El jurado del premio Cervantes escogió a la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi (Montevideo, 1941) como ganadora de la edición 2021. En las motivaciones subtayó "su trayectoria como una de las grandes vocaciones literarias de la actualidad en una gran variedad de géneros y su compromiso continuo con temas contemporáneos”. La obra de Rossi se caracteriza por la militancia antiautoritaria y la exploración de las identidades sexuales más allá de los estereotipos establecidos. También por representar la disolución de vínculos y la precariedad material de la vida contemporánea. El premio está dotado con 125.000 euros y constituye el más prestigioso galardón de las letras en español. Entre sus extensa obra, traducida a más de veinte idiomas, destacan títulos como La nave de los locos (1984), El amor es una droga dura (1999), Habitaciones privadas (2012), Los replicantes (2016) y Todo lo que no te pude decir (2017).
Tanto en su obra como en sus últimas intervenciones públicas, Peri Rossi lamenta la deriva insustancial de la vida cotidiana contemporánea. “Creo que la belleza -aún la del horror, como en un cuadro de Goya o en una película de Visconti- se está perdiendo, en parte por la aceleración del capitalismo. Ya Freud señalaba que la causa de la neurosis contemporánea era la velocidad del desarrollo técnico y decía esto antes de la Segunda Guerra Mundial. Si una editorial me exige un libro por año, difícilmente podré dedicarme a esperar los momentos de mayor inspiración, aquellos en que surge la metáfora reveladora o la frase sugestiva. Salvo que le pague a un ‘negro’ que documente, la escriba y yo solo la firme dándole algunos toques propios. Como dijo hace unos quince años una editora importante: ‘No me importa que se lean los libros que edito, me importa que se vendan’. Yo soy demasiado vieja ya para venderme”, explicaba en una revista feminista en 2020.
Desde los convulsos años setenta, su obra fue censurada en Uruguay por la dictadura militar, que prohibió también la mención de su nombre en los medios de comunicación. La autora tomó el camino del exilio a Barcelona en 1972, decisión que seguramente salvó su vida. “La primera vez que escribí sobre esa ciudad, hace muchos años –en un libro llamado Barce-donas, en el que participamos sólo mujeres–, yo hablaba de que las ciudades tienen sexo. Y a mí me parece que Barcelona es una ciudad bisexual, con elementos masculinos y femeninos", señalaba.
Barcelona, más divina que de izquierda
También destaca Rossi la antigua ebullición de la Ciudad Condal. “Me tocó vivir una etapa bonita de Barcelona: la de la muerte de Franco, esos años de la Transición, en los que estuve vinculada a los poetas, escritores y artistas de esta ciudad. Fue una época interesante, con cierto parecido a lo que yo viví en Uruguay. Allí con más intensidad, porque eran más revolucionarios. Por eso digo que la gauche divine fue siempre más divina que gauche, ¡mucho más divina que gauche! Fue un desperdicio porque no tuvieron suficiente.. Había un grupo de mujeres, Esther Tusquets, Ana María Moix, Beatriz de Moura, que hubieran podido ser el Bloomsbury de Virginia Woolf. Se podría haber dado algo parecido a los salones de mujeres aquí en Barcelona. Pero no cuajó, un poco por pereza y porque el hecho de haber vivido tantos años con la dictadura nos había dejado con un enorme complejo de inferioridad. Digamos que teníamos la autoestima muy baja”, lamentaba.
La obra de Peri Rossi se preocupa por la vida trivial de las personas bajo sistemas sociales rígidos, como son el capitalismo y el nacionalismo", destaca el experto Jeung Seung Hee
La obra de Peri Rossi ha sido estudiada en universidades de todo el planeta y es una celebridad en países como Corea del Sur . El experto Jung Seung Hee, de la Universidad Nacional de Seúl, destaca en uno de sus estudios que la autora “se preocupa por la vida trivial de las personas bajo sistemas sociales rígidos, como son el capitalismo y el nacionalismo, en primer término. El capitalismo extendió su poder y se convirtió en una manera universal de vivir en nuestro tiempo, controlando el deseo individual en aras de la eficacia del sistema. Peri Rossi considera ese fenómeno como la contemporaneidad de nuestros días y observa minuciosamente el poder del capitalismo en la vida diaria. En bien del sistema, la pasión y el deseo humanos se deben controlar porque no contribuyen para la productividad del capitalismo”, escribe
Respecto a los conflictos de género, aclaró su postura en una entrevista de 2017 con El Cultural: “La mayor asimetría del mundo es la sexual, hombres y mujeres somos completamente diferentes. Lo aseguran científicos que estudian el cuerpo de hombres y mujeres, lo dicen los psicólogos también. Esas diferencias son un abismo que hay que franquear con todos los conflictos, seducciones, frustraciones y malentendidos que implican. No es lo mismo menstruar que no menstruar, parir que no parir, no es lo mismo que un cerebro de mujer tenga miles de neuronas espejos y que el del hombre no”, explicaba.
Sus influencias literarias abarcan clásicos latinoamericanos como Borges, Cortázar y Clarice Linspector (a quien tradujo), así como autores anglosajones empapados de critica social como Ray Bradbury, J.D. Salinger y Jonathan Swift. Hasta el momento, solo seis mujeres han sido galardonadas con el Cervantes en sus 41 años de historia, contando con la actual premiada: las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992), la mexicana Elena Poniatowska (2013) y la uruguaya Ida Vitale (2018). Peri Rossi ha tenido una carrera plagada de distinciones: fue la primera mujer en obtener el premio de poesía de la Fundación Loewe con Playstation (2009) y ha conseguido, entre otros galardones, el Ciudad de Barcelona, el NH Mario Vargas Llosa de relatos, el Quijote y el prestigioso Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2019.