El director Luis Cobos (1948) tiene un currículum desbordante, que ocupa seis páginas de un PDF con letra apretada. Abarca desde conciertos en el Santiago Bernabéu hasta composiciones para espectáculos ecuestres; desde sintonías para empresas emblemáticas de nuestro país (Seat, Cepsa, El Corte Ingles…) hasta bandas sonoras para obras de Sófocles; desde arreglos para superventas internacionales (Julio Iglesias, Plácido Domingo, Mecano…) a su trayectoria de gestión para la defensa de los derechos del sector (algo que muy pocos músicos están capacitados o dispuestos a hacer). Por supuesto, también es dueño del golpe de melena más famoso de nuestra historia reciente, que la portada de su biografía capta en todo su esplendor.
Entre sus méritos también destaca entrar en la Filarmónica Beethoven con ocho años, colar la zarzuela en las radiofórmulas de los ochenta y haber despachado quince millones de copias de sus discos de música clásica. Presume de invertir tanta energía en sus conciertos que adelgaza unos dos kilos por noche. Con la agenda repleta, nos recibe en una sala de reuniones de la AIE (Asociación de Intérpretes y Ejecutantes), institución que preside, para una entrevista con motivo del doble compacto ‘¡Va por México!’ . Lo presenta en Madrid el próximo 10 de mayo con un concierto en el Teatro Real a beneficio de la fundación que preside la reina Letizia para combatir las enfermedades raras. Hay tanto para preguntar que cuesta decidir el comienzo.
Como el día anterior hubo elecciones, pregunto su impresión sobre el resultado. “Cuando gana el PSOE, la cultura ha tenido un mejor tratamiento. No sé por qué, quizá por tradición, yo soy independiente pero es lo que pienso. El partido socialista nos ha ayudado más, te puedo poner el último ejemplo que ocurrió el pasado viernes cuando el Consejo de Ministros aprueba que los autores puedan compatibilizar el cobro de derechos con recibir su pensión. La situación anterior era un disparate y lo han arreglado. También tengo que decir que hemos vivido un momento donde la comisión de cultura era un remanso de paz entre los portavoces de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. De ahí salen el Estatuto del Artista y la Ley de Propiedad Intelectual. Para mí eso fue una luz de esperanza. También le pido al PSOE que recupere la gallardía política de Felipe González y Javier Solana, que importaron de Francia el modelo cultural más avanzado de Europa”, señala. Lamenta que la Educación y la Cultura han sido usadas demasiadas veces como arma arrojadiza y piensa que está pendiente un gran pacto de Estado para defenderlas.
Haz lo que sepas, aunque no sepas
La mención a González y Solana hace pensar en cierta nostalgia de los ochenta, una década de explosión para la industria cultural en España. “Fue bonito salir de la dictadura y vivir aquello. El lema de esos años fue ‘haz lo que sepas, aunque no sepas’. Toma un instrumento a ver qué pasa, como hicieron los Sex Pistols, aunque su ‘tocar mal’ fuera una forma de tocar bien, ya que había un componente de teatro en el punk también”, explica. ¿Qué opinión tiene sobre la música de aquella época en España? “No creo que en los ochenta hubiera más talento, pero sí mucha emoción y ganas de vivir. A cualquiera se le ofrecía que intentase hacer cualquier cosa. Ahora vivimos justo el momento es el contrario: hay mucho talento joven en todas las artes pero menos oportunidades de trabajo”, lamenta.
Respecto a la política cultural, recomienda copiar el funcionamiento de los molinos de su tierra natal, Campo de Criptana, en Ciudad Real. “A lo largo del cilindro que es un molino, hay doce ventanucos y el molinero cuando se levanta los va abriendo para ver donde está el viento que se puede aprovechar mejor. Hay que asumir los resultados electorales como hay que asumir cómo el aspecto que tenemos en las fotografías. Lo inteligente es aprovechar el viento que tienes en cada momento para llegar donde quieres. En mi pueblo tienen clasificados doce tipos de viento”, señala. Resumiendo: menos quejarse y más sacar jugo a la situación.
Le pregunto qué objetivo tiene ahora entre manos y habla de mejorar la consideración de las pequeñas salas de conciertos. ”Pedimos que se abra la mano y se afloje en lo posible las reglamentaciones, con la excusa de no molestar a los vecinos. Muchos ayuntamientos piensan que todos los conciertos son de heavy metal, cuando la mayoría o causan ninguna molestia, piensa e los de jazz o de música acústica. En tiempos de Gallardón, recuerdo haberle propuesto una decálogo específico que funcionaba en Francia para salas de menos de cien personas. Lo presentamos con conciertos en diez salas de Madrid de una forma que gustó y nos hizo un poquito de caso”, recuerda.
