La imagen es demoledora. Por quienes están retratados en ella y por quien apretó el disparador. Marilyn Monroe mira a través de una ventana; Arthur Miller, todavía su esposo, la observa mientras sostiene un cigarrillo entre los labios. La instantánea fue hecha por Inge Morath, la reportera de la Agencia Magnum que documentó el rodaje de Vidas rebeldes, un western dirigido por John Huston; la última película que Monroe rodó antes de morir. También el lugar donde Miller y Morath comenzaron su romance. Una fotaza, un verdadero disparo.
Nueve fotógrafos más de la mítica agencia fundada por Cappa en 1847, entre ellos el mismo Cartier Bresson o Eve Arnold, estuvieron también en la filmación de Vidas Rebeldes para documentarla. De esos días quedan esas imágenes polvorientas de gente que mira a la cámara como si invocara su propio fantasma. Cine y fotografía, una magnífica dupla que ahora toma el Canal de Isabel II en Madrid con la muestra La cámara indiscreta. Tesoros cinematográficos de Magnum Photos, una exposición que reúne instantáneas que 16 fotógrafos de Magnum tomaron en los rodajes de 12 míticas películas durante los años dorados de Hollywood.
Centradas en su mayor parte en rodajes de los años 50, 60 y 70, en esta exposición -que abre sus puertas al público este miércoles hasta el 27 de julio- se exhiben 116 instantáneas en blanco y negro de momentos privados y escenas robadas a los protagonistas de míticas películas -Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor maquillándose en los rodajes o uno de los monos de El planeta de los simios esperando un autobús-. Estas se exhiben acompañadas por la proyección de algunos de los fragmentos de las películas originales.
Los fotógrafos de la agencia Magnum comenzaron a observar el cine hace más de medio siglo, después de que Robert Cappa abandonara su trabajo de corresponsal de guerra y se uniera al universo de Hollywood. Su primera incursión fue en el rodaje de Encadenados, dirigida por Alfred Hitchcock, donde retrató a Ingrid Bergman y Gary Cooper. Enmmanuelle Hascoët, responsable de exposiciones de Magnum Photos y comisaria de la muestra, dice que los fotógrafos "conseguían la confianza y la intimidad necesarias" con las estrellas, lo que les permitía captar las "facetas más profundas de su personalidad".
Así, el público podrá observar a un Charlie Chaplin en el camerino maquillándose en 1952 o detrás de la cámara durante el rodaje de "Candilejas", el último y melancólico film americano de este mito del cine, junto con otras imágenes en las que ensaya con Buster Keaton o Claire Bloom. La despampanante Marilyn en La tentación vive arriba, durante el rodaje de la secuencia sobre la trampilla de metro en la que el viento deja ver sus piernas, es objeto de varias fotografías tomadas en 1955 por Elliot Erwitt, año en el que la cámara de Dennis Stock fue testigo de los entresijos de "Rebelde sin causa", con fotografías de James Dean y Natalie Wood.
Algunas de las fotografías exhibidas son, por ejemplo la del rodaje de Moby Dick, obra de Erich Lessing, en las que aparece un Gregory Peck atado a la ballena mecánica que se utilizó en la película, rodada en Canarias en 1954. La belleza de Elizabeth Taylor es motivo de las imágenes de Burt Glinn en De repente, el último verano, que se tomaron en la localidad gerundense de S'Agaró y en Londres en 1959, junto a su compañero de reparto Montgomery Clift.
Aparece también John Wayne, como protagonista y director de El álamo, visto delante de un operario que transporta un caballo de cartón piedra durante su rodaje en Texas y detrás de la cámara de escenas de esta película. Tambiém Arthur Miller y Dustin Hoffmann durante los ensayos de Muerte de un viajante; así como Romy Scheneider, Orson Wells y Anthony Perkins repasando sus papeles en El proceso en París en 1962.