Septiembre es el mes donostiarra, al menos en lo que al cine respecta. Este viernes tendrá lugar la gala de inauguración de la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián, que en esta oportunidad eleva la apuesta con una programación ampliada en su sección oficial y una alfombra roja plagada de estrellas del cine internacional. Su director y responsable, José Luis Rebordinos se encuentra al frente de la organización desde hace seis años. Desde entonces, la visibilidad internacional del Festival ha aumentado. "Creo que eso se debe, en buena medida, al hecho de que se ha establecido una línea de trabajo directa con la industria y con todos los sectores que la conforman: productores, publicidad, distribuidores", contesta Rebordinos, vía telefónica, en la víspera de la inauguración. No tiene mucho tiempo disponible. Y se nota. La prisa suena.
Este viernes tendrá lugar la gala de inauguración de la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián, que en esta oportunidad eleva la apuesta
Puede que la número sesenta y cuatro sea una de las entregas con mayor repercusión mediática, gracias a los Premio Donostia para los estadounidenses Ethan Hawke y Sigourney Weaver. El primero presentará el remake de Los siete magníficos de Antoine Fuqua, mientras que la actriz participa en la película Un monstruo viene a verme, del director español J.A. Bayona. El festival estrena esta edición un Premio al Cine Latino, que busca establecer nexos con la industria iberoamericana y que en esta oportunidad se concede a Gael García Bernal. Ene se sentido, y en lo que a premiso respecta, Rebordinos lo tiene muy claro: "los premios Donostia son una forma de traer estrellas al festival". A juzgar por los resultados, el reconocimiento como una forma de relaciones públicas parece rendir sus frutos. En estos días se espera que por la alfombra roja del Kursaal y la entrada del Hotel María Cristina, dos de los puntos más concurridos, desfilen Monica Belluci, Julia Roberts, Hugh Grant, Jennifer Connelly o Richard Gere.
Coincide esta edición del Festival con el año de Capitalidad Europea de la Cultura de San Sebastián, y aunque existe una programación conjunta y actividades puntuales compartidas, Rebordinos descarta que la presencia de tantas estrellas internacionales esté directamente relacionada con este asunto. Otro ‘evento’ más tendrá lugar mientras dure el Zinemaldia: las elecciones vascas previstas para el día 25. Justo al día siguiente de acabar el Festival. Aunque esto, insiste el director, poco podría afectar la normalidad de todo el evento. En lo que a la oferta de programación respecta, entre los platos fuertes de esta edición está Snowden, el largometraje de Oliver Stone que narra la vida del profesional de la informática estadounidense que filtró información clasificada a los principales medios en 2013. La película vendrá arropada por el director Oliver Stone y su pareja protagonista Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley, quienes estarán en San Sebastián. A esa se suma Pastoral americana, de Ewan McGregor. EL debut del actor como realizador tiene lugar con una historia basada en la célebre novela de Philip Roth.
Rebordinos lo tiene muy claro: "Los premios Donosti son una forma de traer estrellas al festival". El reconocimiento como una forma de relaciones públicas parece rendir sus frutos
Javier Bardem, quien acude como como productor del documental sobre Bigas Luna (Bigas x Bigas) es una de las presencias españolas más destacadas junto a Jordi Mollà, Aitana Sánchez-Gijón y Leonor Watling. Una de las primeras invitadas en llegar ha sido la realizadora francesa Emmanuelle Bercot y la actriz danesa Sidse Babett Knudsen (protagonista de la serie de televisión Borgen), que inauguran la fiesta con La doctora de Brest. A José Luis Rebordinos le queda trabajo, y de sobra. De momento, contesta estas preguntas a Vozpópuli.
-En su sexto año al frente del Festival de Cine de San Sebastián. La organización y el evento han crecido en ese tiempo ¿A qué se debe? ¿Hay más ayudas públicas o aumento del patrocinio privado?
-Digamos que el acompañamiento público es parecido al que había cuando llegamos. A pesar de algunas disminuciones durante los peores años de la crisis, las aportaciones públicas se mantuvieron más o menos igual. Sí que ha aumentado algo el presupuesto privado, es verdad. Creo que eso se debe, en buena medida, al hecho de que se ha establecido una línea de trabajo directa con la industria y con todos los sectores que la conforman: productores, publicidad, distribuidores. En los últimos años se ha duplicado el número de acreditaciones. Cuando llegamos había 700 acreditados, hoy sobre pasamos los 1.400.
-¿Afecta la inestabilidad política al Festival? ¿La espera por los nuevos nombres del Gobierno Vasco y del Gobierno central retrasa una nueva junta para presentar el plan de trabajo?
-He visto varios titulares de ese tipo, cuando no es así. Esto es algo normal. Cuando llegamos, presentamos un programa para cuatro años, en este momento, como prevemos que puede haber cambios por las elecciones en Euskadi, estamos esperando un nuevo consejo, porque queremos presentar otro plan de cuatro años. Es una propuesta de recuperación de la industria española en general. Pero eso no tiene nada de extraordinario. Esperamos a esa nueva junta porque nos parece lo más lógico.
