En 1998, Damon Albarn decidió impulsar un proyecto musical típicamente británico, aunque en las antípodas del triunfante britpop. Se trataba de continuar la tradición anglosajona de exploradores, en este caso musicales, que cuenta con iconos como David Byrne, Peter Gabriel y Paul Simon, auténticos divulgadores de los sonidos de África y América Latina. Albarn aportaría un toque de modernidad y la apuesta por los dibujos animados, de la mano de la otra mitad del proyecto: el ilustrador Jamie Hewlett. Un cuarto de siglo después, pueden presumir de un nivel medio altísimo de sus grabaciones, de un directo apabullante y de ser uno de los mejores antídotos contra el ombliguismo patológico del pop británico.
Además, coronan el aniversario con un discazo: Cracker island. Se trata del octavo de su carrera y uno de los mejores que han grabado, típicamente ecléctico y espectacularmente sutil. El trabajo está dominando por los tiempos medios hipnóticos, contrastando con una atmósfera del planeta pop donde todo es aceleración y exhibir extravagancia. La lista de invitados, como siempre es de alto nivel de calidad y variedad, con nombres como Stevie Nicks (exFleetwood Mac), Adeleye Omotayo, Thundercat, Tame Impala, Bootie Brown y Beck.
Todos ellos han sido eclipsados por la pieza de Bad Bunny, que ha cabreado intensamente a muchos talibanes del britpop, que consideran la alianza como una rendición deshonrosa ante la vulgaridad reguetonera , hoy estilo dominante y casi omnipresente. La robusta y contagiosa "Tormenta" se las apaña para sonar viva en un territorio a medio camino del puertorriqueño y el londinense.
Gorillaz en plenitud
“Tiene una voz fabulosa. Tiene una gran voz, en serio. No puedo competir con ella”, dijo Damon Albarn sobre Bad Bunny en una entrevista con Zane Lowe para su podcast en Apple Music. Algunos fans del grupo británico protestaron por lo poco que canta Albarn en la canción, así que él tuvo que defender su decisión: “Simplemente me salgo del camino de inmediato, y luego vuelvo un poco al final. (Bad Bunny) sabe lo que está haciendo, puede conectarse inmediatamente con su emoción. Mira, este es el truco, no estar bloqueado. No está bloqueado en absoluto”, explicó. Hace años que Albarn causa sorpresa entre los hípsters por disfrutar de Bad Bunny y el reguetón, un género detestado por muchos fans de la música 'indie'. “No me importa lo que la gente piense, siempre estoy haciendo lo que considero que pueda generar música grandiosa, ¿sabes?”, declaró en la revista digital Warp en 2021.
El nuevo disco de Gorillaz ha entrado en el top diez de ventas en diecinueve países
Como han señalado muchas reseñas, el disco atrapa por la sutileza de sus ritmos, la calidez de sus pistas vocales y la capacidad de Albarn para poner a las estrellas al servicio del proyecto (este fanático del Chelsea reúne todas las cualidades que necesita un gran entrenador de fútbol). Son diez canciones y 37 minutos, de los que sales con la impresión de que nada sobra y nada falta. Más allá de la trinchera pop que ocupe cada uno, Cracker Island ha sido un álbum comercialmente exitoso, que ha coronado la lista de ventas del Reino Unido, ha llegado al tercer puesto en Estados Unidos y ha entrado en el top diez en diecinueve países en todo el planeta.