Cultura

'Doctor Strange en el multiverso de la locura': hay futuro en el universo Marvel

Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen protagonizan una frenética y terrorífica nueva entrega de los personajes de cómic que dirige Sam Raimi

Los fans pueden estar tranquilos. 'Doctor Strange en el multiverso de la locura', la nueva entrega de Marvel, que llega este viernes a los cines, tiene todo lo necesario para no defraudar y convertirse en un éxito de taquilla. Apabullante, frenética y terrorífica son los tres adjetivos que mejor definen esta película, pensada y creada para disfrutar sin paliativos, a pesar de que la propuesta de abrirse al multiverso ha mantenido en vilo a los seguidores. Ahora, la pregunta es otra: ¿se convertirá Marvel en el superhéroe que salvará de la quiebra a los cines de todo el mundo, diezmados por la covid y el auge de las plataformas?

Primero, es importante presentar lo que se estrena este viernes en las salas españolas, una película de acción y diversión a la altura de las expectativas. El responsable de esta nueva entrega de Doctor Strange es Sam Reimi, un viejo conocido del género, director de la exitosa trilogía de Spider-Man (2002, 2004 y 2007), así como de Darkman (1990), y también de muchas otras películas en las que también se incluyen cintas de terror.

Precisamente, algo de esa oscuridad ha impregnado la segunda parte de las andanzas de este protector del planeta contra las amenazas mágicas, en lo que supone su regreso tres lustros después al cine de superhéroes. Como fanático del mundo del cómic, su retorno era cuestión de tiempo y esto se observa en su gusto por los ángulos inclinados o los primeros planos, según ya ha podido comprobar esta redactora de Vozpópuli en el visionado para la prensa. Raimi es, sin duda, uno de los cineastas responsables del mejor cine de superhéroes tal y como se conoce en la actualidad.

¿Qué se puede contar de 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'? Para ser honestos, muy poquito si uno no quiere destripar algunas de las emociones de esta cinta, que al fin y al cabo es diversión pura y mantiene su tensión en la aparición de personajes y giros de guion jugosos. Si uno se ciñe a la sinopsis, en esta película Doctor Strange atraviesa las realidades alternativas del multiverso, del que conoce poco, con ayuda de sus aliados místicos para enfrentarse a un nuevo y misterioso adversario.

El dúo interpretativo que forman Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen, que dan vida, respectivamente, a Doctor Strange y Wanda, son lo más atractivo de la película. Por un lado, Cumberbatch se enfrenta a varias versiones de sí mismo en los diferentes multiversos en un viaje de autodescubrimiento. Wanda, por su parte, es una poderosa hechicera y heroína que muestra en esta ocasión diferentes capas con las que la audiencia podrá empatizar.

¿Tenía razón Scorsese?

Con estas garantías, lo difícil será no conseguir buenos números en taquilla en un momento especialmente crítico para el cine. Tanto, que recientemente Italia ha decidido ampliar a 90 días la ventana de exhibición de las películas, es decir, el tiempo que transcurre desde que las películas llegan a las salas de cine hasta que llegan a las casas, con el fin de proteger los teatros donde se exhiben.

Entonces, resuenan con fuerza las palabras de Martin Scorsese, quien a finales de 2019 afirmó que las películas de Marvel no eran cine sino "parques de atracciones", aunque más tarde aclaró sus palabras y matizó que no encontraba en ellas la "revelación", el "misterio" o el "peligro emocional genuino", al tiempo que manifestó su miedo por ver "dos campos separados" en la industria audiovisual: por un lado, el "entretenimiento" y, por otro, el cine. "Me temo que el dominio financiero de uno se esté usando para marginar e incluso menospreciar la existencia del otro", afirmó en una columna publicada en The New York Times.

Puede que Scorsese esté en lo cierto. Basta con ver, por ejemplo, todas las proyecciones previstas para su estreno en los cines AMC de Times Square, en Nueva York: un total de 70 que, tal y como vaticinó el director de Taxi Driver, no dejan espacio para otras películas al engullir, casi literalmente, casi todas las pantallas disponibles.

Los fans de Marvel pueden estar satisfechos con la nueva entrega de Doctor Strange, y esto no es solo un aprobado justo ni un notable, sino la prueba de que el universo de las películas basadas en los cómics tienen el futuro asegurado. Y en ese futuro están los cines, tan necesitados de toda la metralla posible, por mucho que haya quien lo considere mero entretenimiento. Si Marvel triunfa, el resto del cine también lo hará. O, al menos, encontrará una pantalla donde poder proyectarse.

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