La edición número 74 de la Feria Internacional del Libro de Fráncfort (19-23 de octubre de 2022) fue abierta por todo lo alto: con la presencia los Reyes de España, Felipe VI y doña Letizia y del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. Los discursos también corren a cargo de firmas de prestigio: Irene Vallejo y Antonio Muñoz Molina. ¿Hasta qué punto puede beneficiar a nuestros autores, lectores y editores el hecho de que nuestro país sea invitada de honor? Analizamos claves y polémicas del programa en estos cinco apartados. La Feria de Fráncfort es el mayor encuentro editorial del mundo y España no era país invitado de honor desde 1991.
¿Creatividad desbordante?
La primera polémica de la Feria ha llegado pronto, cuando se conoció el lema del pabellón español: “Creatividad desbordante”. El crítico literario de izquierda Ignacio Echevarría cuestionó a fondo el lema escogido: “Ninguno de los hilos temáticos (del programa) vinculan la literatura española con su sociedad, ninguno de los malestares a los que aquélla responde o de los que se evade, ninguno de los conflictos que en ella laten, de la naturaleza que sea, son objeto de atención. En lugar de eso, un escaparate de lugares comunes y de eslóganes. Todo al amparo de los predicados idiotas y repelentemente ecuménicos del dichoso manifiesto #YoSoyGeneracióndel22. Pura palabrería. Puro humo”, lamentaba en una columna en la revista digital Ctxt.
Le contestó ayer mismo el autor superventas Fernando Aramburu en El País: “A quienes hunden de costumbre la pluma en tinta negativa, les disgusta el lema (“Creatividad desbordante”) con el que España se presenta en Fráncfort. La frase, mal que les pese, ha hecho fortuna en la prensa alemana, quizá porque la traducción (sprühende kreativität) tiene una connotación coloquial de dinamismo y audacia que la hace atractiva. En todo caso, da una imagen de país sin complejo de inferioridad, consciente del valor de lo que ofrece. Lo certifican el extenso programa de actos y la presencia de un alto número de escritores de ambos sexos, representantes de las diversas lenguas de España”. Merece la pena leer y comparar ambas columnas.
Literatura versus ensayo
Si de algo podemos estar seguros en las secciones de Cultura es que los sellos editoriales especializados en ensayo no sienten esta feria como algo propio. “Parece que no haya otra cosa que literatura”, denuncia un veterano editor madrileño. “Las novela se ha llevado todas o casi todas las ayudas a la traducción de títulos completos y también las ayudas a la traducción de fragmentos para presentar a los editores extranjeros. Que inviten a Irene Vallejo es comprensible, pero quien no necesita ayudas ni visibilidad es precisamente una autora que se presentan a las editoriales europeas con la garantía de haber vendido 50.000 libros en su país. El ensayo en español no se apoya y por eso se traduce tan poco fuera, con excepciones como Remedios Zafra que sí se ha traducido en Francia y Alemania. La lógica de todo el proyecto de Frankfurt este año es el equivalente a dar subvenciones, ayudas y facilidades a la editorial Planeta frente a otros sellos que están luchando por la supervivencia”, lamenta.
¿Escaparate ideológico?
Los sellos que publican libros con lógicas distintas o contrarias al progresismo están claramente “infrarepresentadas” en el programa de la Feria. “Escojo esa palabra por no decir ninguneadas o silenciadas. No es que suenen raro que no participen autores de la línea de Alberto Olmos, Jorge Bustos y Ana Iris Simón, es que tampoco hay conservadores, tradicionalistas o antiprogresistas de los mayores, que pienso yo que algún interés pueden despertar en Europa, con el giro político que se está dando”, explica una responsable editorial de Barcelona. “Lo que ofrecen es un escaparate ideológico para recompensar a quienes sintonizan con sus discurso, sea una filósofa como Marina Garcés o alguien que el gobierno considera un ‘pope’ como es el caso de Daniel Innerarity”, remata. Otros profesionales del sector coinciden en describir la programación española como “sota, caballo y rey”.
Utilidad del programa
Un agente literario habitual de la feria comparte el escepticismo de muchos de sus compañeros: “Sumando este año, he ido dieciséis veces a Frankfurt. ¿Sabes cuántos días he pisado el pabellón del país invitado? Dos. Hay que tener en cuenta que hablamos de una feria enorme, mucho más grande que Ifema, un recinto por el que hay que moverse en autobús. Lo que ha presentado España va a servir sobre todo para proyectar hacia los medios la imagen que quiere el Gobierno, que es una imagen de modernidad y diversidad. La juventud la pone la charla entre Elizabeth Duval y Cristina Morales. Luego se les ha ido un poco el compás programando una mesa con Marta Fernández y Ferrán Adriá. ¿Qué puede decir Adriá que tenga todavía un mínimo interés para el sector editorial o los lectores?”, se pregunta en modo retórico.
Igual yo hubiera hecho el mismo programa, una cosa muy tranquila, templada y facilona", explican fuentes del sector
Luego añade un matiz: “Igual yo hubiera hecho el mismo programa, una cosa muy tranquila, templada y facilona. Esa apuesta pega mucho con el pabellón del país invitado, que normalmente es manso como un estanque”, recuerda. Otro editor de un sello grande añade que “sobre todo, servirá para dar a conocer novedades de la industria editorial española a los lectores que se acerquen el fin de semana, casi todos de la propia ciudad o alemanes que viajan a la feria para informarse”.
Homenaje a Marías
Uno de los platos fuertes del programa es el homenaje al recientemente fallecido Javier Marías, uno de nuestros novelistas más internacionales, traducido a más de 40 idiomas. “Con una voz única y estimulante, fue una figura clave de la generación de escritores a la que perteneció y creó un reino en el que escribir, pero también editar, el Reino de Redonda, en el que gobernaban la elegancia y la generosidad, dos aspectos de su literatura y su persona”, destaca la organización. El homenaje se le rendirá el día 21 en el escenario Cereza del Pabellón de España su editora en Hispanoamérica, Pilar Reyes (Alfaguara), sus editores en alemán y francés, Roland Spahr (Fischer) y Gustavo Guerrero (Gallimard), y traductora al alemán, Susanne Lange. Modera la conversación el periodista Paul Ingendaay, del Frankfurter Allgemeine Zeitung.