Una violación, el abuso y la vergüenza pueden parecer experiencias casi antagónicos de la maternidad, ya que son vivencias aisladas que pertenecen, en el caso de las primeras, a la faceta más perversa del destino, mientras que en el segundo caso se muestran habitualmente en la más luminosa. Sin embargo, en la película Culpa se agrupan a través de un personaje que transita por los lugares más oscuros de todas ellas en busca de la liberación.
La actriz Manuela Vellés protagoniza este drama, en el que retrata el aislamiento, la vergüenza y la culpa que viven muchas mujeres tras sufrir una violación a manos de alguien próximo al círculo familiar o de amistades, y es además coautora del guion junto a su pareja y director de la cinta, Ibón Cormenzana. "Queríamos hablar de que la mayoría de los abusos suceden en un entorno cercano de personas que conoces y el primer sentimiento que aparece es la culpa y luego la vergüenza, y además se lleva en soledad", ha señalado a Vozpópuli la actriz.
Culpa, que llega este viernes a los cines -y el 13 a la plataforma Filmin- tras su reciente paso por el Barcelona Film Fest, relata unos hechos ambientados en plena actualidad y que, sin embargo, despiertan en la protagonista unos sentimientos de bochorno y deshonra que podrían pertenecer a cualquier otro tiempo pasado. Anna sufre una agresión sexual por parte de uno de los mejores amigos de su novio. Incapaz de afrontar la situación, se refugia en una cabaña en el bosque de manera indefinida.
La película se rodó tras el confinamiento y a lo largo de varios meses, coincidiendo con su segundo embarazo. "El germen fue algo dulce y bonito: me quedé embarazada de mi primer hijo y se nos ocurrió la historia que hablaba a su bebé no nacido", cuenta Vellés. La historia cambió hacia lugares más oscuros y no fue hasta su siguiente embarazo cuando se atrevió a rodar. "Este tipo de historias no eran muy ajenas, muchas amigas tenían anécdotas guardadas", añade la actriz y guionista del filme.
Aunque esta película arranca con el drama de una violación, lo cierto es que el espectador pronto se dará cuenta de que Culpa no se queda en una lectura sencilla sobre las secuelas de un abuso sexual, sino que se adentra en las consecuencias físicas y psicológicas hasta llegar a los rincones más oscuros de la maternidad y a todas las sombras que pueden aparecer en un proceso que aparentemente siempre es luminoso.
"La película habla del abuso, del consentimiento y del sexo, pero también de la maternidad y de las sombras, de las cosas ocultas que llevamos en soledad, que se nos enquistan a las madres. No todos los sentimientos que tienes las 24 horas del día son estupendos. Hablan del miedo de no querer a tu hijo en el primer segundo en el que lo ves, esas cosas que no se suelen contar en el cine o que no nos gusta ver, pero que en cambio alivian mucho a cualquier madre, hija o hijo porque habla de cosas que son reales", señala la actriz.
En un momento en el que se ocultan por parte de algunos los aspectos más políticamente incorrectos o que se critica el orgullo que despierta la maternidad, Manuela Vellés (Madrid, 1987), que debutó en el cine con la película Caótica Ana, de Julio Medem, ha confesado que cuando se convirtió en madre trató de ocultarlo por su trabajo. "Sentía que esa parte de mí no era atractiva o que de pronto ya me iban a ver solo en ese tipo de papeles, tuve ese miedo", ha reconocido.
En este sentido, cree que hace falta "hablar de estos temas con más naturalidad" tanto en el cine como en las "historias que se leen", en las que echan de menos relatos "atractivos" y "mujeres reales", que en su opinión se alejan e las que se han mostrado hasta la actualidad. "Es el momento de destapar lo bueno y lo malo. Cuantas más historias halla más imaginario para nuestros hijos", opina la actriz.
Sin embargo, respecto a las declaraciones de la actriz Dafne Fernández, quien recientemente confesó que la maternidad le había roto, Vellés afirma que la maternidad le ha cambiado y con ella ha conseguido "sumar". "Soy una mujer más completa, puedo interpretar personajes más complejos, me ha hecho mejor persona y más humilde, porque te ves en lo peor. No lo voy a sentir como una traba en mi trabajo. La carrera es muy larga y quiero poner el foco en lo que me haga feliz en cada momento", concluye.
