Fue uno de los pioneros de la fotografía en España. Ejerció el reporterismo, montó su propia agencia, trabajó para la Casa Real, se alistó en la Falange y se convirtió en el fotógrafo de Franco. Ante su cámara posaron Truman Capote o Gregory Peck, también Alfonso XIII o Franco. Durante la Guerra Civil se unió al bando nacional y desde allí realizó incontables fotografías tanto en el frente como en la retaguardia. Se trata de José Demaría Vázquez (Madrid, 1900-1975), mejor conocido como Campúa, a quien hace poco la editorial La Fábrica le dedicó un libro en su colección.
Hijo de un conocido fotógrafo, el primer Campúa, que ya guardaba relación con la Monarquía, comenzó a trabajar muy joven, con apenas 22 años. Empieza a colaborar en diversos medios como El Fígaro, Nuevo Mundo, Mundo Gráfico y La Esfera, entre otros. En los años 1920, al igual que su padre, realiza importantes trabajos fotográficos durante las acciones bélicas desarrolladas en el norte de África, como la toma de Gurugú en 1921. Alcanzó gran prestigio cuando en 1922 fue el único reportero gráfico que acompañó a Alfonso XIII en su viaje a Las Hurdes. En esos años estuvo considerado entre los mejores reporteros gráficos españoles junto a Alfonso Sánchez Portela, José María Díaz Casariego y Luis Ramón Marín.
Desde 1921 y hasta su muerte en 1975, trabajó de manera constante, y en su obra puede verse la evolución de la sociedad que captó con su cámara. Empezó a fotografiar a Franco durante la Guerra Civil y siguió haciéndolo después, pese a ser condenado en 1942 a cárcel e inhabilitación por vínculos con la masonería, un asunto que el dictador pasó por alto. Tal era la importancia de Campúa en el Pardo, que Franco lo nombró su proyeccionista.
Debido a su relación con el mundo del espectáculo, ya que fue dueño de cines, Campúa retrató a escritores y artistas, como Truman Capote, John Huston, Gregory Peck o Gary Cooper. Además, también tiene entre su archivo los retratos del entonces príncipe Juan Carlos, desde su bautizo en Roma, en su primer viaje a España o en su boda en Grecia. En uno de sus retratos puede verse a Juan Carlos I montando a caballo acompañado de su madre, María de las Mercedes, en 1947. Campúa también retrató a la reina Victoria Eugenia. Por su estudio, ubicado en la Gran Vía, pasaron una importante cantidad de personas prominentes y figuras de la vida pública.
Los archivos de Campúa contienen cientos de fotografías de los reportajes realizados en la Guerra de África, el viaje a las Hurdes con Alfonso XIII y Gregorio Marañón, entre ellas muchas imágenes de la Guerra Civil. Una de las más impactantes y conocidas es la del requeté que ha perdido los dos brazos. Fue tomada a la salida de un cóctel ofrecido por Chicote a los heridos de guerra, en el Hospital Municipal de San Sebastián. Tras la celebración el requeté accedió a ser retratado junto con otros dos heridos, un oficial de infantería y Ruiz Albeniz. Entre esas muchas otras fotografías atestiguan lo ocurrido en esos años, tal y como describe el archivo en línea dedicado a su memoria, que incluye visitas de Estado, audiencias con Franco y retratos de toda la familia del dictador, instantáneas populares y callejeras, desde fiestas de San Isidro hasta fotos de guerra.