En España hay 872 editoriales agremiadas, es decir, una editorial por cada 52 mil habitantes. Estas son cifras aportadas por la Federación del Gremio de Editores de España, pero se calcula que el número de agentes editores es mucho mayor: cerca de unos 3.000.
Según el último Barómetro de Lectura, la media de compra de libros es de 9 ejemplares al año por persona. Eso si se incluyen libros de texto. Si embargo, cada año se editan en España cerca de 70.000 títulos. ¿Existen lectores para ese volumen de mercado?
Refiriéndose a los resultados de la Feria del Libro de Madrid, que este fin de semana llegó a su ecuador, Teodoro Sacristán, su director, manifestó que el del libro no es un sector " ajeno a la crisis" pero reconoció, co cierta ironía, que las cifras de la Feria "no salvará la economía española".
Resulta curiosa la ironía de Sacristán. EL sector al que pertenece puede que sea uno de los más protegidos y mimados. Por tercer año consecutivo, la Feria ha dado la espalda al libro electrónico.
Si bien es cierto portavoces de la Feria afirman que éste no es el sitio para dar ese debate, a diferencia de Liber –la feria profesional de editores que se realiza en Otoño-, también hay que destacar que muchos parecen reacios a enfrentar sin tapujos un debate que, a la vez que protege al sector libreros, no permite una libre competencia en precios –como sí ocurre con el libro electrónico-.
Se trata del precio fijo del libro, el bastón primordial de un sector que depende de la intervención de mercado para mantener a raya los efectos de la competencia. Y es aquí, justo en la feria del Libro, donde ese fenómeno se hace palpable.
Sacristán dice hablar cada día con muchos libreros y editores. Las ventas "van a la baja" para unos y otros les va "mejor que en años anteriores", una visión casi doméstica que no completan el mapa.
En los presupuestos de cultura de este año, la Federación de Gremios de Editores conserva una subvención nominativa de 660.000 euros, mientras el programa de Bibliotecas Estatales sufre un recorte de 62% y su línea dedicada a la dotación experimenta una “minoración” de 70%.
Existe, a todas luces, una política de protección a la industria editorial, que aporta empleo a cerca de 30.000 personas y representa aproximadamente el 0,7% del PIB. Fuentes de la Secretaría de Cultura afirman que no existe intención alguna de modificar el precio fijo del libro y menos con las cifras de los últimos cuatro años.
Según los datos que maneja Nielsen (la OJD de los libros), el descenso total en ventas desde principios de año es del 15%. Las cifras de Nielsen muestran, además, que actualmente los libros más vendidos venden la mitad que en 2011.
El descenso de ventas en librerías estaría actualmente entre 23 y el 30%. Un dato que reafirman las tablas de la Confederación Española de Libreros (CEGAL), a la que aportan ventas casi 300 librerías.
Las ventas del Top 100 de CEGAL desde agosto de 2011 reflejan los siguientes datos: en octubre (47.125 ejemplares), febrero (37.569 ejemplares) y marzo (46.370 ejemplares).
A pesar de las cifras, Teodoro Sacristán asegura que editores y libreros están "muy ilusionados" con la feria, aunque "da la sensación" de que algunos "tenían tantas expectativas" puestas en estos días, "como si fuera a ser la Feria de Madrid la que pudiera salvar la economía española". Y no será así.