Llevar el ritmo se hace cada vez más complicado. A las estanterías de las librerías no paran de llegar novedades. Metabolizar, procesar y sufragar toda esa información es un acto épico. Porque seamos sinceros: un libro –dependiendo de la edición- puede estar entre unos 15 y 22 euros. Y si calculamos que, a la semana, suelen salir alrededor de cinco o seis novedades, pues no queda otra que priorizar.
Si bien es cierto que toda lectura es un acto individual, una reafirmación o contradicción de los propios gustos, a veces los lectores echamos en falta una guía mínima de supervivencia para, al menos, dar lo más cerca posible de la diana. En las últimas dos semanas –Sant Jordi se acerca-, los principales sellos han sacado una serie de libros que ponen los dientes largos a más de un lector.
Además de los títulos que ya hemos mencionado en listas anteriores, la editorial Seix Barral publica dos libros por los que vale la pena arriesgar: La buena reputación, de Ignacio Martínez de Pisón y De noche andamos en círculos, del peruano Daniel Alarcón. La primera es una novela que reflexiona sobre pertenencia. En sus páginas, Martínez de Pisón narra la historia de una familia española a lo largo de treinta años. Melilla, Tetuán, Málaga, Zaragoza o Barcelona son algunos de los destinos que siguen sus generaciones. A través de ese itinerario, el escritor aragonés traza un mapa entrañable en el que muchos encontrarán rasgos de su propia historia.
El segundo, De noche andamos en círculos , de Daniel Alarcón, supone el desembarco en España de uno de los autores latinoamericanos más prestigiosos y mejor valorados por la crítica. Su protagonista, Nelson, un joven actor desengañado en su vida personal y su propia vocación,es seleccionado para actuar en El presidente idiota, una obra que le llevará recorrer no sólo una larga ruta de lugares desconocidos sino también de ideas: desde la libertad o la pérdida hasta la identidad y el amor.
Mientras llega el Alfaguara de Novela, que este año ha recaído en el colombiano Jorge Franco, el sello calienta motores con Días de Nevada, de Bernardo Axtaga, un libro que se mueve entre la crónica, la novela, el relato breve o el libro de viajes. En sus páginas, el escritor vasco relata su experiencia en el estado de Nevada, en Estados Unidos, entre 2007 y 2008. Bastante más interesante que este, es la reedición que hace Alfaguara del primer libro de relatos de Julio Llamazares: En mitad de ninguna parte.
Penguin Random House se lanza al ruedo estos días con propuestas bastante atractivas: El jilguero, libro con el que Donna Tartt ha ganado el Pullitzer de este año; Alabanza, de Alberto Olmos, una novela soberbia que hemos recomendado hace poco y en la que insistimos, así como Goat Mountain, del siempre potente David Vann. También, en ocasión de los 25 años de la publicación de Los pilares de la tierra, de Ken Follet, Penguin Random House publica una edición conmemorativa con una nueva introducción a cargo del autor. Insistimos, una vez más, en la nueva novela de Alberto Olmos: Alabanza, una novela de las que hace tiempo no se escriben.
Una editorial que muy pocas veces se equivoca es Periférica, que entre sus nuevos títulos publica dos que merecen especial atención. El primero de ellos es Catálogo de formas, la primera novela del ensayista y periodista mexicano Nicolás Cabral, un texto que se acerca a la biografía a través de la obra de uno de los más fascinantes y controvertidos arquitectos mexicanos de todos los tiempos: Juan O'Gorman. El segundo libro es La dama que se transformó en zorro, del británico David Garnett –autor incluido en el Grupo de Bloomsbury-, una novela protagonizada por un matrimonio, Los Treblick, en la que amor y metamorfosis se convierten en sinónimos.
Anagrama publica varios títulos interesantes en estos días. En su colección Narrativas hispánicas, presenta Las Inviernas de Cristina Sánchez-Andrade, una magnífica novela a la que nos hemos referido hace poco y que está ambientada en Galicia de los años cincuenta; El ojo en la nuca, de Juan Villoro e Ilan Stavans y El pudor del pornógrafo, la recuperación de la primera novela que publicó el ahora consagrado escritor argentino Alan Pauls, con un prefacio inédito para esta edición. El sello de Jorge Herralde publica también Todo un hombre, la segunda novela de Tom Wolfe, así como un breve pero magnífico libro del cineasta Giusseppe Tornatore: La mejor oferta, una neurótica y tierna historia de amor entre un maniático subastador arte y una joven y chica que padece agarofobia; y que inspiró la película homónima del director italiano. Además, claro, de El hombre bicolor, una novela que Javier Tomeo envió a Herralde mientras estaba en el hospital, poco antes de morir.
La editorial aragonesa Xordica, que cumple este 2014 veinte años, publica dos novelas magníficas. Se trata de Sez Ner y Detrás de la estación, las dos primeras novelas de la Trilogía grisona de Arno Camenisch, uno de los autores jóvenes suizos más importantes, quien se revela como una voz rara, única, entrañable y a la vez agresiva. La primera de ellas, Sez Ner, cuenta la vida de cuatro hombres confinados a una vida tan rústica como violenta, acaso lenta, en la que Camenisch consigue conmover y aturdir. Para verano se espera que se publique Última ronda, título que completa la serie dedicada a los Alpes.
Otro de los sellos independientes que saca pecho –y vaya que lo hace bien- es Malpaso. Después de publicar Mamut, de Esther García Llovet; El origen de la tristeza, de Pablo Ramos además de El interior, de Martín Caparrós presenta el cuaderno de rodaje de Vivir es fácil con los ojos cerrados, del director y escritor David Trueba. También incluye entre sus novedades dos títulos que prometen: las Memorias de Neil Young y En el principio era el cuerpo, un ensayo que ahonda en los métodos de protesta de Femen y que retoma el hilo de su volumen Desorden púbico, sobre las Pussy Riots.
Planeta publica Tipos infames, un libro del escritor y el periodista Óscar Fonseca, autor de Las trece rosas, Luz negra y Negociar con ETA. En este libro, Fonseca recorre la crisis económica a través sus principales causantes; con nombres y apellidos. En sus páginas, parte de una premisa: los causantes del problema no puede ser parte de la solución. Esa variable clara junto con la acción de protesta ciudadana es lo único que puede marcar una posibilidad de cambio.
El sello Siruela apuesta por el narrador venezolano Juan Carlos Méndez Guédez. Se trata de Los maletines, una novela que mezcla el género negro con algo de picaresca y en la que Méndez Guédez renueva sus preocupaciones literarias –la pertenencia, el tránsito, la violencia-, acaso ahora con mayor fuerza y maestría. En sus páginas narra la historia de Donizetti, una hombre en apuros que accede a trasladar maletines desde Caracas hasta Roma, Ginebra o París. Es una novela hermosa a la vez que terrible, con una prosa depurada que no roba fuerza a lo que ocurre a su protagonista. Una bella novela venezolana -sí, lo es: explica y retrata un país atrofiado- y aunque no parece esa la intención de Méndez Guédez, es, sin duda, el mejor homenaje que Andrés Barazarte pudo recibir jamás
