Cultura

El mundo de la cultura despide a Miguel Narros en el Teatro Español

Personajes como Antonio Gala, de quien Narros dirigió dos obras, lamentan su pérdida. Esta noche, el céntrico coliseo madrileño abrirá una capilla ardiente en su honor.

La muerte del director de teatro Miguel Narros ha dejado un vacío profundo en el mundo cultural español. Nada más conocerse la noticia de su muerte, ocurrida este viernes en la mañana, personas como el escritor Antonio Gala han expresado su pesar.  

 "Honesto y afectuoso, recto y muy humano" son algunos de los adjetivos que el escritor Antonio Gala ha dedicado a su amigo Miguel Narros, que dirigió dos de sus obras, Los bellos durmientes y La truhana.

Actor, figurinista, escenógrafo y director teatral, contemplaba el teatro como "un ser vivo", en el que sus protagonistas debían volcar sus "vidas, sangre, talento y emociones", y por tanto un espacio "tan importante como un hospital" para el hombre.

"Sin él, no sería el actor que soy",  comentó a la prensa el actor Carlos Hipólito."Le he querido tanto... Era un segundo padre para mí y es como si se hubiese muerto un trocito de mi vida", aseguró el actor, que trabajó con Narros en once montajes de teatro.

Conmovida y triste, Helena Pimenta, directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), no acaba de creerse la muerte de Miguel Narros, "amigo y maestro", pero un maestro "ante todo generoso".

Narros, uno de los profesionales más relevantes de las artes escénicas en España, habló en numerosas ocasiones sobre una especialidad sobre la que no le gustaba que le considerasen "maestro", porque era como situarle en la vejez, porque pensaba que el talante de la juventud es lo que le daba al teatro esos momentos "fecundos", en los que la "intuición puede más que la sabiduría".

Con esa vitalidad –dicen sus allegados- afrontó el montaje de los grandes clásicos, de Shakespeare (Macbeth, Rey Lear), a Pirandello (Seis personajes en busca de autor), pasando por Lope de Vega (El caballero de Olmedo) y Calderón (El gran mercado del mundo) hasta García Lorca, con Yerma, uno de sus últimos trabajos.

"Una representación teatral nace cada día, y se van encontrando en ella nuevas cosas; lo importante es jugar con la verdad, porque es así como esta sale", dijo Narros en la presentación de Yerma, una obra que le gustaba especialmente por ser "la primera vez que en el teatro español se habla de la honradez femenina".

La actriz Silvia Marsó, que protagonizó la obra de García Lorca, decía que la forma de dirigir de Narros era "unas veces caótica, otras emocionante, hasta un montaje lleno de tensión y del pulso del director".

Narros, nacido el 7 de noviembre de 1928, fue director del Teatro Español durante dos periodos: el comprendido entre 1966 y 1970 y el que va desde el año 1984 a 1989. Dirigió alrededor de medio centenar de obras y fue  distinguido en dos ocasiones con el Premio Nacional de Teatro, en los años 1959 y 1987, compartido en ese último año con Ana Marzoa.

Esta noche se abrirá una capilla ardiente en el Teatro Español de la capital tras la representación de La Chunga. Ésta permanecerá abierta hasta la 1.00 horas de la madrugada y volverá a abrirse este sábado entre las 7.00 y las 14.00 horas. Después, el cuerpo de Narros será incinerado a las 16.00 horas.

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