En las páginas de El hereje, Miguel Delibes trazó, con cuidadísima y detallada prosa, un retrato del Valladolid de la época de Carlos V. Para ello utilizó los pasos de Cipriano Salcedo, un hombre que en su empeño por entrar en contacto con las corrientes protestantes clandestinas que surcaban la península, se topa con el Santo oficio.
Esta novela, que le valió a Delibes el Premio Nacional de Narrativa en 2007, sigue fresca hoy no sólo en sus páginas, sino en las calles de una ciudad que le rinde homenaje de vuelta con una ruta literaria –basada en la novela- de once paradas. El recorrido comienza en la plaza de San Pablo y termina en el parque Campo Grande, donde antiguamente estaban las puertas de la ciudad. A esta ruta se suma una exposición, inaugurada ayer en la sala municipal de La Iglesia de Las Francesas.
Se trata de El viaje de los libros prohibidos, una muestra organizada por la Fundación Miguel Delibes que busca mostrar el proceso de escritura de El Hereje a través de la exhibición de materiales relacionados con los hechos narrados y el contexto histórico – el cisma de la Iglesia Romana de Occidente y la Reforma protestante-, además de una serie de documentos utilizados por Delibes para escribirlos.
Más de cien documentos: desde obras de Erasmo hasta libros expurgados por la Inquisición.
Curada por Antonio Sánchez del Barrio, director del Museo de las Ferias de Medina del Campo, y de Alfonso León, director gerente de la Fundación Miguel Delibes, El viaje de los libros prohibidos exhibe un centenar de piezas y documentos provenientes de archivos, bibliotecas y museos nacionales, provinciales y locales; también de las iglesias de las provincias de Valladolid, Palencia y Zamora, y fundaciones y colecciones particulares.
La exposición se estructura en cinco secciones. La primera de ellas se titula El viaje de los libros prohibidos y evoca el viaje a la Europa de Lutero que hace el protagonista de la novela para adquirir libros e impresos sueltos y traerlos clandestinamente a la España del Emperador. Obras originales de Erasmo, Lutero y Calvino, junto con libros expurgados por la Inquisición, se muestran en esta primera sección presidida por un relieve de Juan de Juni en el que se representa una Quema de libros.
La exposición, en la Iglesia de Las Francesas, se estructura en cinco capítulos.
La segunda sección es El Valladolid de El hereje. En ella se ilustran pasajes de la novela relacionados con la descripción física de la entonces villa, con el vino y los viñedos como uno de sus principales recursos. La tercera, con el nombre El conventículo de los iluminados se centra en la aparición del foco erasmista de Valladolid. La célebre Biblia del Oso (primera traducción íntegra del texto sagrado a la lengua española) o un Cristo crucificado de Alonso Berruguete son algunas de las obras más importantes recogidas en esta sección.
El auto de fe constituye el episodio culminante de la novela, magistralmente descrito por Delibes. Las obras y documentos originales que se muestran en este apartado están directamente relacionados con las instituciones y los personajes que protagonizan la terrible ceremonia.
Y, por último, la muestra da paso a El hereje, de Miguel Delibes, una sección dedicada al autor y su obra. En ella se descubren las fuentes históricas utilizadas en el proceso de creación del libro, numerosas notas y observaciones escritas por el novelista, el manuscrito original de la novela y una selección de citas que reflejan los valores que Miguel Delibes quiso transmitir en esta obra literaria, considerada por muchos junto con Cinco horas con Mario, una de sus mejores novelas.