El año pasado, la Fundación Francisco Franco presentó una denuncia contra el artista Eugenio Merino por la escultura Always Franco, exhibida en el expositor que la galería barcelonesa ADN en la Feria ARCO, feria a la que, junto a IFEMA, fue considerada en su momento como responsable civil subsidiario.
La obra de Merino mostraba a Franco vestido de militar dentro de una cámara frigorífica de bebidas, lo que fue considerado por la Fundación como una ofensa. Se está "ofendiendo gravemente al anterior jefe del Estado, al que se está caricaturizando, y convirtiendo en guiñol", manifestó el vicepresidente de la Fundación, Jaime Alonso.
El próximo 11 de julio, el juzgado de primera instancia número 26 de Madrid juzgará al creador Eugenio Merino por “dañar el honor” del antiguo jefe del Estado . La Fundación Francisco Franco le reclama 18.000 euros de indemnización. Como apoyo a Merino, la plataforma Artistas Antifascistas va a montar del 5 al 7 de julio en el distrito de Vallecas una curiosa y burlona muestra con la obra de más de una veintena de artistas, entre los que destacan Carlos Garaicoa, Cuco Suárez o el propio Merino, que presenta Punching Franco.
La exposición pretende ser “una visión crítica sobre –y contra– el siniestro legado de Franco”, aseguran sus promotores. No les falta razón cuando dicen que llama la atención que en España la figura de Franco “ha sido poco tematizada por los artistas” y que las obras desde una perspectiva crítica han tenido poca visibilidad.
Merino, que ya causó polémica en ediciones anteriores de ARCO (aún conservamos en la retina las imágenes de un zombie Fidel Castro y de Damien Hirst pegándose un tiro en la sien, o la muy polémica Stairway to heaven) manifestó: "Quería reflejar cómo es España, cómo tenemos en la cabeza esa imagen, que es nuestro icono, y que está como congelada en nuestro cerebro".