Un total de 157 obras de arte que estaban inventariadas en 2011 como patrimonio de Caja Navarra no aparecen en el listado hecho público recientemente por la Fundación Caja Navarra, institución que gestiona la colección de arte que pertenecía a la entidad antes de su absorción por Banca Cívica. Ni las que eran entonces son las de ahora, ni las de ahora las de entonces. Vamos, que las cuentas no cuadran, así lo ha señalado Patxi Zamora, portavoz de la asociación navarra de consumidores Kontuz, quien ha acusado a la Fundación y al gobierno de expoliar el patrimonio del pueblo navarro.
Ante las afirmaciones de Kontuz, desde la Fundación Caja Navarra, responden: “No sabemos con qué listados trabajan ellos. Y no vamos a entrar ahí. Si antes había más obras y ahora hay menos –el funcionario del equipo jurídico duda, se enreda, trastabilla-… Bueno, que no se sabe de dónde sacan esa relación. Incluso hasta dicen que hay obras en casas de particulares. Si nos dicen en cuál está, encantados y vamos a buscarlas”. Lo cierto es que la institución se planta: la única lista que ellos reconocen como válida es la que publican en su web y que incluye 640 piezas.
"Incluso hasta dicen que hay obras en casas de particulares. Si nos dicen en cuál está, encantados y vamos a buscarlas”
Ironías a un lado, la Fundación Caja Navarra -una fundación privada, sin ánimo de lucro, creada en 2013 y que mantiene el protectorado público del gobierno foral- no reconoce ausencia alguna y se ratifica en la cifra de 640 obras como el total de su colección. Según Kontuz entre las 157 piezas –en su mayoría lienzos- faltan cerca de unas 49, valoradas en 48.400 euros. Sobre la información con la que ironizó la fundación, Kontuz denuncia que muchas podrían estar en manos de particulares, sin contar con las que han pasado a formar parte de la colección de la Caixa.
Todo este asunto viene de lejos. Cuando se realizó la segregación de sus activos financieros a Banca Cívica, en un proceso que se produjo en junio de 2011, Caja Navarra dividió su colección de arte contemporáneo; en agosto de 2012, tuvo lugar la absorción de Banca Cívica por parte de CaixaBank, de manera que esa parte de la colección de arte que se dividió con la transferencia de activos podría haberse integrado en la colección de arte contemporáneo de la Caixa. Según confirmaron a Vozpópuli fuentes de Fundación Caja Navarra, en efecto, muchas piezas forman parte ahora de la colección de la caja catalana. “Esto es un acuerdo privado. No podemos decir cuáles, pero sí, hay obras en poder de la Caixa”.
Cuando se realizó la segregación de sus activos financieros a Banca Cívica, en 2011, Caja Navarra dividió su colección de arte contemporáneo.
Según ha informado la propia prensa navarra, desde La Caixa dicen no tener constancia alguna de integración de obras de arte de Caja Navarra en su colección, aunque tampoco niegan que pudo constar la operación en algún acuerdo. Argumentan en cualquier caso que el tema es "materia de acuerdos de carácter totalmente privado" que no van a desvelar. Con la intención de aclarar qué ocurrió con esas obras –si fueron a parar a manos de Caixa; Banca Cívica las vendió o donó o las extravió- se ha publicado el listado que incluye las 640 piezas de la discordia, aquellas que según Kontuz son incorrectas y en las que faltan obras que ya en 2011 formaban parte de Caja Navarra.
Fundación Caja Navarra no ha especificado a cuáles obras afectó el proceso de segregación de activos ni la valoración económica de la colección de arte. Ha admitido, en efecto, que en junio de 2011, algunas obras de Caja Navarra pasaron a Banca Cívica, con la segregación de activos; las piezas "afectas a la obra social" se quedaron en Caja Navarra, y lo que era "negocio financiero" se segregó y pasó a Banca Cívica. Sin embargo, las denuncias de Kontuz apuntan contradicciones con esa versión. Según Zamora, entre el listado original y el que ha presentado la Fundación Caja Navarra existen notables diferencias. En el segundo se incluyen hasta 132 obras de arte que supuestamente estarían en manos de la Fundación, pero que en el primer listado no aparecían. De esas piezas, 59 tenían asignado un valor de compra que alcanzaba los 62.305 euros.
Otras personas vinculadas con la Fundación han confirmado la desaparición de obras. Tal y como publicó la periodista Paula Echevarría , el comisario Javier Balda constató la desaparición de varias obras de la colección de Can cuando preparaba el proyecto expositivo Se70tenta, una muestra realizada en el año 2005 la sala de cultura García Castañón, gestionada entonces por Caja Navarra.