Rebelarse contra la novela, contra la saturación y el oleaje de novedades que no sobreviven ni dos semanas en las librerías. Elegir la No Ficción supone un acto de perspectiva y no hay mejores lupas que la biografía, el ensayo, el reportaje y las crónica periodística para darle una vuelta a la realidad y proponerse una mirada más calmada pero no por ello pasiva. He aquí una selección de libros publicados este año en España y que destacaron por su enorme calidad.
La selección de libros que aquí se presenta, como en la recopilación de ficción ya publicada, se construye no como una isla sino sobre un mapa de islas de sentido donde un título puede ocupar todo el protagonismo o también dialogar con otros. Al final de esta entrega, una vez más, un librero invitado aporta su visión alternativa, llena también de nuevos títulos que vale la pena leer antes del fin de 2016. En este caso, han atendido a la petición de Vozpópuli los libreros de la prestigiosa librería barcelonesa Altaïr, referente de la literatura de viajes y periodismo.
El libro del año, sin duda alguna
Ya en San Jordi había consenso entre la mayoría de los libreros. Más de seis meses después, la opinión es unánime: La España vacía, de Sergio del Molino (título del sello Turner), es el mejor libro de ensayo publicado en 2016. En sus páginas el escritor aragonés retrata una nación remota: la España interior del Quijote, la que divisamos desde la autopista, la de los pueblos reconvertidos en memoria o leyenda negra. Se refiere a esos lugares, entre abandonados y folklóricos, que Buñuel, Azorín o Almodóvar convirtieron en escenario y que los políticos incluyen en sus campañas y excluyen luego de sus agendas de gobierno. La España vacía, ésa a la que "los urbanitas vuelven a ella soñando con una vida más fácil. Y los que la viven bajan a Madrid a gritar que existen". Está escrito con humor e ironía, pero también con altísimas dosis de sensibilidad.
El Cervantes de Jordi Gracia
Soldado, espadachín, cortesano, militante. También el hombre que luchó en Lepanto e intentó escapar de Argel cuatro veces; el que inventó la novela tal y como la conocemos. Ese es el personaje y la persona que retrata Jordi Gracia en su biografía Miguel de Cervantes. La conquista de la ironía (Taurus). Publicada en marzo de este año, La conquista de la ironía está escrita con el rigor y la lucidez con la que Jordi Gracia ha retratado a José Ortega y Gasset y Dionisio Ridruejo, pero insuflada además por la vitalidad e inteligencia de su autor, quien escribe con el espíritu de su habla: esa risa de quien pule sus trastadas con la salida ingeniosa del humor. En estas páginas, Gracia cuenta todas las vidas posibles que tuvo Cervantes: soldado, prisionero, recaudador, escritor; aquel que encontró la modernidad en la encrucijada de la ironía. A esta lectura es preciso añadir Miguel de Cervantes: los años de Argel, publicado por Acantilado, y en el que Isabel Soler reconstruye con un registro que mezcla la documentación de la biografía y el atractivo de la peripecia en el periodo de cinco años de cárcel y los cuatro intentos de fuga del autor del Quijote durante su cautiverio en Argel. Imposible dejar por fuera la preciosa ruta literaria de El viaje de don Quijote (Alfafuara), de Julio Llamazares.
El eco de los disparos
Este ensayo de la investigadora y escritora Edurne Portela publicado por Galaxia Guntenberg sirve de contrapeso a Patria, la novela de Fernando Aramburu que va camino -o ya se coronó, acaso- como la entrega di ficción del año. Ambos libros se plantan en esa frontera que surge luego de los cinco años del "cese" de ETA como banda terrorista armada. Sus aproximaciones son distintas y justamente por esa razón complementarias. Edurne Portela ofrece en este libro una serie de memorias íntimas de la violencia y defiende, a través de reflexiones sobre la literatura y cine actuales, una cultura para el presente que ayude a afrontar las heridas del pasado. Ahonda en las representaciones del dolor, la violencia y sus víctimas y se planta ante preguntas como éstas: "(...) Qué hacer con el terrorista cuando se quita la máscara"; el papel de la novela como una confesión sin responsabilidad; el silencio como estrategia de supervivencia, entre otras cuestiones ante las que vale la pena plantarse con herramientas de análisis y ella, aquí, ofrece muchas. Un ensayo brillante, sin entusiasmos ni redenciones. Portela profundiza en el que ha sido su campo de trabajo: memoria y testimonio, cultura y violencia, pensamiento y ciudadanía.
