Nos regaló planos nunca antes vistos, pesadillas recurrentes, guiones magistrales y hasta fobia a unas inofensivas aves. Hace 125 años nació Alfred Hitchcock, uno de los mayores genios de la historia del cine sin el que no se puede entender el séptimo arte de los últimos 80 años. Los guiños, referencias e influencias al genio londinense son innumerables y llegan a cualquier ámbito de la cultura popular. Paradójicamente se fue a la tumba sin conseguir ningún Oscar a la mejor dirección, aunque estuvo nominado en cinco ocasiones por Rebeca (1940), Náufragos (1944), Recuerda (1945), La ventana indiscreta (1954) y Psicosis (1960). Como no hay mejor homenaje para un artista que disfrutar de su obra, disfrutemos de las que muchos consideran las cinco mejores películas del cineasta.
Psicosis (1960)
Si no han visto la película apostaría muchísimo dinero a que han visto alguna referencia o parodia a la escena más famosa de esta película. Psicosis es probablemente la película más famosa de Hitchcock y una de las más influyentes en el género del terror psicológico. Protagonizada por Anthony Perkins, Janet Leigh y Vera Miles, es recordada por la ya citada escena de la ducha y su impactante giro en la trama. La historia sigue a Marion Crane, quien, tras robar una gran suma de dinero, se refugia en un remoto motel dirigido por el inquietante Norman Bates.
No solo la escena ha calado en el imaginario colectivo, es que la película ha logrado que nuestra mente le ponga música a cualquier persona que sostenga un cuchillo y extienda el brazo de forma repetitiva. Como curiosidad, Hitchcock optó por filmar en blanco y negro, a pesar de que el color ya era común, lo que intensificó la atmósfera sombría y perturbadora de la película. Aunque muchas veces se dijo que fue para evitar que la icónica escena fuera especialmente repulsiva, el motivo real fue por ahorrar dinero.
Vértigo (1958)
Dos años antes de Psicosis, Hitchcock rodó, esta vez sí en color, Vértigo (De entre los muertos), su película más aclamada por la crítica, llegando al punto de ser considerada una de las mejores películas de la historia del cine. En esta ocasión, no había largas aventuras de persecuciones infinitas, aquí el director optó por una intriga psicológica, que tiene tantas lecturas posibles como espectadores.
La película, protagonizada por James Stewart y Kim Novak, aborda temas como el miedo, la obsesión y la identidad. La historia sigue a Scottie Ferguson, un detective retirado con acrofobia o vértigo, quien es contratado para investigar a la misteriosa Madeleine Elster. Junto a la profundidad psicológica de los personajes, la cinta consiguió que millones de espectadores sintieran el mareo propio de los que temen a las alturas con el famoso “efecto Vértigo”, que combina zoom con movimiento de cámara en sentido opuesto.
La ventana indiscreta (1954)
Un fotógrafo (James Stewart) se encuentra confinado en su apartamento debido a una pierna enyesada. Aunque cuenta con la compañía de su novia (Grace Kelly) y su enfermera (Thelma Ritter), intenta escapar del aburrimiento observando, con unos prismáticos, la vida de sus vecinos a través de la ventana. Su curiosidad se convierte en obsesión cuando sospecha que ha presenciado un asesinato.
Hitchcock utiliza el apartamento del fotógrafo como un escenario en el que se desarrolla toda la acción, limitando la perspectiva del espectador a la del protagonista. Este enfoque crea una tensión constante, ya que el espectador, al igual que el protagonista, solo puede deducir lo que ocurre en los otros apartamentos basándose en lo que se ve y escucha. De nuevo la obsesión del personaje sumerge al espectador en una ola de la que durante dos horas no podrá salir.
Con la muerte en los talones (1959)
Para el que firma este texto, la más divertida con diferencia, Con la muerte en los talones es una cinta trepidante que cuando acaba uno siente que le falta el aliento. Protagonizada por un desbordante Cary Grant, la trama sigue a un ejecutivo publicitario que es confundido con un espía y se ve envuelto en una persecución implacable.
De nuevo nos encontramos ante un par de las escenas más famosas de la historia del cine, especialmente la agobiante persecución de la avioneta. Un thriller frenético que es capaz de incluir el humor de un superlativamente carismático Grant.
Los pájaros (1963)
Aunque se quedan fuera cintas superiores como Encadenados o Rebeca, cerraremos con otra de las obras que más ha marcado en la cultura popular y directamente traumó a millones de personas. Los pájaros es una película de horror psicológico en la que la naturaleza se convierte en una fuerza aterradora e inexplicable. Tippi Hedren interpreta a Melanie Daniels, una joven rica y snob de la alta sociedad de San Francisco, conoce casualmente en una pajarería al abogado Mitch Brenner. Sin ninguna explicación las aves de la localidad comienzan a atacar violentamente a los habitantes.
Después de asustarnos y hacernos reflexionar con personajes siniestros o el terror psicológico que bebe de lo más profundo de nuestra psique, Hitchcock nos dejó esta película que podríamos considerar de género fantástico o paranormal, logrando una nueva joya de lo que podría haber sido una premisa absurda, como la de que todos las aves se coordinen para atacar ferozmente a los humanos.
Dudandomucho
Me declaro fan de Alfred Hitchcock, me gustan todas sus películas, hay alguna que he visto más de 20 veces, cómo mínimo. De su época británica destaco 39 escalones, me parece sublime; quien no la haya visto no sabe lo que se pierde y de su vida Hollywoodiense Crimen perfecto.