Más claro no pudo decirlo David Trueba en su texto El éxito: “los encierros de San Fermín son la más contundente aportación audiovisual nacional al mercado extranjero”. Vamos, una factoría de ensoñaciones y sublimaciones: el hombre ante el toro, la multitud entera persiguiendo al astado. En Estados Unidos, “capital mundial del espectáculo”, dice el cineasta y escritor, es ya casi un “mito formativo para los jóvenes pasar por los sanfermines”. A mitad de camino entre “rito iniciático” patrocinado por Hemingway –dice Trueba- y el desafuero para principiantes, San Fermín recibirá este año –como todos- oleadas de entusiastas jovencitos que harán corro entre quienes sí entienden por qué hacen lo que hacen.
Para retomar el argumento inicial de Trueba –el poder audiovisual de San Fermín-, un brevísimo recorrido por la filmografía de esta fiesta pone de manifiesto el influjo que los encierros tienen sobre los realizadores, desde documentales como Sucede en San Fermín (1957), con guión de Rafael García Serrano y dirigida por Francisco Centol; Porque llegaron las fiestas, realizado en 1980 por Jesús Sastre; The Runner, de Esteban Uyarra o Sanfermines 78, de Juan Gautier y José Ángel Jiménez, hasta ¡Fiesta!, la adaptación que hizo Henry King de la novela The Sun also Rises, de Ernest Hemingway, protagonizada por Tyrone Power, Ava Gardner y Errol Flynn –ninguno, por cierto, pisó suelo pamplonés-. De hecho la película fue rodada casi completamente en Morelia, en México. Sin embargo, al momento de montar el largometraje, se incluyeron imágenes en Pamplona. En Don Quijote, Orson Welles hizo que el hidalgo y su compañero Sancho Panza atravesaran en el tumulto de un encierro. Fue una película complicada, sin presupuesto y que el propio Welles pagó de su bolsillo. Desafortunadamente, no llegó a terminarla.
Trailer ENCIERRO La Pelicula from D4D3D on Vimeo.
Dentro de la filmografía de San Fermín hay producciones cinematográficas que destacan justamente por el ángulo desde miran y narran la fiesta pamplonica, y ese es el caso del documental en 3D Encierro. Como la definen sus productores, se trata de una película que intenta desentrañar historia de detrás de corredores, sobre por qué corren en una carrera donde no hay a cambio nada: ni siquiera premios o dinero. “Un largometraje de acción, donde la emoción y la tensión es continua; una producción cargada de violencia pero también de belleza delante de una estampida de toros de 600 Kg”. Puro espectáculo y adrenalina, intercaladas con el testimonio de seis corredores que aportan su visión de la fiesta.
Producido en España y dirigido por el holandés residente en San Sebastián Olivier van der Zee, el documental lleva por subtítulo Bull running in Pamplona. Y realmente es ese el sentido de los 80 minutos que dura la película: las secuencias rápidas y violentas grabadas con una cámara de Alta Velocidad 3D suspendida de un cable de 270 metros sobre las calles de Pamplona. “La primera vez que vi un encierro en televisión, mis ojos no podían creerlo. Simplemente aquello no tenía sentido para mí. Vi a hombres vestidos impecablemente, corriendo y cayendo dolorosamente al suelo, pisoteados por toros espantosamente grandes y aterradores ", comentaba el director el año del estreno del documental, que recibió magníficas críticas en 2012, el año de su estreno. Estos días pueden ser una buena ocasión para volver a verlo.