"México es uno de los países del mundo donde más se vive la música en la calle. Sus ritmos populares son muy alegres, como nuestra zarzuela", explica el director
Pasamos a hablar de México, uno de sus grandes amores musicales. “Junto con Brasil, diría que es el país donde más se vive la música en la calle. En México resulta inconcebible una fiesta sin música en directo, pero no porque los invitados saquen sus guitarras y se ponga a cantar, sino que se llama a un grupo que sepa tocar muy bien. No se concibe una fiesta, del rango que sea, sin música en directo. En el mismo centro de Ciudad de México, junto a la Catedral, encuentras calles repletas de tiendas de tiendas de instrumentos y equipos de música. Eso no pasa ni en Londres, ni en Berlín, ni en Los Ángeles. Es un país variadísimo, desde las bandas de Sinaloa con sus helicones (que vienen de las fragatas militares del Pacífico) hasta los grupos norteños o los del Caribe. Hernán Cortés entró por Veracruz, que es como La Habana si limpiaran las casas. Todas las influencias de un país tan abierto, mezcladas con la cultura indígena prehispánica, dan lugar a la mexicanidad, que es un legado cultural muy rico”, celebra.
La 'boutade' del presidente
¿Cómo definiría la mexicanidad? “ Si ves a un tipo de Yucatán con su piel negra junto a otro de Sonora (que parece gringo, como dicen allí), cuesta creer que pertenezcan al mismo país. Hay muchos puntos del mapa donde la mayoría de los habitantes no hablan español, sino lenguas indígenas, de las que sobreviven unas treinta. A pesar de todo, son capaces de convivir y decir ‘este es mi país y esta es mi bandera, que nadie me la toque’. Creo que puedo decir que conozco el país, ya que estuve en 31 de los 32 estados, solo me falta Tamaulipas. Es un caudal cultural y un mosaico de ritmos maravilloso. Su música popular es muy alegre, como nuestra zarzuela”, resume.
"Isabel Pantoja ha grabado nueva sintonía de la serie ‘Paquita Salas’ y la he orquestado yo. Sinceramente, me encanta trabajar ella y tenemos muy buena sintonía de trabajo", revela
Su concierto del Real combina a The Royal Philarmoic Orchestra con el mariachi juvenil de Teclalitán. “Es una mezcla con mucha energía. Las trompetas parece que lloran, las guitarras te rascan la emoción y además los mexicanos tienen esas canciones de ‘me has dejado hecho polvo, pero aquí te espero si cambias de opinión’ o ‘me has dejado casi muerto pero ojalá que te vaya bonito’. Escuchas esa forma de enfocar la vida y dices ‘qué gusto’. Tienen tradiciones impresionantes, como la de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, donde se concentran cuatro y cinco millones de personas, con unos que llegan caminando y otros en carros. Es impresionante la manera en que viven su cultura y sus tradiciones”, subraya. El concierto del Real tiene un amplio abanico de precios para que puedan acceder todo tipo de bolsillos.
¿Qué le lleva a trabajar con la fundación que preside la Reina Letizia? "Es una institución muy seria. Hay más de tres millones de personas en España que padecen enfermedades raras. Lo que buscan es investigación. Isabel Gemio tiene otra organización que trabaja en lo mismo porque su hijo Gustavo sufre una de estas dolencias. Hace año y medio di otro concierto en el Auditorio Nacional para Manos Unidas. Siempre he tenido un compromiso. La hermana de mi mujer es autista, así que estoy muy cerca de estos problemas. La gente lo sabe y por eso me proponen cosas de este tipo. Muchas veces agradecen más la visibilización que lo que se pueda recaudar. Me llama la atención que España es de los países mas solidarios y generosos del mundo", celebra.
Momento Pantoja
Como ha mencionado a Hernán Cortés, me parece obligado preguntar por las polémicas declaraciones del presidente del país, Antonio Manuel López Obrador. En ellas pedía a la Corona española que presentase una disculpa "al más alto nivel" por la colonización del país. “López Obrador se pasó con unas palabras muy desafortunadas. Los aztecas eran muy crueles y tenían sojuzgadas a las tribus más pequeñas. Cortés viene primero con 300 hombres y luego con 1.500 y se encuentra con una sociedad descomunal. Entra por Tabasco, el estado de nacimiento de López Obrador, donde se encuentra un ejército de 15.000 hombres bien pertrechados y les gana la batalla. Cuando llega a Tenochtitlán, se enfrenta a una ciudad de 500.000 personas, que es una enormidad si tenemos en cuenta que la más grande de España tendría unas 12.000. Lo de López Obrador lo considero una 'boutade'. Cualquier historiador le puede contar que la Corona española concedió un estatus de derechos a los indígenas, que es algo que no ha hecho ningún otro conquistador”, añade.
La pregunta final es obligada, ya que Cobos está trabajando con la artista más mediática de nuestro país, su amiga Isabel Pantoja. Se sabe que él ejerce de productor en el próximo disco de la tonadillera, aunque no el repertorio o el enfoque de las canciones. “Arrancamos el proyecto, pero hubo que parar porque ella entró en ’Supervivientes’. Solo te puedo decir que el disco es muy novedoso, pero todavía estamos decidiendo la dirección concreta en la que ir. Si buscas un dato nuevo, te cuento que Isabel ha grabado nueva sintonía de la serie ‘Paquita Salas’ y que la he orquestado yo. Sinceramente, tenemos muy buena sintonía de trabajo. Colaboro encantado siempre que coincidimos en el enfoque. Es una gran artista”, remata.