Si se comparan con las de 2013, son menores, pero siguen siendo pérdidas. El museo Thyssen ha presentado este lunes las cuentas del ejercicio 2014 con 4.534.879 euros de pérdidas, según la Memoria de la Fundación Thyssen-Bornemisza publicada en el Boletín Oficial del Estado. Las pérdidas del ejercicio del 2013 fueron de 5.252.120 euros, una cantidad abultada y que queda levemente corregida con las cifras del ejercicio anterior, concretamente en 717.241 euros.
Según la cuenta de resultados, los ingresos de la entidad por actividad propia pasaron de 9.259.362 millones de euros a 10.456.912. Asimismo, aumentan los ingresos extraordinarios desde 249.00 hasta 308.307 euros. Sin embargo, lo más importante, el dato más elocuente de todos, es el aumento en la venta de entradas. Las cifras de taquilla pasan de 5.564.483 euros en 2013 a 6.241.227 en 2014.
Uno de los principales motivos para el abultado saldo negativo de 2013, el ejercicio anterior y el más cercano para comparar, se debió al importante descenso en el número de visitantes registrado. El Museo Thyssen-Bornemisza cerró 2013 con un balance de visitas de 944.827 personas, un descenso del 25 % respecto a 2012, en el que este centro celebró su vigésimo aniversario, con exposiciones como las de Edward Hopper y Antonio López, y alcanzó un récord de visitantes con 1.256.209 personas.
No se puede quejar el Thyssen en lo que a aportaciones oficiales respecta. Tras ser objeto de examen del Tribunal de Cuentas –la institución registra pérdidas continuadas que sobrepasan los 5 millones de euros- ha recibido un incremento en la dotación de 6,02 millones en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2016 frente a los 5,33 de 2015.
La Fundación Thyssen-Bornemisza, la entidad encargada de la conservación de la colección de obras de arte que alberga el Museo Thyssen-Bornemisza, registró en 2011 sus primeros beneficios en, al menos, cinco años. El organismo ganó entonces 661.894 euros frente a las pérdidas de 620.000 euros de 2010 o las de más de tres millones de pérdidas registradas en 2008 y 2009; en 2007 perdió más de medio millones de euros. Ese año, el Thyssen facturó más de siete millones de euros por venta de entradas, casi dos millones más que en 2010.
Tribunal de Cuentas y gestión de 2013
El pleno del Tribunal de Cuentas aprobó en julio un informe de fiscalización de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza en el que enumera una serie de deficiencias que ha encontrado en la gestión contable de la entidad correspondiente al ejercicio 2013. Uno de esos supuestos fallos fue no registrar en el balance la valoración inicial del derecho de uso sobre el palacio de Villahermosa, sede de la colección permanente, que asciende a cerca de 17 millones de euros.
Tampoco activaron los costes derivados de las grandes restauraciones de las obras de arte, por un importe superior a los 100.000 euros. El máximo órgano fiscalizador del Estado también advierte de que "han existido otras incorrecciones en los apuntes contables referidos al fondo bibliográfico, a las existencias de la tienda-librería y a los ingresos de promociones, patrocinadores y colaboraciones".
Respecto al análisis sobre el sometimiento a la legalidad, se señala que, "en general, el resultado de la fiscalización es positivo", si bien "recoge algunas irregularidades" relativas a pago de determinados complementos salariales, abonados durante el ejercicio 2013; préstamos de obras de arte a otros museos e instituciones, y la ausencia de la remisión -que es obligatoria- de la información sobre determinados contratos al Tribunal de Cuentas, así como, determinadas disfunciones en lo que se refiere a los órganos competentes para la emisión de circulares, aprobación de tarifas del museo y regulación de diferentes procedimientos internos.
Los préstamos a otros museos e instituciones de las obras de la Colección Carmen Thyssen, cedida gratuitamente al Estado para su exhibición en el Museo Thyssen, superaron en 2013 lo establecido, según el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas sobre el museo Thyssen en ese ejercicio.