Cultura

ARCO Madrid: bailarinas en topless, videojuegos y algo llamado arte contemporáneo

Queda menos de una semana para la 33º edición de ARCO, la feria de arte contemporáneo en la que igual hemos visto a Franco encerrado en una nevera como a Adrià convertirse en dibujante. Este año, con la plena intención de aprovechar el tirón del IVA del 10%, los galeristas buscan vender. Y de qué manera.

  • Un detalle del folleto que escribe el proyecto de Yann Leto.

Descrito así, como en el titular de esta nota, el asunto parece una feria. Y en realidad lo es; de arte contemporáneo. Y como desde hace ya tiempo, antes de Walter Benjamin, hablamos de la muerte del arte, esto no puede ser otra cosa que el entierro de la sardina. La semana que viene, a partir del 19 y hasta el 21 de febrero, ARCO abre sus puertas. Pero no de la misma forma. No, no, no. La cosa va a mayores. Hay que vender, este año nadie quiere viandantes y curiosos apretándose en los pasillos. Hay que buscar coleccionistas, compradores. Un véndeme este bolígrafo, a lo Belfort.

Hemos visto de todo en los pasillos de ARCO, desde arte infalible –el que siempre se vende- hasta Francisco Franco encerrado en una nevera de refrescos, obra por la que el artista Eugenio Merino ganó, además de mucho centimetraje, una buena demanda. Esta vez, no habrá paz… no sabemos si para los malvados o no, lo que sí es cierto es que unas cuantas propuestas prometen polémica o al menos, en algunos casos, la rara costumbre de quienes se plantean la disparatada idea de poner sobre la mesa algunas interrogantes. El fin justifica los medios, en ese caso.

“El Congreso es un putiferio, un show”, dijo el artista francés residente en España Yann Leto al periodista Peio Riaño, en una entrevista en la que adelantaba la que será su propuesta para esta edición de la Feria; ya en la edición pasada, Leto levantó ronchas por su cruz gamada convertida en anuncio de neón de una farmacia. En esta ocasión, el artista propone Congress Topless, un performance que presenta en la galería murciana T20 y que busca reflexionar acerca de la política como espectáculo.

La mise en scène es la siguiente: habrá una cabina de cinco metros cuadrados, decorada –cual local de strippers- con espejos, butacas y luces. Dos chicas se desnudarán a lo largo del día, acaso como metáfora del Estado de Bienestar, sometido en esta década a su mayor intemperie, a su striptease bestia.

Otra propuesta que ya levanta expectativas es la de la videoartista Eija-Liisa Ahtila, quien llega a la feria como parte del programa fuerte del país invitado –en este caso Finlandia- y con una de sus propuestas acerca del amor, el sexo y las relaciones humanas. Recientemente, ha expuesto en la Tate de Londres y tuvo una retrospectiva en el Kiasma de Helsinki.

Su obra ha sido premiada en encuentros internacionales como la bienal de Venecia o Documenta por sus instalaciones sobre los celos o la reconciliación. Uno de sus mayores rasgos puede que sea la forma en la que están tratadas sus imágenes: son cinematográficas, apelan a lo real. No en vano Athila –así se hace llamar- remueve constantemente el poso de ira que domina en las relaciones humanas.

Este año acuden a ARCO 219 galerías de 23 países, un número mayor al del año pasado, aunque con menos artistas. Muchas de las galerías que participan en ARCO Madrid 2014 han apostado por incluir uno o dos artistas su stand, un formato "más cómodo", dicen sus organizadores. "De esta forma se conoce mejor a los artistas. Antes era inabarcable en algunos casos si no había una referencia previa", ha indicado el director, Carlos Urroz en alusión el formato Solo/Duo, que integra a 26 galerías del Programa General, y a las que se suman las galerías de #SoloProjects y #FocusFinland, que también presentan un único artista en cada stand, hasta un total de 80. A esta selección se suman además las 13 galerías finlandesas invitadas.

Y como este asunto va de vender –la bajada del IVA de obras de arte del 21% al 10% es una de las zanahorias con la que se pasean en la mano los marchantes-, la feria mantiene el programa de incentivo para jóvenes coleccionistas, First Collector, patrocinado por el Banco Santander. Queda sin embargo, un asunto más. Se trata de ARCOGames, un centro de juegos en torno al arte contemporáneo. Es una aplicación que contiene cinco juegos de destreza, atención y agilidad a partir de obras expuestas en la Feria. Los juegos están destinados a todos los públicos y constituyen una aplicación centrada en el aprendizaje y –como no podía faltar en una feria- entretenimiento.

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