Cultura

Wert: "El cine es caro, pero es muchísimo más grave la piratería que el tema del IVA"

El ministro de Educación ha explicado que la repercusión del incremento del IVA sobre una entrada de cine no resulta tan reseñable como pudiera serlo en otros sectores. Además, ha defendido una reforma de la ley educativa porque "no se puede esperar a ver si la cosa mejora sola". 

  • El ministro de Educación admite no llevar bien su escasa popularidad

"Voy al cine todo lo q puedo. Soy muy cinéfilo y me gusta mucho el cine español. Es verdad que el cine es caro, pero es muchísimo más grave el tema de la piratería que el tema del IVA. La repercusión del incremento del IVA sobre la entrada en el cine no es reseñable si se compara con otros sectores más afectados", declaraba el ministro de Educación en una entrevista televisiva.

José Ignacio Wert hablaba esta mañana sobre las principales cuestiones que afectan a su ministerio en estos momentos. Una de ellas es la discrepancia con el ministro de Hacienda sobre el sector del cine. "Lo de Montoro son etapas, lo último que dice es que sí se les va a pagar. Cuando uno se encarga de una cartera intenta defender su clientela, y por tanto yo no hubiera hecho su propuesta. Pero entiendo que en una situación de exigencia de consolidación fiscal lo que se ha hecho con el IVA tiene una función recaudatoria. A mí lo que me preocupa es que no se den las condiciones para que las industrias culturales prosperen, y eso no tiene que ver sólo con los impuestos, sino también con incentivos, con el mecenazgo, etc.," decía.  

Wert, que asegura no sentirse autorizado para analizar las palabras de José María Aznar sobre el independentismo, sí admite que pese a 'la fama que arrastra' no le gusta utilizar vocabulario grueso para ciertas cuestiones, "pero sí puedo asegurar que el presidente Rajoy tiene muy claras sus obligaciones respecto a que en España se cumpla el artículo 2 de la Constitución Española". 

El ministro rechaza el término generalista de 'comunidad educativa' para hablar del rechazo a la ley pero sí utiliza 'comunidad pedagógica' para defender el consenso en religión

Donde sí ha querido entrar ha sido en la 'impropiamente llamada Ley Wert' según sus palabras, para intentar desmontar varios puntos conflictivos de la misma. El ministro ha criticado que el único trabajo que ha hecho la oposición ha sido proponer enmiendas a la totalidad para la supresión del texto, a la vez que admite que sí han tenido en cuenta algunas propuestas del Consejo de Estado, "aunque no todas porque no es obligatorio". 

"Hemos decidido refomarla porque no se puede esperar a ver si la cosa mejora sola. Los últimos datos e informes demuestran que las generaciones que se han educado en los últimos 30 o 35 años no han experimentado ninguna mejora educativa que las anteriores. Entre los 44 y 16 años hay un estancamiento en los resultados, y las cosas que no funcionan no se arreglan solas", comentaba. 

Preguntado por los cambios en materias como la religión, que ahora computará a la hora de solicitar becas, el ministro declaraba que tiene el mismo planteamiento que ahora, opcional, aunque para el tema becas se refiere solo a la enseñanza secundaria postobligatoria. "Se hace porque existe un amplio consenso en la comunidad pedagógica en que aquello que no se evalúa se devalúa", sostiene. 

"Que quede claro que nosotros no hemos excluido la inmersión lingüística. Sólo hemos dicho que se tiene que respetar el derecho de los padres a la enseñanza en castellano"

Sin embargo, pese a utilizar el término comunidad pedagógica sobre la religión, Wert expone que no le gusta la generalización de 'comunidad educativa' ya que le suena a cuando se habla de 'los vascos' o 'los catalanes' en temas de nacionalismos, "como si fuera un todo homogéneo. Ese frente que se ha creado contra la ley prefiere mantener un sistema que no funciona que mejorarlo, y cada una de las fuerzas políticas votaba de una manera distinta cuando se valoraban las enmiendas", añadía. 

Lenguas cooficiales e independentismo

El responsable de Educación quería también abordar el tema de la educación en las Comunidades Autónomas que tienen una lengua cooficial, afectadas por esta reforma legislativa. "Cuando esto ocurre pueden pasar dos cosas: que ambas lenguas se utilicen como vehiculares en la enseñanza o que si se solicita que el castellano sea la lengua vehicular, se debe tener la posibilidad de ofrecerlo. Si usted no la oferta, el padre tiene derecho a derivarle a un centro privado que pagará la Generalitat", defendía el ministro, negando que el Estado también corriera con los gastos. 

Para Wert, el sistema preferible en CCAA con lengua cooficial es el bilingüismo integrado, que son "los que garantizan el conocimiento al final de la fase en las dos lenguas y un conocimiento de valor académico similar". "Que quede claro que nosotros ni mucho menos hemos excluido la inmersión lingüística. Sólo hemos dicho que para ser constitucional tiene que respetar el derecho de los padres que así lo quieran a que el castellano también sea lengua vehicular", matizaba. 

"Me sienta fatal ser el ministro peor valorado, aunque algún mérito propio tengo que tener para ello. No me arrepiento de haber aceptado la cartera pero no soy profesional de la política"

Al ser preguntado por unas declaraciones en las que relacionaba cierto auge del independentismo catalán con el sistema educativo de inmersión lingüística, su primera opción fue desmentir que hubiera dicho tal cosa, aunque luego recordaba como ejemplo que lo había provocado las declaraciones de la consellera de Educación, Irene Rigau que decía que la educación había que entenderla como identidad. "Creo sinceramente que no va a existir esa insumisión que plantean para aplicarla, pero si sucediese, la respuesta será la misma que a cualquier insumisión porque existen mecanismos para evitar que eso suceda", declaraba. 

Por último, Wert admitía que le sienta fatal ser el ministro peor valorado, aunque eso fuera un síntoma de que algo no están comunicando bien de lo que están haciendo. "Algún mérito propio tengo que tener para esto, pero también es cierto que en una cartera como la que ocupo y en una época de crisis, uno puede optar por privilegiar su imagen persona y no hacer nada o pensar que si está en un gobierno es para hacer algo y poner su imagen en segundo plano. No me arrepiento de haber aceptado la cartera, pero no soy un profesional de la política. Me he dedicado a ella un tiempo porque es una forma de devolverle a la sociedad lo que me ha dado, pero mi dedicación terminará cuando termine mi responsabilidad como ministro del actual Gobierno", sentenciaba sin dejar claro cuándo abandonará su cargo. 

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