Leonardo da Vinci está enfermo y nadie sabe si volverá a recibir visitas. Varios expertos en arte y restauración han finalizado recientemente semanas de pruebas sobre el famoso autorretrato de uno de los grandes genios de la historia, realizado a principios del siglo XVI, cuando tenía más de 60 años. Y el diagnóstico es decididamente desalentador. Los estudios confirmaron los peores temores de los expertos: el dibujo está seriamente dañado y deteriorado y, siendo positivos, cualquier restauración sería delicada y de gran riesgo.
"Creo que tenemos que pensarlo mucho antes de hacer algo con este rostro tan familiar", ha declarado Jane Roberts, Bibliotecaria Real y Conservadora de la Sala de Imprenta del Castillo de Windsor, según recoge Europa Press. "Pero creo que podemos decir bastante más sobre el si realizamos las preguntas adecuadas", ha señalado en una rueda de prensa en Roma. El pequeño retrato del maestro de Renacimiento (que mide 33,5 por 21,6 centímetros) muestra a un Leonardo pensativo, con grandes ojos, cejas pobladas y una larga barba. El autorretrato, hecho con tiza roja sobre papel, sufre rojeces y manchas que no deberían estar ahí.
El dibujo fue adquirido por el rey Carlos Alberto de Saboya en 1839 y estuvo bien conservado en la Biblioteca Real unos 100 años. Pero en 1929 fue colocado en la pared, exponiéndolo a la luz del sol. El diseño, que se guarda en una cámara en Turín, se mostró de forma excepcional durante dos meses el año pasado por las celebraciones del 150 aniversario de la unificación de Italia. Pero los expertos en arte dicen que cualquier otra exhibición debería limitarse a cortos períodos de tiempo y a un número limitado de visitantes, ya que, como cualquier otro anciano enfermo, Leonardo necesitará lo que los expertos denominan "largos períodos de descanso".