Larra, levántate y anda
La Biblioteca Clásica de la Real Academia Española (BCRAE), dirigida por el filólogo, historiador de la literatura y académico Francisco Rico, acaba de publicar el volumen Fígaro. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres, el libro con el que Mariano José Larra editó, en 1835, una antología de sus escritos periodísticos aparecidos hasta aquel momento. Este es, sin duda, un libro indispensable, editado con belleza y con un estudio introductorio previo que coloca en perspectiva a Fígaro, que fue ara Larra mucho más que un pseudónimo. Se trató de un personaje literario célebre y mordaz; protagonista de cómicas aventuras en las que asuntos graves se dirimían entre burlas y risas, y con el que Larra entregó páginas memorables de periodismo literario, lleno de libertad e ingenio.
La Ginzburg, o lavar la ropa llorando
Con motivo del centenario del nacimiento de la escritora Natalia Ginzburg, el sello Lumen recuperó Léxico familiar, la narración autobiográfica de los recuerdos de infancia y juventud de la escritora, capturados en retazos de conversaciones, en frases familiares e íntimas o en las charlas que los intelectuales del Turín de los años treinta, mientras comienza a alzarse el fantasma del fascismo. Pero un volumen adicional ofrece uno de los hallazgos más hermosos escritos en clave de No Ficción. Reunidos bajo el título Las tareas de la casa y otros relatos, Ginzburg retrata un mundo, imprimiéndolo en estampas mínimas. Desde el cubo de hielo en el vaso de agua de un psicoanalista en la Roma de la posguerra, pasando por el significado de las casas con jardines, la carta que Emili Dickynson escribió a un mundo que nunca le respondió o la conmovedora pregunta sobre la muerte de la novela a través de su afirmación total con Cien años de soledad. Estos ensayos alumbran, propician el llanto y el entendimiento, empujan a quien lee a un territorio de lo breve y lo íntimo, dan pistas de la mujer que es Ginzburg en cada una de sus novelas. Un libro para limpiarlo todo -la casa, la ropa, el ánimo- con el llanto inexplicable de los libros que conmueven.
Libros del Asteroide y los viajeros españoles en Rusia en Fórcola
A comienzos de año, Libros del Asteroide publicó Viaje a la aldea del crimen (Documental de Casas Viejas), un reportaje de Ramón J. Sender que narra la revuelta del pueblo gaditano Casas Viejas, sofocada brutalmente en 1933 por las fuerzas republicanas. Veinticinco personas perdieron la vida en unos sucesos que a la postre acabarían forzando la dimisión del presidente del Gobierno, Manuel Azaña. Desde el primer momento hubo dudas respecto a la versión oficial de los hechos y varios periodistas se desplazaron enseguida a Casas Viejas para recabar más información. Uno de ellos fue Ramón J. Sender. Publicado por primera vez en 1934, Viaje a la aldea del crimen, recupera y resitúa uno de los mejores reportajes españoles del siglo XX. Fórcola Ediciones se desmarca con dos libros: Crónicas de la Primera Guerra, de Rudyard Kipling, traducido por Amerlia Pérez de Villar y prólogo de de Ignacio Peyró, y El espejo blanco. Viajeros españoles en la URSS, de Andreu Navarra, que ilustra los viajes que a lo largo del siglo XIX y hasta comienzos del XX hicieron periodistas, poetas, maestros, historiadores o políticos hasta Rusia. Aquellos viajes, que ocurrieron en medio de una especie de contagio, suponía un espejo en el que mirarse. Navarra se hace preguntas sobre las motivaciones de aquellos periplos: ¿Qué buscaban tantos catalanistas en las leyes soviéticas? ¿Cómo fue la infancia y la formación de los niños de la guerra que huyeron a la URSS desde España en 1937? ¿Cómo vivieron allí sus hijos y nietos en los años 60 y 70?