Acerca del IVA del 21%: "Yo no opino de eso. No puedo hacerlo. Soy el director de una institución en la que participan otros cuatro miembros, entre ellos el gobierno central"
-¿Qué opinión le merece la política de gobierno que atañe al sector? Se lo pregunto por el 21% de IVA , las escasas exenciones fiscales…
-Yo no opino de eso. No puedo hacerlo. Soy el director de una institución en la que participan otros cuatro miembros, entre ellos el gobierno central. Entenderá que no estoy en posición de comentar nada al respecto.
-Hay 17 películas vascas en Zinemira ¿Está mejor el cine en el País Vasco que en el resto de España?
-Las cifras positivas en el cine vasco son consecuencia de un proceso previo. Es la suma de mucha gente empujando en la misma dirección. Desde hace unos años, se ha impulsado un acuerdo entre los productores y la televisión vasca. Eso permitió ampliar el diálogo con las instituciones. El propio festival ha incentivado una relación fluida entre todos los agentes que lo conforman. Debido a la crisis, el dinero para el cine no es todo el que necesitaríamos, pero creo que cuando la situación mejore estarán dadas las circunstancias para poder asignar más dinero a los proyectos.
-¿Los Premios Donosti sirven para fichar estrellas en la alfombra roja o la presencia de tantas este año tiene que ver con la capitalidad europea de San Sebastián?
-La presencia de más actrices y actores de primer nivel no tiene nada que ver con la capitalidad cultural europea de San Sebastián de 2016. Todos los años trabajamos para traer lo mejor al Festival. Los premios Donosti son una forma de traer estrellas y de reconocer el trabajo de esos actores que nos gustan y respetamos. Habría que decir que las ediciones en la que ha habido más estrellas ha sido en el 60 aniversario y en esta ocasión. También hay que decir que eso depende del azar: de las giras de promoción de las películas; de los rodajes en los que estén...
"La presencia de más actrices y actores de primer nivel no tiene nada que ver con la capitalidad cultural europea de San Sebastián de 2016"
-¿Alguna ausencia que lamente especialmente este año?
-Queríamos traer a Anne Hathaway, pero este año está rodando mucho y no ha podido venir. Nos había encantado presentar Colossal, de Nacho Vigalondo, también con ella.
-Hay dos películas que estarán en esta edición: Snowden, de Oliver Stone y American Pastoral de Ewan McGregor. ¿Expectativas altas, supongo?
-Son dos películas muy esperadas. Estamos muy contentos de haberlas conseguido. Snowden es una de las películas más potentes de la carrera de Oliver Stone, que nos retrotrae a lo mejor de su filmografía. Tiene contenido político, por un lado, es un thriller, una película llena de tensión. Pastoral Americana, de Ewan McGregor, también. Es muy valiente Ewan McGregor haya elegido para debutar esa novela Philip Roth. Estoy seguro, claro, de que será discutida en cuanto a la calidad de la adaptación, pero la verdad es que se trata de una película poderosísima, que aborda la anormalidad. No te deja indiferente.
-¿Cuál es su visión del cine que se ha hecho en estos últimos cinco años en España?
-Hay un dato que es contradictorio y que no tengo ni idea de porqué se produce. Justo en los años de crisis, con la cantidad de paro que existía en el sector y las duras condiciones económicas, el cine español ha conseguido una fuerza que en otros años no poseía. Este año tenido estrenos españoles en todos los grandes festivales. El cine español vuelve a estar en el mundo, con Julieta, que además irá a los Oscar. Ha sido un año estupendo, y no sólo por los estrenos que hemos tenido, sino también por aquellos que están por venir. Es contradictorio que justo en sus peores años d crisis, se haga el mejor cine en España. Eso por una parte. Hay otro rasgo muy marcado. Temáticamente hay dos constantes que se repiten más que en otras épocas: el cine de género y películas que remiten a la realidad social. Esto último es hasta cierto punto normal. Si sigues la historia del cine notarás esa relación de los realizadores con la realidad.
"Justo en los años de crisis, con la cantidad de paro que existía en el sector y las duras condiciones económicas, el cine español ha conseguido una fuerza que en otros años no poseía"
- En esta edición hay una vocación de análisis de la realidad. Hay un ciclo sobre cine y violencia global
-Es una retrospectiva. Cada año hacemos una y este está dedicada a la violencia global. Eso tiene dos explicaciones, por una parte somos una comunidad autónoma que ha vivido las violencia de ETA, afortunadamente estamos asistiendo a la superación de ese conflicto, así que este era un buen momento para reflexionar. Por otra parte, la propia organización de la capitalidad, además, tiene una línea sobre el conflicto. Esa es la razón que ha motivado este ciclo.