Hay voces en el santuario/que igual que tímidas aves/en unos labios se posan. La piedra sueña al contrario,/sus paramentos son suaves/dedos de luz que reposan… El escritor David Monteira evocaba así el templo de Angkor Wat en Camboya, la calma de estos versos contrasta con el bullicio del que ahora es uno de los destinos turísticos de lunas de miel e intagramers de todo el mundo. La naturaleza se filtra como una hiedra en los versos de Monteira que reconoce al elemento natural como uno de los vertebradores de su obra. En Panorama, el poeta combina composiciones inspiradas por recuerdos con otras referidas a distintos aspectos relacionados con la experiencia, tanto vital como consciente, del escritor. En una entrevista con Vozpópuli, repasa sus principales infuencias y analiza la actualidad de la literatura y la poesía.
Pregunta. ¿Por qué prefiere el verso a la narrativa?
Respuesta. Siempre me ha gustado mucho la poesía y siempre he considerado que mi actividad principal dentro de la tarea de escribir es la poesía, sin perjuicio, de que también me gusten otros géneros.
P. ¿Como lector también?
R. Sí, lo que pasa es que como lector seguramente lo que más he leído en mi vida quizá sea poesía, pero en mi juventud, ahora leo poca, porque mucha de la que me interesaba ya la he leído.
P. ¿Qué autores son sus favoritos?
R. La verdad que me gustan autores de todas las épocas, y dentro de la poesía me gustan los autores del 27, también Machado, Juan Ramón Jiménez, los simbolistas franceses, Paul Celan... Will Whitman, aunque este no sea un modelo a la hora de construir mi propia obra. En narrativa me gusta mucho Tolstoi, Dostoievski, Cervantes, por supuesto.
P. En algunos de sus poemas, cuando describe alguna iglesia, se percibe a Machado.
R. Sí, porque también se podría decir que es uno de mis autores de cabecera. Es difícil para un escritor de poesía en español sustraerse a la influencia de Machado. Es un poeta que me gusta y he leído mucho.
P. También está muy presente la naturaleza en sus poemas, prácticamente en todos.
R. Sí, eso es posiblemente una constante un poco en lo que hago, es decir, en lo que escribo. Desde siempre ha sido un elemento, que vertebra un poco todos mis poemas, incluso también en composiciones de narrativa.
P. ¿De dónde cree que viene esto?
R. Siempre me ha gustado mucho la naturaleza. Me parece que el medio natural es un poco lo que te vincula al mundo, por encima de otras cosas que también son importantes. Siempre me ha gustado y me ha resultado inspirador de alguna forma.
Es difícil para un escritor de poesía en español sustraerse a la influencia de Machado
P. Hay poemas muy evocadores, como el de Angkor Wat. De nuevo también hay mucha presencia de naturaleza en esos poemas. Transmiten mucha paz. Viendo fotos actuales de esos destinos, parece que el turismo ha terminado con esa tranquilidad.
R. En el caso de Angkor Wat, no parte de una situación concreta ni siquiera de un recuerdo concreto. Sino que es una reconstrucción de alguna forma retrospectiva de una impresión que la visita de esos templos ha dejado en mí y que a menudo es retrospectivamente reconstruida poéticamente, si quieres, o analizada poéticamente. En el caso concreto, haciendo memoria de mi visita a Angkor Wat o de alguna de ellas, no fui en un momento en que estuviera aquello muy concurrido y en que hubiera una gran masa de turistas. Sí que recuerdo momentos en soledad en el interior de alguno de los templetes menores, incluso de esa presencia del silencio y de la paz que pude sentir en ese momento.
P. La palabra “amor” y sus derivados son otra constante en sus versos, ¿sigue siendo el motor de la poesía?
R. Creo que sí, que es el motor de la vida, lo que te hace ir en busca de las cosas. Y a menudo, creo, lo que escribo aparece ligado a la naturaleza también. Es como una fuerza que está presente en nosotros, en los seres humanos, pero que también lo está en la naturaleza, como principio vital a veces.
P. Por otro lado, creo no haber encontrado ni un solo aparato informático, móvil, ordenador… Habla varias veces de cartas. ¿Se lleva mal la poesía con la tecnología?
R. La de los demás creo que no, he visto que se escriben muchas referencias a elementos del mundo moderno. En mi caso, el que se lleva mal con la tecnología soy yo mismo, es una extensión de lo primero, el hecho de que no aparezca mucho en mi poesía. También es una simple cuestión de gusto personal y de inclinación artística. No creo que haya una descripción muy minuciosa de la vivencia concreta de muchas de las cosas que hago, sino que estas se abordan un poco descontextualizadas de todo espacio y tiempo concretos. Quizá ahí se pueda buscar una explicación. El mundo tecnológico, en el que vivo como todo el mundo y que utilizo, no es algo que tenga un arraigo profundo en mi vida.
P. Dentro de lo poco que se lee, la poesía es casi marginal y no parece que vaya a mejorar en los próximos años. ¿Por qué cree que pasa?
R. Realmente no lo sé, pero es cierto que la poesía ha sido siempre un género minoritario. No creo que vayan a cambiar mucho las cosas. Seguramente a través de la narrativa se pueden abarcar un abanico de temas más general que puedan enlazar con intereses muy distintos por parte de los lectores. Pero siempre ha sido así y creo que no es fácil que cambie. La poesía es un género minoritario.
Veo o quiero ver más la poesía como una experiencia en sí misma que como una descripción o reflejo de una experiencia concreta
P. En la era de los formatos rápidos de vídeos de un minuto, formatos cortos como los poemas no calan.
R. La poesía es un género que en general no debería leerse con rapidez. Eso que dices puede tener un significado, es un género por su extensión que podría ser más adaptable a las exigencias de la vida moderna. Pero también es un género que requiere pausa para apreciar la cadencia, la musicalidad y el mensaje. Porque la poesía, aunque es de menor extensión en texto, el mensaje a menudo aparece más condensado.
P. En los últimos 20 años se han revolucionado por completo todas las artes, el cine, las series… ¿Cómo cree que le ha afectado a la poesía?
R. Sinceramente, yo leo más los clásicos. Pero bueno, algo he leído de lo que se hace hoy en día y creo que voy un poco por otro camino. Es evidente que el mundo ha cambiado muchísimo en el último siglo, posiblemente haya cambiado mucho más que en los 20 anteriores. Pero cuando nos referimos a las artes en general o la poesía, la literatura en particular, yo no noto que haya habido una revolución en cuanto al mensaje poético. Incluso en la poesía que se hace hoy en día, veo que es una poesía muy de la vivencia concreta, que parte de una vivencia concreta de lo cotidiano, es algo que ya se encuentra en los autores de hace 100 años. Evidentemente con las reformulaciones pertinentes en función también del campo de la sociedad y del mundo que nos rodea. Yo veo o quiero ver más la poesía como una experiencia en sí misma que como una descripción o reflejo de una experiencia concreta. Me parece que la experiencia poética a menudo se encuentra detrás de la vivencia o de la anécdota que toma como punto de partida. Pero bueno, evidentemente cada autor es su mundo.
P. Dentro de las novedades de los últimos dos años, las inteligencias artificiales, ¿veremos una inteligencia artificial mejorando la poesía de cualquier persona?
R. Creo que eso es imposible por definición, porque la poesía es algo esencialmente humano. No veo una máquina, por muy sofisticada que pueda llegar a ser, creando obras de arte que superen a las del ser humano. Me parece que el elemento humano está en la base de toda manifestación artística y que por tanto es un elemento del que no se puede prescindir.
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