Los gatos de Lessing y los tangos de Borges
No hay en ellos ficción, ni tampoco una tesis de fondo que pudiera hacer de ellos libros con sustancia. Son, por así decirlo, confituras. El primero es un libro sencillamente hermoso, como objeto y como título. Se trata de Gatos ilustres (Lumen), el homenaje literario a los gatos concebido por una de las más grandes escritoras, la Premio Nobel Doris Lessing, quien recopila sus experiencias con felinos desde sus años en su granja de Sudáfrica a sus años en Londres. Son realmente destacables las ilustraciones de Joana Santamans. También publicado por Lumen hay que citar El tango. Cuatro conferencias (Lumen), un libro que reúne cuatro conferencias hasta ahora inéditas que ofreció Jorge Luis Borges en Buenos Aires en 1965. Entre el público estaba Manuel Román Rivas, un inmigrante gallego y antiguo productor musical, quien grabó con un magnetófono las cuatro conferencias que dedicó Borges al tema. Casi cuarenta años después, en 2002, las cintas llegaron a manos del escritor Bernardo Atxaga, quien digitalizó y confirmó la autenticidad del material reunido en este libro, que además de las transcripciones, posee un código que permite escuchar las grabaciones originales con la voz del argentino.
El libro más hermoso del año
Memoria instantánea, un volumen publicado por el sello Temas de hoy, está a mitad de camino entre el libro de autor y el objeto de colección. Hay algo simultáneo en sus páginas: poemario y bitácora, cuaderno de notas y cajón de recuerdos. Tras una gira de 22 meses por América y Europa, los integrantes de la banda de indie española Vetusta Morla elaboraron un registro personal de aquellos días. Se mezcla la prosa viajera o la entrada de un dietario, también el poema, greguería y glosario... en este libro el lector puede asomarse no sólo al lugar del mundo del que nació Cuarteles de invierno sino percibir el lento paso de las horas en un avión. El libro reúne una selección de fotos polaroids hechas por Pucho, el cantante de la agrupación, a las que se incorporan texto de una belleza fulminante –la larga pluma de Guille Galván se adivina- … Pero hay más: desde el Decálogo del buen Vetusta hasta una Zona de Aduana. Hay humor, también ganas de llegar y ganas de regresar; una entrevista imaginaria. Porque... a fin de cuentas, ¿qué ha sido lo literario si no la historia de alguien que emprende un viaje?
Las drogas y el Tercer Reich
El nacionalsocialismo fue tóxico. Inoculó un veneno que todavía circula y tardará en desaparecer. Esa es la idea de la que parte el periodista alemán Norman Ohler en las primeras páginas de su libro El gran delirio: Hitler, drogas y el III Reich (Crítica), un volumen que aborda una dimensión hasta ahora insuficientemente conocida del régimen nazi: la importancia del uso de las drogas, estupefacientes y estimulantes no solo como una práctica de sus élites, sino como una política trazada por el III Reich. Basándose en los archivos de Theo Morell, el médico de cabecera de Hitler, Ohler no sólo profundiza en la drogadicción del ‘Führer’, a quien Morell llegó a administrarle hasta 74 estimulantes distintos –entre ellos la cocaína y la morfina-, sino que acredita la difusión de metanfetamina entre la población alemana por parte del régimen nazi. Se administraron millones de dosis de esta sustancia a las tropas que debían resistir los tremendos esfuerzos que requería la realización de las campañas de la blitzkrieg. "Cuando la ideología no daba para más, se recurría a los fármacos", escribe. Es importante aclara que la tesis de Ohler no es, ni mucho menos, que la prescripción de determinadas sustancias produjesen por sí solas el capítulo más oscuro de la historia de Alemania. Se trata de algo mucho más complejo: las drogas reforzaron algo que ya existía desde un comienzo. Este libro no es un alegato o una disculpa química para el nazismo, es una indagación, un punto de vista más sobre aquel infierno.
