El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha enviado un mensaje contundente este domingo. Y no se sabe muy bien si va dirigido a Íñigo Errejón o alguien más. Lo que sí es cierto es que no se trata de un gesto inofensivo. Con el título Un párrafo memorable, Iglesias compartió en sus redes sociales la fotografía de dos páginas subrayadas del libro Fouché, el genio tenebroso, de Stefan Zweig; en concreto, un fragmento del capítulo La lucha final contra Napoleón, y en el que se narran las enormes tensiones entre el emperador francés y su ministro de la Policía, un hombre meticuloso y sin escrúpulos. Va tarde Pablo Iglesias -profesor y politólogo- si lee por primera vez a Zweig a los 40 años. Por lo que cabría pensar que se trata de una relectura. Algo ronda la cabeza de Iglesias, a quien uno imagina paseando de un lado a otro ante la misma balda de la biblioteca, preguntándose quién habrá de traicionarlo.
Un párrafo memorable pic.twitter.com/A1BxI1hLAw
— Pablo Iglesias ?{R} (@PabloIglesias) May 8, 2016
Subrayado con cierta compulsión –la línea marcada en el papel como quien ejerce presión y ansiedad al hacerla-, uno de los párrafos dice: "… igual que Napoleón fascina por su genio, así Fouché fascina una y otra vez a Napoleón por su utilidad". Aparece destacada esta cita: "‘Sólo los traidores me han enseñado la verdad’, diría después el vecino de Santa Helena acordándose de Fouché". Tras insistir en la "admiración" de Bonaparte por “las inusuales capacidades de este hombre mefistofélico”, Zweig añade: "… porque nada soporta el genio con menos paciencia que la mediocridad; y, sabiéndose engañado, Napoleón se sabe de todos modos entendido por Fouché".
Subrayado en rojo, el fragmento que más parece inquieta a Palo Iglesias dice:"Así que, al igual que un sediento coge el agua que sabe envenenada, Napoleón prefiere tener como criado a este hombre inteligente y poco fiable, antes que a los fieles e incapaces. Diez años de encarnizada enemistad unen a los hombres más misteriosamente que una amistad mediana”. Es importante destacar que la ambición y la intriga fueron las únicas pasiones de Joseph Fouché, conocido por su naturaleza carente de escrúpulos y moral. Fue un hombre que navegó a través de las convulsiones sociales y políticas de la Francia revolucionaria y del imperio sin mudar el gesto.
Al referirse a esa naturaleza instrumentalista, dice Zweig sobre el Ministro de Policía de Napoleón: "Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché”. Para más Inri, hay que decir que el ejemplar de Pablo Iglesias se lo regaló Juan Carlos Monedero una década atrás. ¿A quién apunta Iglesias con tan mayúscula alusión? Sus seguidores se han aventurado, y en los intentos por adivinar han salido desde el líder del PSOE, Pedro Sánchez, hasta –claro- el secretario político de Podemos: Iñigo Errejón.