Con permiso de Nacho Sánchez (nominado a mejor actor por Mantícora), una excepción en su categoría y uno de los favoritos a hacerse este sábado con el Goya, las actuaciones más aplaudidas en el año cinematográfico 2022 no han sido, precisamente, las protagonistas, sino los papeles secundarios, esos que se recogen en la categoría de mejor actor de reparto y que esconden habitualmente buenas interpretaciones. Eso sí, este año, sin que suene a exageración, probablemente contienen lo mejor del año, tanto en la categoría masculina como femenina.
Es difícil elegir entre Susi Sánchez (Cinco lobitos) o Ángela Cervantes (La maternal), pero más complicado aún es decidirse entre el papel de Ramón Barea (también por Cinco lobitos) y las interpretaciones de Diego Anido y Luis Zahera, dos hermanos en la ficción As bestas, de Rodrigo Sorogoyen, también la más nominada (aspira a 17 Premios Goya), capaces de crear un ambiente de tensión a medio camino entre el western y el thriller.
Para Zahera este sería su segundo Goya en la categoría de mejor actor de reparto, un premio que consiguió gracias a su trabajo en El reino, también dirigida por Sorogoyen. Si no hay sorpresas, al igual que ocurrió recientemente en los premios Feroz que entrega la prensa especializada, no es descabellado imaginar al actor con el cabezón en las manos. En Vozpópuli hemos hablado con el intérprete gallego escasos días antes de la gran gala del cine español.
Pregunta: ¿Qué es lo que peor lleva de estos días previos a los premios Goya, en los que suena tanto su nombre?
Respuesta: Intento no pensar en ello. Los Goya siempre imponen un poco, el hecho de estar nominado te hace muy feliz. Hace muchos años veía los Goya y pensaba que eran para otros actores, que no iban a ser para mí. El hecho de estar te alegra el corazón. Hay cierta presión, es la montaña más alta. En la infinidad de premios que hay, este es nuestro Oscar, nuestro cabezón.
Siempre tengo la misma sensación: no me van a volver a llamar porque me van a ver el truco, me van a descubrir. Estas cosas del gallego pesimista
P: ¿Tiene elegida la indumentaria y preparadas las palabras que pronunciará si sube a recoger el Goya?
R: Me vestirá Lander Urquijo otra vez, que me dio suerte la vez anterior. No tengo nada preparado, no valgo para preparar mucho porque soy una persona muy caótica. En el caso en el que tenga que subir sabe Dios por dónde saldré. En el primero lo preparé mínimamente porque estaba aterrorizado, y llevé unos mínimos que me salté un poco. Sé más o menos de lo que voy a hablar.
P: Siempre se dice que interpreta a personajes complicados. ¿Hasta qué punto se acerca o se distancia de ellos?
R: Trabajo bastante con la imaginación, con el caos, porque no tengo formación, no he ido a ninguna escuela, pero tuve la fortuna de que empezó la televisión autonómica en Galicia en el año 87, yo me incorporé en el 91 y reconozco que trabajé mucho. Tener tablas, que decimos nosotros, también ayuda. Al no tener formación y solo la formación de las tablas, siempre fue para mí algo como divertirse. Creo que desde mi humilde punto de vista, depende de cómo te formen como actor, hay determinados actores que sí se lo llevan con ellos. Yo funciono con el hilo invisible que a veces maneja nuestra profesión cuando dicen acción, pero no me llevo nada a casa y, dentro de esos personajes terribles que interpreto, mejor que se queden en el plató o en el exterior donde estemos grabando.
A lo mejor somos unos pretenciosos. El que arregla coches quiere que los estamentos públicos cuiden mejor su negocio. Pero me agrada que vengan esos dos políticos, que se encuentren allí y que por un momento todo el mundo se lleve bien
P: Algunos actores temen el encasillamiento, otros que deje de sonar el teléfono y a otros les asusta que el Goya traiga consigo una pausa en sus carreras. ¿Cuál es su mayor miedo?
R: Siempre tengo la misma sensación: no me van a volver a llamar porque me van a ver el truco, me van a descubrir. Estas cosas del gallego pesimista. Pero también hay que ser sincero, porque llevo pensando esto unos años y no sucede, estoy intentando transitar a disfrutarlo. El miedo viene bien para esta profesión, porque te activa y te hace correr y escapar de los leones, siempre viene bien. Ese miedo no juega en contra, te pone el estómago a funcionar.
Luis Zahera y Feijóo
P: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contó en Twitter hace unos días que había ido a ver As bestas al cine. Tanto él como el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, han anunciado su intención de acudir a la gala. ¿Le gusta ver a los políticos implicados en el cine o cree que es algo oportunista?
R: Me gustaría que los políticos se llevaran bien, eso es lo que me tiene preocupado. Me encanta que los políticos se acerquen a la cultura, siempre envidiamos a Francia. La educación y la cultura solo tienen cosas buenas, quizás lo agradezco por esta rémora de que en España no se cuida del todo bien todo el monumental aparato cultural que tenemos. Pero a lo mejor somos unos pretenciosos. El que arregla coches quiere que los estamentos públicos cuiden mejor su negocio. Pero me agrada que vengan esos dos políticos, que se encuentren allí y que por un momento todo el mundo se lleve bien, que es lo que me tiene preocupado últimamente, la parte cainita, la parte del cuadro de Goya de los garrotazos. Lo de Feijóo ya lo sabía, porque como hice una vez una publicidad con él, ya me lo había dicho, tengo un poco de contacto por WhatsApp por nuestro parecido físico. Si me ves afeitado y con unas gafas me parezco bastante a él.
P: ¿Cuál es ese papel que no termina que llegar o ese director que no termina de llamar?
R: Todos los malos queremos hacer de buenos y los buenos quieren hacer de malos. Me encantaría hacer una de amor. Me encantan las comedias románticas, me encantaría que me dieran una de esas. La esperanza nunca se pierde y ese sería mi deseo: hacer de un chico que se enamora de una chica, o de un chico, me da igual, pero que se enamorare mucho.
P: En una entrevista reciente a Vozpópuli, Ramón Barea confesó sentir cierta timidez si le tocaba subir a recoger el Goya. ¿Cuesta subir a un escenario sin interpretar un papel?
R: Cuando empecé en esta profesión me entrevistaba a mí solo, porque consideraba que la popularidad era que te pararan por la calle y te entrevistaran. Cuando vas una entrevista intentas ser tú mismo, aunque siempre tienes una alerta. Ahora hay unos ciertos miedos. Yo no tengo redes, pero me ocurre algo que es no decir algo que se pueda interpretar mal, es un poco triste. Si subo intentaré ser yo mismo y decir algo auténtico. Si es que subo y no se lo lleva el gran Barea, o mi hermano Diego Anido, intentaré ser yo mismo.