Los bares, el riego de leer y los abuelos de Soto Ivars
Es muy difícil pasar por el catálogo de Círculo de Tiza sin experimentar una sensación de ansiedad. 'Éste, y éste, y éste, y también éste' piensa quien elige títulos como si llenara el carrito de una compra de supervivencia. Cuando cumple ya dos años desde su creación, el sello capitaneado por Eva Serrano se ha marcado unos cuantos puntazos este año, pero conviene concentrarse en tres, justamente por lo distintos que son entre sí y que se citan aquí en el orden en que fueron publicados. El primero, Mientras haya bares, de Juan Tallón quien saca pecho canalla y pluma de la buena para proponer un libro ácido, lleno de humor, belleza y soledad: y en cuyas páginas encontrará el lector desde los abrigos que se quedan dando vueltas abandonados en una tintorería hasta el cubata de Paul Auster en un bar gallego. El segundo ya ha sido mencionado en estas páginas, pero conviene insistir: Leer es un riesgo, un volumen que recoge las reflexiones el crítico literario y ensayista Alfonso Berardinelli (Roma 1947), el agitador cultural más indómito y polémico de Italia, acerca de la lectura como acto de insurrección y responsabilidad. Completa el trío Juan Soto Ivars en Un abuelo facha y un abuelo rojo, un ensayo biográfico lo suficientemente bueno como para no descalabrarse en el gesto pretencioso de alguien que apenas entrado en la treintena, considere su vida objeto de especulación ensayística. El resultado es un libro ácido, lleno de humor pero también de extrañamiento y búsqueda. Una interpelación personal y política escrita con genio y honestidad.
Las memorias de Le Carré, parada obligada
Agente secreto durante los años de la Guerra Fría y el más grande escritor del género de espionaje, el británico John Le Carré se confiesa en Volar en círculos (Planeta)un volumen de memorias en el que rompe su acostumbrado hermetismo y revela los acontecimientos verídicos de su obra de ficción. A lo largo de más de 400 páginas, el escritor británico ofrece a sus lectores datos de cómo fueron sus años en el servicio de inteligencia austríaco; la forma en que fue reclutado por los servicios secretos británicos en los años 50, mientras estudiaba en la Universidad de Oxford; sus funciones como interrogador y coordinador de agentes en el departamento que investigaba el rastro a las organizaciones de izquierda radical soviética; su paso del MI5 al MI16, así como sus no pocos roces y desencuentros, pero también sus amistades y buenas migas a lo largo de esos años (y los siguientes) con distintos personajes: su relación con Graham Greene; sus recuerdos sobre el topo soviético Kim Philby, el doble agente del servicio británico que servía también en el NKVD soviético y luego de la KGB; la identidad real de los protagonistas de sus mejores novelas y hasta detalles específicos como sus comidas con Margaret Thatcher o el desmentido de su supuesta mala relación con Kubrick, que quiso adaptar algunos de sus libros al cine. Habla también los motivos que lo llevaron a dejar el espionaje para dedicarse a escribir o de los altercados que tuvo con más de un jefe de inteligencia por lo que contaba en ellos. Le Carré da un paso al frente con estas memorias a sus 85 años y más medio siglo después tras publicar su primera novela, Llamada para el muerto (1961). Así, el autor de clásicos como El espía que surgió del frío y el creador de la saga del agente George Smiley, se revela –al fin- tras años de silencio.
El superventas de 2015 que arrasó en 2016
El pianista británico James Rhodes, quien durante 6 años fue víctima de abusos sexuales, cuenta sus memorias en Instrumental. Memorias de música, medicina y locura, un libro publicado por Blackie Books en el que el pianista, bloguero y autor de programas para la televisión británica cuenta (treinta años después) las consecuencias de un episodio que volvió añicos su vida. Cada capítulo del libro, en el que habla de pederastia en la actualidad, refiere de qué forma la música puede servir para combatir el proceso de demolición que trae consigo este tipo de violencia, desde la baja autoestima y los ingresos en un psiquiátrica - hasta las pulsiones suicidas. Cada capítulo se abre una pieza musical que el autor mismo explica, Bach, Prokófiev, Bethoven, Ravel, Shostakóvich, Glen Gould... y que el lector puede escuchar de forma gratuita en http://bit.do/instrumental. Publicada por Blackie Books, esta biografíaha sido traducida a 15 idiomas. James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. El libro, curiosamente, se publicó a finales de 2015. Sin embargo, en 2016 estalló como un verdadero fenómeno.
