Cultura

España rinde homenaje a Arturo Barea en Londres, 60 años después

Su trilogía La forja de un rebelde convirtió a Arturo Barea (1897-1957)  en uno de los autores en español más traducidos durante la década de 1950. En España, ni siquiera

Su trilogía La forja de un rebelde convirtió a Arturo Barea (1897-1957)  en uno de los autores en español más traducidos durante la década de 1950. En España, ni siquiera se sabía nada de él desde su salida en 1938. A partir de entonces se instaló en Londres, donde desarrolló buena parte de su obra.  Dividida en tres tomos –La forja, La ruta y La llama- aquella gran novela autobiográfica en la que Barea repasa su vida, se publicó primero en inglés entre 1941 y 1946, gracias a la traducción de su esposa, la austriaca Ilsa Barea. El libro no llegó a publicarse en español  hasta 1951, en Buenos Aires. En España tardó bastante más en llegar. Fue necesario esperar hasta 1977.

En diciembre, cuando se cumplieron 120 años del nacimiento de Arturo Barea (en Badajoz) y 60 de su muerte en Inglaterra, el Instituto Cervantes de Madrid recuperó su figura, insuficientemente conocida en España debido al exilio que vivió durante 18 años ‒desde 1938, hasta su muerte‒, y al hecho de que todas sus obras, excepto la primera, se publicaron antes en inglés. Arturo Barea. La ventana inglesa es el título de una muestra que contiene más de 40 libros, así como revistas, artículos, cartas y otros objetos relevantes, entre ellos su máquina de escribir original y la única grabación que existe con su voz. Este documento en el testimonio de su paso por la BBC británica, donde fue una de las voces hispánicas más escuchadas.  Como periodista y comunicador, Arturo Barea dio más de 800 charlas para la sección de América Latina del Servicio Mundial de la emisora bajo el seudónimo de Juan de Castilla.

Ya exiliado en Gran Bretaña, escribió Arturo Barea en La raíz rota: "Déjeme que se lo explique brevemente: yo me marché de España, como hicieron miles como yo, para salvar el pellejo. Todos, todos nos llevamos con nosotros la memoria de todo lo que queríamos, no sólo la mujer, los padres o los hijos sino todo lo que había sido nuestra vida hasta entonces: Madrid y sus calles, el aire y el sol… Creo que me entiende. Hemos vivido en países extranjeros por diez años, siempre recordando y siempre enalteciendo nuestros recuerdos. Yo no tengo idea de cómo los otros encontrarían la realidad si volvieran mañana, yo sé solamente lo que la realidad me está mostrando: soy extranjero en un país extranjero. Estoy más solo aquí que nunca". Así se sentía Barea: insular en aquella isla.

Como parte de este espíritu de recuperación, el Instituto Cervantes de Londres, que desde hace unos meses dirige el escritor y periodista Ignacio Peyró, organiza esta semana unas jornadas literarias que buscan aportar luces sobre la vida y la obra de Arturo Barea. “Honrar su memoria es una obligación de todos  (hacia él, hacia nosotros mismos y hacia todos esos “españoles del éxodo y del llanto” de los que habló León Felipe) –explica Peyró-. Por eso el Instituto Cervantes ha impulsado la exposición La ventana inglesa, que girará por varios centros de la red tras pasar por la sede central. Y por eso nosotros entregamos su archivo a una institución de la que fue su patria chica en Oxfordshire, la biblioteca Bodleian, en la Universidad de Oxford, una de las más célebres del mundo. Esto se hace así por la generosidad de la editora Uli Rushby-Smith, que vivió con los Barea y ha conservado su archivo durante medio siglo”.

El archivo de Barea es uno de los elementos más significativos de esta actividad, que se desarrollará los días miércoles y jueves de esta semana. Por un motivo fundamental: la entrega de este archivo es, según explica Ignacio Peyró, la muestra elocuente de una España reconciliada: cómo la España del 78 honra la memoria de uno de los mayores representantes de la España del exilio. "De alguna manera, se trata de convertir nuestra historia y nuestra literatura en un punto de encuentro y un signo de reconciliación, en imitación del espíritu de algunos de los mejores momentos de nuestro diálogo nacional, como la Transición. El franquismo no es que fuera a dar por amortizado a Barea, sino que lo tuvo como enemigo. A la vez, como ha explicado el especialista Juan Marqués, en determinadas circunstancias resultó que irse, forzosa o voluntariamente, fue lo que provocó no sólo la conservación de la vida y de la libertad, sino una nueva oportunidad, un crecimiento, un estímulo para recomenzar y prosperar. Sólo en Reino Unido pudo Barea escribir La forja de un rebelde. Y eso es algo, sin duda, que los españoles tenemos que agradecerle a ese país”, plantea el escritor y director del Instituto Cervantes de Londres.

¿Qué hay en ese archivo? ¿Qué lo distingue? Según Ignacio Peyró el material en su conjunto  es representativo del cosmopolitismo del escritor extremeño: en español, inglés, alemán, francés y danés, además de una instantánea de la Europa de la posguerra. “Por su carácter internacional (aunque España figura en un lugar prominente) y por el cariño que tanto Ilsa Barea,su mujer, como el propio Arturo tenían al lugar que los acogió, Rushby-Smith quiso que el archivo se quedara en Oxford, mostrando así también agradecimiento a la patria de acogida de los Barea. Ahora estará a disposición de todo filólogo o historiador que quiera consultarlo. Y, sinceramente, creo que es hermoso que haya un legado español de esta calidad en el corazón de la Universidad más famosa del mundo”.

Comienza con buen pie Ignacio Peyró su gestión del Instituto Cervantes de Londres, uno de los que más ha crecido en los últimos años (ha llegado a tener más de 3.000 alumnos). El de Londres es también uno de los centros veteranos del litado de sedes: aunque con otro nombre, existía ya desde 1946. Así, la intención es profundizar en las no pocas conexiones que existen entre España e Inglaterra, incluso en episodios aún amargos. Buena parte de las plumas más importantes de la literatura española encontraron allí un refugio. Desde Arturo Barea hasta Manuel Chaves Nogales, próximo autor a quien el Instituto Cervantes de Londres dedicará una actividad. “Eso quiero promover, en contacto tanto con las autoridades españolas como con las locales de Londres: al fin y al cabo, Londres en particular y Reino Unido en general han sido escenario de mil y un exilios, desde Alcalá-Galiano a Luis Cernuda, el doctor Trueta o Jiménez Fraud. Y, sí, con Chaves Nogales haremos algo: el reciente programa de Carlos Alsina, además, nos da el mayor aliento para seguir en esa línea de restitución de una España exiliada pero tan España como todas”.

 

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