Seguramente vivimos los tiempos más impredecibles en la meca del cine. Gigantes como Sony celebran la película más recaudadora de su historia, Spiderman: sin camino a casa, mientras la industria contempla con desesperación una cascada de naufragios de taquilla, que recaudan mucho menos de lo esperado. Los más llamativos, aunque no los únicos, fueron la esperada Matrix Resurrections, el West Side story de Spielberg, la precuela The King’s man, El último duelo de Ridley Scott y Resident evil: welcome to Raccon city. ¿El dato más elocuente? La taquilla de Estados Unidos ha caído un 60 por ciento si comparamos 2019 y 2021. El año se ha salvado, sobre todo, gracias a Spiderman, lo que explica por qué el cine de superhéroes solo es cuestionado en el sector por Martin Scorsese.
Lo peor de todo, según ha podido saber este cronista de Vozpópuli, es la incertidumbre: no está claro si los descalabros del segundo semestre de 2021 son achacables a motivos artísticos o al temor del público maduro a acudir a las salas de cine. En España, las salas recaudaron la modesta cifra de 127 millones de euros, ni la mitad que en 2019. Las películas españolas se quedaron ligeramente por encima de los 40 millones, cifras peores que las del año del confinamiento (42 millones). Además la cuota de pantalla en 2020 fue del 25 por ciento, mientras que en 2021 cayó hasta el 16%. Menos de siete millones de espectadores vieron cine nacional en 2021.
Ni El buen patrón (Fernando León de Aranoa) ni No way down (Jaume Balagueró) pudieron salvar el año. Para 2022, la gran esperanza vuelve a ser la tercera parte de Padre no hay más que uno, que se empezó a rodar hace pocas semanas en Madrid y que tendrá temática navideña (Antonio Resines está en el reparto, así que puede haber retrasos). La fecha prevista de estreno es el 15 de julio. Las salas no compensaron con películas de fuera: recaudaron solo 127 millones hasta el 5 de septiembre, según datos del ministerio. Hablamos de un bajón del 70,1% respecto al mismo período de 2019 -425 millones de euros- y de un 3,5% menos que en el pasado año -131,9 millones de euros-. Naufragio completo.
Un estudio del Hollywood Reporter del pasado diciembre muestra también que los espectadores entre 45 y 64 años todavía temen por su salud a la hora de acudir a una sala.
No somos el único país con problemas. En Inglaterra, por ejemplo, los ingresos del entretenimiento para disfrutar dentro de casa crecieron un 13% a lo largo del pasado año, pero los del cine se desplomaron. En Estados Unidos se ha confirmado que solo un 36% de los espectadores declara que las salas son su opción principal para ver una película. Un estudio del Hollywood Reporter del pasado diciembre muestra también que los espectadores entre 45 y 64 años todavía temen por su salud a la hora de acudir a una sala.
Hollywood da la espalda a las salas
Con este panorama, resulta demasiado tentador que los grandes estrenos vayan directamente al streaming o tengan vidas cortísimas programadas de dos semanas en los cines. Las películas que optaron por este camino en 2021 fueron muchas, entre ellas El poder del perro, Don’t Look Up y Being the Ricardos. Hollywood ya no mira a las salas , sino a las nuevas formas de distribución tecnológica. La comedia romántica del año que empieza, Marry me, con Owen Wilson y Jennifer López, se estrenará a la vez en salas y en Peacock, la plataforma de streaming de Universal. Por su parte, Warner ha programado diez de sus grandes estrenos para la plataforma de streaming HBO Max. La nueva entrega de Batman solo tendrá 46 días de exclusiva en cines antes de estar disponible en streaming mientras que Canta 2 ya puede verse en nuestros salones a pesar de estar haciendo bastante dinero en las salas.
Benjamin Lee, periodista de The Guardian, aporta otros datos en un completo artículo sobre la crisis del sector: “Sony ha decidido retrasar otra vez de Morbius (cinta de superhéroes con Jared Leto), una noticia comprensible pero preocupante para el futuro cercano. Es la séptima vez que se retrasa esta cinta sobre un científico vampiro, que originalmente estaba programada para julio de 2020. Será el primer gran estreno de 2022 que ha sido gravemente afectado por la crisis de la covid”, explica. Un día después de anunciar este retraso, se informaba de otro: el del biopic de Céline Dion titulado Aline, que pasa de este enero a una fecha sin especificar en primavera.
Más datos que destaca Lee en su reportaje: “Pixar ha cancelado el estreno en salas de Turning Red -película sobre las mutaciones de la adolescencia-, que irá directamente a Disney +. Sundance se acaba de cancelar por preocupaciones médicas. Los cines en Estados Unidos siguen abiertos, con mascarillas y obligación de estar vacunado en la mayoría de estados, pero en otros países se están cerrando poco a poco. Holanda, Dinamarca, Bélgica y algunas zonas de Canadá ya han impuesto cerrojos y otros países lo están meditando”, advierte. ¿Será 2022 el año más negro de la industria del cine?