El próximo personaje del escritor italiano Alessandro Baricco no es un Bartebly. No se trata de un pusilánime que preferiría no escribir. De ágrafo nada. Es solo un escritor que abandona un tipo de historia para publicar otra. Es, si se quiere, un buscador, una especie de homenaje al oficio de escribir que el italiano rinde en las páginas de su último libro Mr Gwyn (Anagrama/La Magrana).
Mr Gywn aborda el caso de un autor de éxito que decide dejar de publicar -algo que Baricco ha tenido que desmentir constantemente en su caso- para dedicarse a escribir retratos de personas, y que resulta ser una "historia sobre el oficio y sobre el gesto tan bonito que es escribir", explicó el italiano durante su visita a España para presentar el libro.
Después de Emaús, una novela con una escritura "severa y angulosa", Baricco se propuso relatar un texto transparente y de cristal, lo que ha logrado con Mr Gwyn, tras ocurrírsele la idea de un “escritor de relatos” mientras veía una exposición de cuadros.
Lejos de resultar una quimera la posible escritura de retratos en lugar de pintarlos, en la novela, que es metaliteratura en torno al oficio del escritor, aparece un sólo retrato, que es también la primera escena de su novela Tres veces al amanecer, que se desarrolla en el 'hall' de un hotel cuando un hombre que se dirige a trabajar se cruza con una mujer que acaba de volver de una fiesta.
Baricco ha confesado que tras la escritura de esta novela ha cambiado su forma de ver el oficio, de la mano de un protagonista "muy lento y preciso en la construcción de los retratos", y ha confesado haber tratado también de escribir retratos. Entre líneas, el autor italiano ha querido poner sobre la mesa el vínculo entre los libros en las personas: "Somos páginas de un libro que nadie ha escrito jamás", dice Barrico, quien considera que las personas no entienden la historia de la que son protagonistas.
"Los narradores hacen esto: crean una historia y la gente se reconoce en determinadas páginas", explica Baricco, en una alusión a los retratos que busca hacer su protagonista, Mr. Gwyn, que tratan de captar la historia de las personas en escasas páginas. Para el autor, "cuando se lleva a las personas adentro de una historia, da la impresión de que las personas vuelven a sus casas".
Baricco, que asume verse constantemente reflejado en las páginas de J.D. Salinger y rendirle un homenaje constante al autor de El guardián entre el centeno protagonizado por el joven Holden, ha confesado también su gusto por los personajes que desaparecen. Desde que publicó, en 1996, la novela Seda, se convirtió en un fenómeno literario traducido a 17 idiomas. En España, esa novela en concreto ya va por 40 ediciones, convirtiéndolo en un long-seller.
A pesar del interés que despierta este filósofo, dramaturgo, ensayista, cineasta y novelista, Baricco detesta conceder entrevistas e intenta, en la medida de lo posible, mantenerse alejado de la atención mediática, tanto, que para la promoción de su novela City sólo respondió a preguntas y entrevistas a través de Internet.
Actualmente Baricco vive en Turín, donde a finales de 1993 inauguró, con un grupo de amigos, una escuela de narración llamada Holden, que acapara buena parte de su tiempo y sus energías.