“La marca de la felicidad” es una delicada simbiosis entre la historia y la técnica. La historia de un producto donde la realidad se ha dejado manchar por la ficción y una técnica de marketing que demuestra que el éxito se puede buscar y construir.
Su autor, Félix Muñoz, tiene la habilidad para recomponer la marca en paralelo al transcurrir histórico de un modo ameno y didáctico, lo cual ya es mucho para los tiempos que corren. No hay crítica al producto, pero si interesantes reflexiones sobre su posicionamiento en el mercado. El autor lo deja caer: “el secreto de la compañía es no vender felicidad, sino intentar ser feliz”.
Los numerosos códigos QR que aparecen insertados en el texto, nos llevan a un recorrido histórico por la marca en España, donde no falta Julio Iglesias o Carmen Sevilla; Maradona o Arconada. Hasta tenemos un hueco para David Beckham y la marca rival. Los osos nos llevan al invierno y el atasco a un grupo de nuevos amigos. Por supuesto que también hay el momento erótico con el repartidor que llega a la oficina en el momento más inesperado.
Después de sus 200 páginas en el lector queda un poso de felicidad que puede llegar a ser cargante, pero dadas las fechas en las que estamos siempre hay que dejar un hueco para una sonrisa. Y ese es uno de los grandes recursos de la marca. Un entierro que se convierte en un canto a la vida y a las penosas condiciones de vida en algunas regiones de África en una manera de unirnos. Puede gustar o no, pero esta marca sabe dónde está la chispa de la vida.
FICHA
Título: La marca de la felicidad.
Autor: Félix Muñoz.
Editorial: LID Editorial.
Precio: 19'90 euros.