7 de julio, un gran reportaje
Lo es en la acepción canónica de la etiqueta. Un señor libro, que a veces se comporta como una entrega al cien por cien periodística y en otras sorprende con episodios de la mejor crónica literaria. Publicado por el sello Libros del KO, se trata un volumen del que un lector en plena forma podría dar cuenta en tan sólo una noche, de no ser porque avanzar es caer fulminado de pura vida y belleza, desde la primera página. Escrito en clave personal, el periodista Chapu Apaolaza dedica entregas de prosa periodística a San Fermín, esa fiesta en la que dos manadas ganan la acera igualadas en el paso veloz de una carrera. La que libran juntos los hombres y las bestias; la fiesta y la muerte. 7 de julio es un libro sobre toros, pero también mucho más que eso. En sus siete capítulos, Apaolaza -corredor de San Fermín, año tras año- es capaz de resumir el meollo de la tauromaquia desde Teseo –el primer torero de la historia- hasta dar cuenta del mosaico de historias y razones que empujan año tras año a quienes corren en las calles de Pamplona. Escrito en una clave personal, pero nunca con autocomplacencia, Apaolaza regala al lector joyas como ésta: "Correr en la cuesta es comerle la boca a la bestia, es asomarse a un volcán en erupción a echar una meada", escribe Apaolaza para explicar al lector qué es y qué sienten los que bajan en menos de 15 segundos los 125 metros de la cuesta de Santo Domingo.
Guerreros urbanos
Uno le quitó la efe a la palabra grafiti en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española; el otro lleva casi 20 años escribiendo su nombre con spray en los muros de ésta –Madrid- y unas cuantas ciudades más. Juntos publicaron Guerreros Urbanos (Alfaguara La Fábrica), un foto libro en el que el escritor y académico de la lengua Arturo Pérez-Reverte escribe una serie de textos y foto leyendas para las imágenes de JEOSM, potentísimas instantáneas que aparecen desplegadas a lo largo de 127 páginas. Todas y cada una de ellas documentan la acción de un grupo de escritores de grafiti a lo largo de cuatro años –sí, escritores, porque a ellos lo de grafiteros no les vale, no les gusta; tampoco lo de artistas-. Las fotografías en las que JEOSM retrata a estos personajes son, además, nocturnas: nadie deja la cara descubierta; los unifica un espíritu de infantería, ese de quienes van a romperse la cara -a dejarse las tripas- en una guerra que solo tiene como aliciente estampar el nombre en una pared. Porque se trata de eso: de enunciar la propia existencia en el lugar más recóndito y arriesgado de la ciudad. Un libro que se mueve entre el periodismo y la aventura, eso que mueve a quienes salen a la calle dispuestos a volver con una cicatriz nueva en el espíritu.
Mucho periodismo, hecho desde otro lugar
Es un volumen que vale la pena leer con los cordones de los zapatos bien atados. Porque con sus páginas conviene ir con cuidado. Se trata de La Realidad (Malpaso), de Juan Cantavella. Es un libro que interpela a todos: a los hechos, a quienes los cuentan y a quienes los leen. Publicado en la colección Lo real, dirigida por Jorge Carrión para el sello que dirige Malcom Otero Barral, el volumen reúne doce textos que podrían agruparse, por aquello de las etiquetas, en la cartulina de la No-Ficción, una expresión traducida en muchas ocasiones como periodismo narrativo, a veces incluso como periodismo literario. Las de La realidad son historias arbitrarias, contadas con acidez, inteligencia y licencias. Esos pactos que los lectores avispados suscriben porque saben a qué atenerse: una entrevista en la que Bret Easton Ellis declara estar enganchado al juego Angry Birds; una crónica carnicera –el asunto lleva honor cuando el desolladero despelleja lo importante- del ahora remoto debate electoral entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy; la visita al Chiapas del sub-comandante Marcos. En fin. En este libro hay mucho. Sí, mucho periodismo.