pertenecer a esa clase se diluye", tal y como argumenta.
A su juicio, en el centro de todo este cambio juega un papel muy importante la "desilusión" que no obstante no cree que sea exclusiva de un bando político. "Bolsonaro, Trump, Orban... La gente vota por los candidatos que están contra la democracia. No creo que todo el mundo sea fascista, pero tiene unos efectos muy concretos en la vida cotidiana de los ciudadanos", apunta.
Los que están ahora en esa izquierda o extrema izquierda han decidido renunciar a los temas relacionados con la justicia social o laboral, cuando se creó precisamente para luchar por esos asuntos", lamenta Périot
Respecto a ese "mal menor" que se sacrifica al migrar de la izquierda a la derecha, y que oculta cuestiones que en otra época fueron fundamentales -igualdad, justicia y otros derechos sociales-, el director opina que por encima de todo, lo más importante es "pertenecer a un grupo", y eso conlleva que uno no puede "estar de acuerdo en todos los temas". "Tenemos que decidir qué puntos de desacuerdo vamos a silenciar si queremos pertenecer a ese grupo. Y justo los que están ahora en esa izquierda o extrema izquierda han decidido renunciar a los temas relacionados con la justicia social o laboral, cuando se creó precisamente para luchar por esos asuntos", lamenta Périot.
La clase obrera en el cine
En Retour à Reims, que se presentó en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, su director recurre a archivos de documentos políticos de todas las películas previas a 1968, para observar cómo el cine y la televisión había representado a la clase obrera. Por un lado, imágenes de la televisión francesa que parecen cine porque no han podido ser restaurados y que suponen "maravillosos documentales". Por otro, "cine de ficción, documental de autor o militante", con imágenes de obras de Jean Vigo o Germaine Dulac.
"Quería observar cómo eran representados diferentes partes de los temas de la clase obrera, y aunque ahora parezca algo muy lejano, ha habido un lugar que se ha dejado al cine o la televisión para hablar de la clase obrera que ha desaparecido en los años 80", explica.