Cultura

Mary Poppins deja de ser apta para todos los públicos: la crítica británica observa comentarios racistas

La BBFC propone la etiqueta 'PG' para calificarla inminentemente tras considerar el uso de un término "discriminatorio" que trata de forma despectiva a los colonos neerlandeses en África

  • Mary Poppins deja de ser apta para todos los públicos

El mundo del cine vuelve a ser objeto de revisionismo. Mary Poppins, una de las películas más taquilleras de la historia, ganadora de cinco Oscar y erigido como uno de los clásicos más amados e imprescindibles en la parrilla infantil, dejará de ser 'apta para todos los públicos'. La película de 1964 ha sido elevada de categoría por el empleo de un "lenguaje discriminatorio", tal y como anuncia la British Board of Film Classification (BBFC), la organización encargada de calificar y certificar los contenidos audiovisuales en el Reino Unido.

Ambientada en una casa de la capital británica a principios del siglo XX, Mary Poppins cuenta la historia de una niñera mágica que acude a socorrer a una familia de clase media-alta. El padre está obsesionado con un asenso social y los dos hijos, Jane y Michael, pretenden llamar su atención a toda costa. Este punto de partida es mucho más interesante de lo que parece a simple vista, puesto que con una casa se pueden reflejar las diferentes clases y cambios sociales propios de la época. Esta fue una de las claves del éxito de la reconocida adaptación de la novela de Pamela Lyndon Travers.

Aunque hoy en día puede que no lo parezca, Mary Poppins es una producción un tanto arriesgada, ya no solo por el hecho de ser una película familiar que superaba las dos horas de metraje, sino porque también suponía la vuelta a un género en decadencia en la época: el género musical/original. En los años 60 marcaban tendencia las espectaculares adaptaciones de obras de Broadway como Camelot o My Fair Lady, pero apenas había películas con canciones originales. La ficción protagonizada por Julie Andrews supuso, por lo tanto, un antes y un después en la producción de películas de dicho estilo.

En el mundo de Disney, la música siempre ha tenido un papel muy relevante y muchas canciones han ido articulando la narración de la trama. También ha construido una parte clave el lenguaje y la forma de comunicar las cosas: el hecho de ser producciones enfocadas, sobre todo, en el crecimiento de los niños (su verdadero target) ha obligado a cuidar el guion de estas películas al máximo, dando cabida a todo tipo de moralejas, aprendizajes y conocimientos que han impulsado el prestigio de la gran compañía estadounidense.

Justo esto último mencionado ha situado a Mary Poppins en el medio de la crítica y el debate. Con motivo de la conmemoración del 60º aniversario del producto de Robert Stevenson, la BBFC ha decidido elevar su clasificación por edades. La película pasará, entonces, de contar con la etiqueta 'U' ("apta para todos los públicos") a ser catalogada como 'PG' ("Parental Guide"). Este cambio recomienda que los menores vean la misma en compañía de un "adulto responsable" a causa de ciertos criterios que podrían no ser adecuados para los más pequeños en algunas de sus escenas.

Mary Poppins, una película "racista" para los críticos de la BBFC

El motivo principal detrás de este reverso radica en el uso de un término que la propia BBFC considera "discriminatorio". En algunas de las escenas de Mary Poppins se deja escuchar la palabra 'Hottentot', históricamente utilizada por los colonos neerlandeses para referirse al grupo étnico Khoikhoi del sur de África. A lo largo de la película, es el personaje del Almirante Boom (Reginald Owen) quien la vocaliza hasta en dos ocasiones, móvil suficiente para que la organización británica considere oportuno el cambio de calificación.

La primera vez que el término en cuestión es sacado a escena sitúa al almirante preguntando a Michael Banks (Matthew Garber), uno de los niños que cuida Mary Poppins, si quiere "derrotar a todos los Hottentots". La segunda escena comparte el mismo protagonista: Boom exclama "¡Estamos siendo atacados por los Hottentots!" al ver a los deshollinadores con las caras ennegrecidas por el hollín de su trabajo diario, como una representación de la propia tribu africana.

En Mary Poppins, que se enmarca más de un siglo atrás, el lenguaje discriminatorio empleado por el almirante no es condenado como tal en el argumento ni en la trama, lo que va en contra de las pautas de aceptabilidad para la clasificación de una película 'U'. Este es uno de los principales motivos que expone la BBFC, quien también señala "entender, a partir de nuestras investigaciones sobre racismo y discriminación, que una preocupación clave para los padres es la posibilidad de exponer a los niños a un lenguaje o comportamiento discriminatorio que puedan encontrar ciertamente angustiante".

Es por ello que Mary Poppins pasará ahora a ser considerada como una película 'PG', es decir, que algún adulto "responsable" debería acompañar al menor a la hora de ver la película. Una polémica parecida también se dio con los estrenos de Dumbo, a causa de los cuervos cuya forma de hablar y cantar "imitaba" y "ridiculizaba" a los esclavos afroamericanos; Peter Pan, película poco apropiada porque los nativos americanos eran presentados "en tono de burla"; o Los Aristogatos, cuyas críticas se dirigieron hacia un gato siamés el cual era tachado como "una criatura racista de un personaje asiático".

Todas estas películas cuentan ahora con un mensaje de advertencia que aparece en el inicio de su reproducción en Disney+ y que advierte de la presencia de connotaciones racistas en su transcurso.

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